El Palau de la Música de Valencia es un auditorio de la ciudad de Valencia situado en el antiguo cauce del río Turia. Inaugurado en 1987, contiene varias salas para audiciones musicales, congresos, exposiciones, espectáculos y proyecciones de cine, entre otras actividades. Su arquitecto es José María García de Paredes. En 2003 se inauguró la ampliación del edificio, a cargo del arquitecto Eduardo de Miguel. Es la sede de la Orquesta de Valencia y de la Banda Municipal de Valencia. La construcción del auditorio valenciano se impulsó por el Ayuntamiento de Valencia, siendo alcalde Ricard Pérez Casado. Se construyó a través del Plan Nacional de Auditorios aprobado en 1983 por el Ministerio de Cultura y que pretendía dotar con una sala de música a cada una de las 17 comunidades autónomas. Primero se proyectaron los auditorios de Granada y Madrid, y más tarde el de Valencia, aunque el retraso en las obras hizo que el de la capital se inaugurara posteriormente. El convenio entre el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Valencia se firmó el 7 de abril de 1984:
“El Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de València formalizaron ayer la firma del convenio por el que se obligan a iniciar las obras del futuro Palau de la Música de València antes del 15 de septiembre de 1984 con un proyecto de ejecución redactado con anterioridad al 15 de julio y bajo la entera financiación del Ministerio de Cultura, al haber incluido éste a la ciudad de Valencia en el plan de infraestructura musical” .[2]
El Ministerio aportó una cantidad de 137 millones de pesetas para la ejecución de las obras durante ese año, cantidad que se ampliaría a un total de 500 millones. Por su parte, la corporación municipal se comprometía a aportar los terrenos necesarios, a contratar al arquitecto, cuyo nombramiento recayó en José María García de Paredes, autor de los auditorios de Granada y Madrid y, posteriormente, de los de Cuenca y Murcia, la supervisión técnica del proyecto y los recursos necesarios para las instalaciones complementarias y de mobiliario.
“En la época en la que se construye los auditorios de Granada, Madrid y Valencia, García de Paredes era sin duda el arquitecto que mejor controlaba el tema de la acústica. Era un hombre muy culto, con amplios conocimientos musicales y había viajado mucho. Conocía las mejores salas de conciertos de Europa y se había dedicado a estudiar en profundidad el sonido de cada una de ellas para sacar sus propias conclusiones. En este tema, como en otros muchos, es importante seguir la tradición porque en temas acústicos hay una serie de normas que siempre hay que tener en cuenta. Paralelo a los auditorios de García de Paredes se hicieron otros proyectos que fracasaron en el plano acústico. Más tarde, otros arquitectos, como Moneo, etc. han vuelto a servirse de las claves acústicas tradicionales[3]”.
La primera medida consistió en elegir el emplazamiento. Alejandro Escribano, director de la oficina del Plan General de Ordenación Urbana, fue quien apostó por situarlo frente a los tramos X-XI del Jardín del Turia. A pesar de su situación privilegiada, muy cerca del centro histórico y con una buena conexión con las entradas norte y sur a Valencia, la zona elegida no era más que un descampado, conocido como “la Azufrera”, en un área industrial muy degradada y rodeado de casuchas medio derruidas que ya nadie habitaba. El plan urbanístico del Ayuntamiento consistió en recuperar la zona mediante la prolongación de la Alameda hasta el Puente del Ángel Custodio, adjudicar los tramos X y XI de los jardines del Turia al arquitecto Ricardo Bofill –quien lo ejecuta en 1986-, y poner en marcha la gestión del suelo de forma que se consiguieran beneficios...
Read moreImagine flying into Valencia for Mahler's 9th, only to enjoy the first movement before some senile philistine on the row behind you starts slurping on a Werner's Original for the rest of the symphony. Not only does the staff not confiscate hard candy and their plastic wrappings on entry, they hand these demented swine a pamphlet so their greasy fingers can start rubbing against paper when they get bored halfway through the sitting. I don't even understand why this venue has security patrolling the building if they aren't stopping the criminals that frequent this place to gargle their slobbering throats, because I had much rather preferred being mercy killed by actual terrorists tonight. The first movement brought me to tears, though, and the staff are friendly...
Read moreI’ve been here a couple of times only; once to a kids festival and once to see an orchestra performing soundtracks to famous films.
The venue is nice and well looked after. The kids had a lot of fun and the acts were great. The seats are quite comfortable and the prices aren’t bad.
When I went alone, I left at the intermission as the sound reverberating off the wall next to where I was sitting gave me a headache. In my experience, which is only two gigs here, I think the sound is poor for a venue of this size; both in terms of the equipment (or lack of) and the quality of the desk.
I honestly have no idea how so many people could comment on the place having good sound; not my experience at all. Maybe I was...
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