Reseña para el Bar Campus (Vera-Vera, junto al campo de rugby):
Fuimos un grupo de nueve personas con reserva a las 21:00. Como hosteleros, entendemos los ritmos de trabajo y posibles demoras, pero lo de anoche fue inaceptable a muchos niveles.
Desde el inicio, la atención fue desorganizada: tardaron más de 40 minutos en tomarnos nota, hubo errores en los pedidos (una ensalada en lugar de un bocata) y, aunque eso puede pasar, lo más grave fue la falta de respuesta a nuestras peticiones básicas: agua, pan, sidra y una caña que tuvimos que pedir varias veces y terminamos sirviéndonos nosotros mismos tras levantarnos en repetidas ocasiones a la barra. Aun así, el pan nunca llegó.
En plena cena, estalló una tormenta eléctrica fortísima y nos indicaron que debíamos levantarnos de la terraza porque el toldo era inestable por el viento. Aceptamos y nos trasladamos al interior, con el bocata en la mano y empapándonos mientras entrábamos. Teníamos dos perros con nosotros, algo que no se nos dijo que fuera un problema al principio. Pero al entrar, el camarero nos dijo de forma cortante: “Los perros no se pueden”, sin ofrecer ninguna alternativa ni mostrar la más mínima empatía en un contexto tan excepcional.
Me vi obligado a salir de nuevo a la tormenta con mi perro y mi cena a medio comer, sin ningún tipo de protección ni toldo abierto. Minutos después, expulsaron también a mi madre, que llevaba en brazos un perro de apenas 6 kilos. La escena fue tan surrealista como dolorosa: personas mayores, mojándose bajo la lluvia con rayos y viento, mientras desde dentro del bar nadie tuvo el más mínimo gesto de humanidad. No se pidió comer con los perros dentro, solo un mínimo de sentido común dadas las circunstancias.
En resumen: un servicio caótico, una atención nula, una empatía inexistente y una gestión lamentable. Todos podemos cometer errores, pero lo que no se puede perdonar es la falta de humanidad. Espero sinceramente que esta reseña ayude a que el equipo del bar reflexione sobre cómo tratar a...
Read moreHemos estado en dos ocasiones: una en el restaurante y otra en la cervecería.
En el restaurante, más o menos correcto. Tardaron bastante en traer los platos, se les veía un poco desorganizados e incluso me tuve que acercar hasta la barra en una ocasión a pedir algo porque no venían a la mesa. La txuleta "premium" era bastante normalita, por lo que a 59€/kilo creo que es muy cara. En general, caro para lo que es aunque el sitio, al estar tan nuevo, está muy bien.
En la cervecería, experiencia algo peor. A pesar de haber muchos sitios libres en la terraza, nos dijeron que estaba llena y sólo pudimos comer dentro. En ningún momento se llenó, entre otras cosas porque era tarde ya para comer. Nos trajeron los platos principales antes que los entrantes y todo ello tras bastante tiempo de espera, aunque había poca gente comiendo. Detalles como la ensalada no estaba aliñada y tuvimos que pedir el aliño, faltaba sal en general y tuvimos que estar encima de ellos para que trajeran las cosas en general. Con el postre, más de lo mismo, no lo traían a pesar de estar ya nosotros prácticamente solos en el bar y tuvimos que levantarnos a pedirlo de nuevo y nos lo trajeron con bastante desgana.
Por lo demás, las instalaciones están bien, se agradece mucho el parking que tiene y la carta, al ser la misma que los otros Campus que ya conocemos (y en los que la experiencia es mejor) con pocas sorpresas y acertada.
Tanto en el restaurante como en la cervecería, es cierto que nos ha parecido algo caro en las dos ocasiones, especialmnte teniendo en cuenta los fallos de servicio.
Entendemos que todo esto se debe a que es de reciente apertura y que el personal es nuevo e inexperto. Volveremos más adelante a ver si ha mejorado el servicio, que claramente ahora mismo en su punto débil (y quizá deberian darle una vuelta también a los precios porque es algo que comenta todo el mundo...
Read moreSabeis el dicho de... A la tercera va la vencida pues eso es lo que nos ha pasado hoy, fuimos 2 veces a cenar a este sitio y la verdad que el trato fue genial, la comida esta buena pero hoy era nuestra tercera vez, una mesa de 6 reservamos y llegamos a la hora, pedimos entrantes platos y cuando llegamos al postre empieza el show... Terminamos de comer sobre las 22-22:15 y nos apetecian unos buenos postres, recogimos la mesa a la espera de que el camarero se los lleve todos apilados en mi opinion una labor de comensales de 10. Pero pasan los minutos 22:20,30,45... Haciendo señas al camarero para que retirara los platos y nada... Saboreando los postres en nuestra mente. Cuando nuestra paciencia se agotó nos acercamos a la barra con la pequeña intención de que nos tomaran la nota de los postres y bum! Que a las 22:30 habiam cerrado la cocina sin terminar nuestro servicio sin avisarnos de que iban a cerrar la cocina antes de tiempo(dicen que cierran a las 23) indignados en la barra hablamos con el encargado del momento y con una actitud chulesca, totalmente fuera de lugar nos dice que no nos van a ofrecer nada de postre que la cocina cerro, nosotros anonadados y muy enfadados hemos abandonado el lugar, es una pena ya que es un sitio que hasta ahora me habia brimdado un servicio muy bueno y que pensaba ir mas a comer alli, me lo pensare muy mucho a partir de ahora. Tened cuidado por que por lo visto en este sitio no se respetan los horarios y se atienden las...
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