Smash Hiro | Hamburguesas Andorra — Restaurant in Andorra la Vella

Disappointing Experience at Smash Hiro Andorra

We visited Smash Hiro Andorra with high expectations, especially given the long queue outside, which suggested a popular and well-regarded spot. Unfortunately, our experience fell far short of what we had hoped for.

Our group of five included a pregnant woman and a 9-month-old baby. The staff at the counter were welcoming and professional, which gave us a good first impression. However, because the restaurant was so busy, we were seated downstairs—a challenge in itself, as we had to carry a baby pram down the stairs.

The table we were given was poorly placed, positioned between the storage room sliding door and the bathroom sliding door. This became a major issue, as whenever either door opened, we risked being hit. Most of the staff were accommodating, but one particular male employee—a robust Latin man—was extremely rude. He insisted we move so he could access the storage room, despite the fact that there was nowhere for us to go. When he later opened the bathroom door, he did so forcefully, hitting me (while pregnant) without any apology or concern.

To make matters worse, even though the restaurant officially closed at 16:00, we were seated at 15:30 without any warning that we would be rushed. Yet, while we were still eating, the staff began aggressively cleaning around us, dragging rubbish bins through the dining area and making it clear that they wanted us to leave. This was not only uncomfortable but also unhygienic.

As for the food, it was underwhelming—not bad, but certainly not worth the hassle we endured. The lack of customer care, especially from the man who shoved doors into us, was unacceptable. Someone with such disregard for customers should not be in a customer-facing role.

Overall, it was an awful experience, and we will not...

Desde que me dedico por pasión a compartir, mis reviews de lugares, siempre tomo en cuenta mi experiencia como dueña de un café (hace unos años) y como usuaria. No elevo mis opiniones a nada que no sea casual, profesional o armónico en sentimientos. Pero nunca me había tratado tan mal en dos ocasiones en el mismo lugar. Y por eso sé que el impacto negativo de la evaluación podrá ser tomada en cuenta por el equipo de management de hospitalidad y por los dueños. El sábado pasado yo y mis 5 amigos viajamos a Andorra por un día. Un paseo que terminó con la sorpresa visita de una pareja de amigos que vive en Andorra y que lograron pillarnos por unos minutos (20 para ser exactos) mientras pedíamos nuestras hamburguesas (5 en total) y esperábamos la cuenta. La camarera que nos atendió (cabello largo castaño) desde un principio con un tono “no” agradable nos preguntó si éramos 5. Bajamos las escaleras, nos ubicó en una mesa de 4 y nos colocó la silla de la punta para el quinto puesto. De sorpresa inesperada la pareja de amigos llegó a saludarnos quienes ya habían avisado que se tomarían algo rápido y se irían. Pues la camarera bajó, nos riñó con tono muy disgustada “eran 5 ahora son 7”. Pues si, pues la señorita no conforme con gritarnos observó que nos quedamos sorprendidos porque TODA la zona donde estábamos estaba despejada: eran la 1:30pm y éramos los ÚNICOS en la sala. Pues no pasa nada, los amigos para compartir esos 20’minutos (o menos) que duraron las hamburguesas en salir, compraron sus bebidas y justo cuando llegaron las hamburguesas la camarera enfadada volvió a reñirnos, estaba el lugar solo y jamás me había sentido tan maltratada y humillada por 2 asientos más. Mis amigos incómodos se habían planteado cambiar sus planes y quedarse a comer, pero como la camarera nos trató tan mal se fueron. Pues allí no acaba la historia. La camarera al rato cuando NO habíamos terminado de comer volvió a gritarnos que necesitaba la mesa. Así que yo con la hamburguesa en la boca me hizo el gesto y me tuve que levantar y moverme porque la señora ni con buen tono, ni amablemente me permitió terminar mi bocado. ¿ qué pasó? Que la mesa donde situó a la nueva pareja entrante quedó vacía a los 2 minutos porque se habían marchado otro grupo recien entró en la sala. Es decir que en fracciones de 5 minutos se movilizó un montón de gente, me hizo levantarme para nada, y la mesa quedó vacía.

Una persona que no tiene el don del servicio no puede operar ni trabajar en un lugar de restauración, ni mucho menos en un lugar tan turístico como Andorra. Realmente deseo que se le recuerde a la empleada que parte de su trabajo es mantener las normas de ocupación de mesas: pero todo recae en el modo, en el tono de voz y qué y cómo lo dices. Totalmente desilusionada. Ni mis amigos, ni los que viven en Andorra volveremos aquí. No vale la pena la hamburguesa por ese este...

Delicious burger, which came in a very delicate box that, when opened, it seemed like a flower blooming.

But unfortunately, the service experience I had was by far one of the worst I've ever had. I don't know if it was because the place was too crowded in the evening, but people were leaning on my table while waiting for their burgers to come out; they forgot my order and I had to go there and remind them about it (and my table was at the front of their corner, so they could have noticed it beforehand); and last but not least, like 3 minutes after I started eating my burger, when my fries were still on the tray, an employee came to my table, said "I'm gonna need this tray, sorry", then pulled it out with him, letting my fries fall on the table and not even looking back.

The food is great, but their service is really, really bad (at least when they are in high demand). I won't come back...