Burger King — Restaurant in Autonomous City of Buenos Aires

“El Éxtasis de los Sabores: Una Odisea en Burger King” El Encuentro Divino En un día soleado, cuando los astros se alinearon y las aves entonaban sus cánticos, me aventuré al santuario de Burger King. Allí, ante mí, se erigían majestuosos el Stacker y el Big King, como titanes en un campo de batalla de salsas y carnes flameadas. Sus panes dorados, como hojas de pergamino, prometían secretos ancestrales. Mi corazón palpitó con la intensidad de mil freidoras.

La Danza de las Ofertas La app de Burger King, ese oráculo digital, me guió hacia la gloria. Sus ofertas, como gemas resplandecientes, me susurraron al oído: “¡Oh, mortal hambriento, aquí hallarás descuentos que harán temblar tus papilas gustativas!”. Y así, con un código promocional en mano, me adentré en el abismo de la satisfacción.

Sonrisas que Iluminan el Camino Los empleados, embajadores de la felicidad frita, me recibieron con sonrisas que rivalizaban con el sol del mediodía. Sus ojos brillaban como las luces de neón que adornaban el local. “¿Qué deseo, noble viajero?”, preguntaron. “Stacker o Big King, ¿cuál será tu elección?”. Mi voz tembló, pero mi decisión fue firme: “Ambos, buenos señores, ambos”. Y así, con la bendición de los dioses de la parrilla, mi pedido fue tomado.

El Festín de los Sentidos El Stacker, con sus capas de queso fundido y bacon crujiente, se deshizo en mi boca como un poema de amor. El Big King, con su salsa secreta y sus lechugas frescas, me transportó a un reino donde los problemas se disolvían en kétchup. Cada mordisco era un éxtasis, un vals de sabores que danzaban en mi paladar. Y el refresco, burbujeante y frío, era la sinfonía que acompañaba esta epifanía culinaria.

El Regreso a la Realidad Al salir del local, con el estómago lleno y el corazón contento, miré atrás una última vez. Los empleados me despidieron con reverencia, como si yo fuera un caballero medieval que había conquistado el Santo Grial de las hamburguesas. Y así, con una sonrisa en los labios y una promesa de volver, me alejé, sabiendo que mi vida había cambiado para siempre gracias a Burger King.

¡Que los dioses de las papas fritas te acompañen en tus futuras hazañas gastronómicas, querido...

Suelo ir todas las semanas. Constantemente se nota un nivel de desorganización comparado con McDonalds. Tienen un sistema con una pantalla que dice el estado de los pedidos pero está de decoración, nunca pasa nada a la columna de listo, no aparecen todos los pedidos, muchas veces aparece NULL (aprendan a programar en Javascript). En cuanto tienen un poco de demanda el caos se incrementa mucho. Lo peor es cuando sacan una promoción del 50% off por la App. Ahí estalla todo. Ya me pasó una vez que tuve casi 1 hora de demora. Te hacían validar un pedido ya pago anunciándote y luego se veía el caos de comandas de un lado para el otro y básicamente el que se quejaba más fuerte recibía su pedido antes. Hoy fue el colmo, 1 hora y 40 minutos en lo que se llama a una cadena de comidas "rápidas". Seguían tomando pedidos en persona sin avisar de la demora. El desorden era inmenso para armar los pedidos, no salían pedidos. De hecho la gente destinada a Delivery contaba con 2 personas mucho más ordenadas armando pedidos. El gerente no sabía ni en que planeta estaba. Hace años que ignoran el sistema digital que les pusieron y nadie se esfuerza en hacer que lo cumplan o en buscarle la vuelta. Si desde afuera se nota como el caos aumenta exponencialmente, desde la visión interna de negocio debería ser mucho más evidente y deberían proponer mejores maneras de cumplimentar pedidos y satisfacer al cliente. No vayan cuando hay ofertas del 50% off por la App. Esperen que la comida este tibia porque se queda la hamburguesa tomando una siesta hasta que la ponen...

Un desastre! Una verdadera decepción!!! Mi fui al médico y mi esposo y mis hijas se quedaron esperándome en el local mientras merendaban algo. Cuando salgo, voy a directamente al local a encontrarme con ellos. Cuando ingreso, voy directamente a dónde están las chicas atendiendo y le pregunto a una de ellas, llamada Yamila, si podía subir xq están cerradas las escaleras. Me miró, no me contestó y siguió haciendo lo que haciendo sus cosas. Espere un rato y como no me decía nada, asumí que me hacía dicho que si, xq arriba había gente. Cuando voy subiendo por el descanso, escucho que alguien me grita desubicada. Me doy vuelta y me estaba gritando a mi. Me pregunte que le pasaba xq me decía así y me volvió a gritar diciéndome que era una desubicada por subir sin su autorización. Yo le trate de explicar que si yo tenía malas intenciones, no hubiese ido a la caja a preguntar si podía subir o no. Y que más allá de todo yo tenía a mi familia esperandome arriba del local. Ahí y todo me volvió a gritar frente a toda la gente que era una desubicada. Tuve que llamar al gerente llamado Julián para decirle lo que estaba haciendo la empleada y si bien él me pidió disculpas, la empleada no quiso hacerlo! La verdad es que ir así es para ir a pasar un mal momento xq nadie se hace cargo de las barbaridades que hacen los empleados! El mal momento que pase en esa sucursal jamás la pasé en ningún otro lado. Espero puedan dar una solución a...