Lo único que nunca me gustó es que no hayan sacado más partido al lado histórico del palacio y que no hayan conservado y expuesto al público alguna al menos de las alas del edificio con el mobiliario y su encanto primigenio. En compensación, se ha usado y se puede visitar la biblioteca municipal que ahora alberga la casa municipal de Aiete que además suele tener más y diferentes actividades. Sin embargo, lo que sí que mantiene el glamour y encanto de la realeza para quien fue construido el recinto es su enorme jardín, con varios caminos para recorrerlo por todas las direcciones, con pequeños lagos artificiales, donde viven cisnes y descansan en sus viajes migratorios los patos cuchara y continuando con el uso estético del agua en otros lugares como en el rincón donde podemos pasar tras el agua de una pequeña pero hermosa y potente cascada, todo ello en perfecta armonía y exacerbando aquí y allá toda la vegetación que forma el jardin que es de formidable, diversa y colorida presencia hasta en la última hoja. Como curiosidad, saber que el lugar dispone de 3 accesos desde 3 barrios distintos de la ciudad; Morlans, Aiete y Munto, siendo esta última la que hace de entrada principal y la más cercana y directa para poder llegar al palacio de la reina María Victoria. ¿La curiosidad? Que si se entra por ahí y se toma el sendero que va en descenso suave a los jardines nos encontramos con un pequeño arbolito plantado con un letrero que reza que es hijo de un esquege que fue tomado del árbol que Anna Frank veía desde el ventanuco de su encierro y que ella describe en su diario como una nota verde alegre y única en esos sus últimos días de terrible existencia durante la II Guerra Mundial. Merece la pena verlo, solo y en pareja; precioso y relajante, en grupo; un decorado alegre para acompañar y con niños; un lugar mágico con columpios, agua( no hay baño) y animalitos para contemplar, plantas para observar la belleza de la Naturaleza y senderos por donde correr y jugar sin peligro. Un sitio 10 de Donosti donde además puedes hacer un pequeño picnic o si lo prefieres puedes disfrutar junto a tu perro siempre y cuando no descuides...
Read moreEl Parque Aiete es un auténtico tesoro escondido en la ciudad de San Sebastián. Con su exuberante vegetación, impresionantes vistas panorámicas y una sensación de serenidad, este parque se ha convertido en un lugar de visita obligada para los amantes de la naturaleza y aquellos que buscan escapar del bullicio urbano.
Ubicado en la ladera de una colina, el Parque Aiete ofrece una variedad de senderos bien mantenidos que serpentean a través de bosques frondosos y prados verdes. Caminar por estos senderos es una experiencia rejuvenecedora, donde uno puede perderse en la belleza de la naturaleza y disfrutar de la tranquilidad del entorno.
Una de las características más destacadas del parque es el Palacio de Aiete, una majestuosa mansión que solía ser residencia de verano de la reina María Cristina. Este impresionante edificio histórico se encuentra rodeado de jardines cuidadosamente diseñados, que añaden un toque de elegancia al parque. Además, cuenta con una terraza con vistas panorámicas de la ciudad y la costa, ofreciendo un escenario perfecto para disfrutar de un picnic o simplemente relajarse.
El Parque Aiete también alberga una variedad de flora y fauna, lo que lo convierte en un lugar ideal para los amantes de la observación de aves y la fotografía de la naturaleza. Los visitantes pueden deleitarse con el canto de los pájaros, avistar ardillas correteando entre los árboles y descubrir hermosas flores que adornan el paisaje.
En resumen, el Parque Aiete es un remanso de paz y belleza natural en medio de la ciudad. Su combinación de senderos pintorescos, vistas panorámicas, historia y biodiversidad lo convierten en un lugar verdaderamente encantador. Si estás en San Sebastián, no te pierdas la oportunidad de explorar este tesoro oculto y disfrutar de la maravillosa experiencia que ofrece el...
Read morePrecioso parque en el centro de la ciudad, con árboles enormes centenarios y cuidado con exquisitez. Todos los parterres "al día" con flores y muy cuidados. Hay un estanque en el que nadan dos cisnes y alguna tortuga no autóctona. Podría haber algun animalito más (puede que haya algun motivo por el que no los hay??) Hay una zona con una cascada pequeña que salta sobre una media cueva y se han formado estalactitas y -mitas y luego al arroyo fluye montaña abajo.
Dentro del parque hay un bar-cafeteria-restaurante. Tienen menú del día a buen precio (11€ en junio 2022), con comida casera, de calidad media pero abundante. Eso sí, el chico que había de camarero el día que estuvimos era lo contrario de la amabilidad, y me sabe mal decirlo. Pero parecía que te hacía un favor por "dejarte sentar en sus mesas". Ah, y tele5 en la tele (y con volumen... hombre... eso no se hace...:-))
Resto una estrella porque nos costó mucho rato encontrar una entrada al parque desde donde aparcamos. Podría estar algo más indicado. Al ser un sitio con mucha pendiente no se accede con facilidad y observas con frustración como das vueltas alrededor del parque sin ver una entrada y hay que alejarse para subir y luego poder entrar. Menos mal que preguntamos porque si no no hubieramos entrado (google maps tampoco fue de ayuda). Supongo que si vas al sitio correcto es fácil pero si no, malo. Ah! Hay zona blanca para...
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