Mandala Bungalows — Hotel in Barbate

Mi pareja quiso hacerme el regalo de cumpleaños,reservando dos noches en los Bungalows Mandala con toda la ilusión del mundo,haciendo un esfuerzo económico ya que los dos días de estancia ascendía a prácticamente 400 euros,si se les suma los 14 euros de parking,ya que no dispone de aparcamiento para sus clientes. Cuando llegamos a Los Caños de Meca sobre las 20 horas del día 23 de julio de 2020 resulta que allí no había nadie para recibirnos,únicamente un número de ☎ para contactar con los propietarios.Cuando llamo para decir que habíamos llegado al alojamiento después de 14 horas conduciendo desde Barcelona,me responde que nos vayamos a tomar algo,a lo que respondí que estábamos muy cansados del viaje y que no íbamos a tomar nada,que nos quedábamos esperando con las maletas en la puerta bajo un sol de justicia a pesar de la hora,me dice la propietaria que bien,que vale,que en 10 minutos llegaban para abrirnos y hacer el check in,estuvimos más de media hora hasta que llegaron con cierta altanería,por no decir directamente chulería y prepotencia diciendo que no le había dicho a que hora llegábamos allá,imposible saberlo con exactitud.El horario de llegada es de 15 a 22 horas,llegamos sobre las 19.30 horas.No hubo ni un lo siento o perdona por haber tardado tanto. Cuando nos enseñó la habitación,un zulo recalentado de unos 10 metros cuadrados,sin aire acondicionado,sin una triste pastilla de jabón,la nevera apagada,el w.c sucio,la cama con la sábana de ajuste y una colcha de tonalidades marrones sin sábana de arriba,las toallas del baño amarillentas y la temperatura en el interior insoportable. La terraza del bungalow estaba fuera de la habitación,tenías que salir a una zona comunitaria y subir unas incómodas escaleras de caracol. Cuando mi pareja vió todo aquello creía que se habían equivocado de bungalow,ya que hemos ido a decenas de alojamientos,pero era la primera vez que nos gastábamos tal cantidad de dinero por pernoctar en un o una hotel,casa rural,fonda,posada,hostal,etcétera,así que mi pareja pensó en que sería una maravillosa habitación con terraza y privacidad ya que el desembolso lo prometía,pero nada más lejos de la patética realidad. El cabreo y los lloros empezaron a aflorar,mi pareja se quería marchar a pesar del cansancio del largo viaje,pero nos quedamos esa primera noche,que por cierto, ya se habían encargado de cobrar de la Visa antes de vernos las caras. Es inadmisible que un alojamiento que pretende cobrar 200 euros por noche no tenga ni un triste aire acondicionado de los años ochenta,únicamente un triste ventilador ruidoso e ineficiente,como todo en general. También he de decir que nos invitaron a un benjamín caliente y una botella de agua fresca.Hay que decirlo todo. Me hubiera gustado poder escribir una reseña en Booking,pero me ha sido imposible ya que se han encargado de eliminar la reserva diciendo que no nos hemos presentado,completamente falso,tan falsa como Paula,la propietaria,que me ha colgado el teléfono con la escusa de que estaba conduciendo,aunque por si acaso contesto no vaya a ser que me vuelvan a pagar casi 400 euros por un día y medio de estancia. Vergonzosa la actitud,rozando lo delictivo ya que su publicidad es más que engañosa y confusa. Espero que pueda servirles a otros viajeros para que no caigan en la casi estafa de...

Jamás había sido estafado de la misma manera que lo hicieron en Bungalow Mandala. Es la porquería más grande que he tenido la "oportunidad" de conocer,ya daré más detalles sobre éste antro que dirige una persona altiva y prepotente como hace años que no me ocurría el toparme con semejantes especímenes. Lo peor de todo es que encima pretenden cobrar 200 euros por el zulo de las fotos sin aire acondicionado,simplemente con un triste e inútil ventilador para remover el aire caliente haciendo prácticamente imposible conciliar el sueño por las altísimas temperaturas que se llegan a alcanzan en la habitación,dejando de lado el peñazo de Gibraltar del ruido de dicho ventilador en el cabezal de la cama.Ideal para relajarse. Os recomiendo que ni se os ocurra caer en la trampa de pagar por semejante zulo 200 euros y luego aparte 14 euros más de parking,ya que tampoco disponen de aparcamiento como la inmensa mayoría de los alojamientos que cuestan una tercera parte o la mitad de lo que te cobran en este lugar. Nunca he tenido ninguna mala experiencia en ningún sitio,excepto con éstos jetas que pretenden cobrar 1000 euros diarios por los 5 bungalows(habitaciones sin aire acondicionado delante del continente africano. Únicamente uno de los cinco bungalows dispone de un aparato de aire acondicionado,porque según los propietarios,es imposible pernoctar allí sin tener aire acondicionado,el resto de los bungalows tienen un ventilador y más vale llevar el abanico para no tener un golpe de calor en el interior.. La tomadura de pelo más grande que he visto nunca en un alojamiento turístico. No se lo recomiendo a nadie ir a este hotel de 3 estrellas,aunque no entiendo muy bien quién otorga las estrellas en éste caso. Yo de vosotros no iría ni siquiera en el hipotético caso de que no quedara nada más en Los Caños,cualquier otro alojamiento os saldrá más rentable en todos los sentidos. El trato nunca pudo ser más denigrante, además de no tener la educación adecuada para el uso de la mascarilla escudándose diciendo que no hay ningún problema con el coronavirus en los Caños de Meca,sin tener ni idea de que cualquier persona puede ser portador del Covid 19. No es un lugar...

Estuvimos cuatro noches en Mandala Bungalows y sólo podemos hablar maravillas tanto del alojamiento, como de Caños de Meca. Nos alojamos en la suite con terraza, el bungalow tiene el tamaño perfecto para una pareja, con todo lo necesario. Es muy bonito y acogedor, muy limpio y bien cuidado. También ofrece comodidades como TV con netflix, aire acondicionado, neverita..

Desde la terraza se ve el mar, es espectacular para ver el atardecer o tomarse unas copas relajado por la noche.

Sin duda lo que más nos gustó, fue la ubicación, cruzando la calle tienes las escaleras para bajar a la playa. Nos gustó que no es una parte de la playa concurrida, no es la típica familiar donde tienes que competir por poner la sombrilla. Si no que es una parte muy tranquila con algunas cuevas, arena.. Es cierto que tiene un acceso un poco difícil (la escalera para llegar a la arena no llega hasta el final, y hay que dar un pequeño salto y subir ''escalando''), no es problema para personas jóvenes o en forma, pero gente mayor o con algún problema de movilidad podrían tener problemas para bajar, y sobre todo subir. Pero merece la pena mucho.

También esta ubicado cerca de, en nuestra opinión, los mejores restaurantes del pueblo. Labreña y La Pequeña Lulú.

Y por último y no menos importante, la atención de Paula ha sido inmejorable. Muy amable y atenta, nos recomendó lugares donde ir, donde comer.. Todo perfecto.

Sin duda, volveremos en algún momento tanto por el lugar, como por el alojamiento.

Muchas gracias por hacer que nuestras vacaciones fuesen tan...