Fuimos el sábado 9/09 a la noche, tipo 22hs, no había mucha gente, preguntamos si había lugar adentro estaba lleno, por lo cual nos sentamos afuera, menciono esto para aclarar que ya sabían que estábamos afuera y éramos los únicos. Nos traen la carta, pero desde que nos traen la carta hasta que nos tomaron el pedido pasaron más de 40 minutos, de hecho, después que nosotros se sentaron en la mesa de al lado dos personas, quienes tuvieron que ir a buscar la carta a la barra y hacer el pedido en la misma, ya que la situación fue identica. Nos toman el pedido, una vez que pasó esto la comida vino muy rápido hay que reconocer eso. La calidad de la comida es muy buena, no la calificaría de excelente, pero es muy buena, por ejemplo hay un plato que son huevos rotos con mollejas crocantes, y las mollejas no tenían nada de crocantes, al contrario, muy chiclosas. Los tragos muy bien, buena calidad de bebidas y cargados, nada de Mezquinar con el Vermouth y el Gin. El precio creo que es acorde a la calidad de la comida y el tamaño de las porciones, quizás podrían ser un poquito más cargadas, pero no están mal, algo que me gustaria mencionar, eramos 3, pedimos 4 raciones y nos trajeron 2 pancitos, o sea, medio pancito por plato, bastante mezquinos ahí. La atención muy cordial, pero lenta. No me gustó mucho el ambiente, porque en base a los valores que manejan, tuvimos que cambiar 3 veces la silla porque tenían el apoyabrazos salidos, 3 sillas distintas, vamos chicos, es poner un Tornillito para que quede firme, eso es falta de atención. Y por último, de repente nos traen la cuenta, no me fijé la hora, pero deberían ser alrededor de las 00:30 porque nos dijeron que ya cerraban, y nos quedamos con ganas de comer postre, si están por cerrar podrían haberse acercado a preguntar si queríamos algo más, como postre por ejemplo, que queríamos.
La verdad que muchas cosas para mejorar, sobre todo porque apuntan a ser un lugar de Brindar una experiencia distinta, muchas desatenciones.
Vivo a la vuelta,antes de la pandemia veníamos seguido pero en un momento dejamos de hacerlo porque la experiencia empezó a no ser tan buenas, anoche le dimos otra oportunidad y recordamos porque habíamos dejado de venir, definitivamente ahora no vamos a volver y Tampoco lo recomendaria, hay mejores lugares para tapear, que brindan experiencia más agradable y más respeto por el cliente, no puedo superar tener que habernos ido sin postre, por ejemplo, ni la demora para tomar un pedido, tal vez si no hubiesen tardado casi 45 Minutos en tomar la orden, hubiesemos tenido una cena completa. Lamentable...
Read moreVermut y tapas - Se nos estaba haciendo tarde y girábamos por Villa Crespo cuando pasamos por un local de rejas blancas que se explotaba de gente y se veía interesante. Decidimos entrar. Era “La esperanza de los Ascurra”, una casa de tapas que ofrece ricos vermut y te hace sentir que estás en un club de barrio. Probamos una tortilla de papas que estaba en el punto justo, apenas babe, tibia, ideal para acompañar el vermut. Seguimos por unas albondigas con muzzarella, una provo hermosa (con panceta) y unos chorizos estrellados (con huevo frito). Bomba. Y como quedaba un pequeño lugar a la izquierda del ombligo le sumamos una tibia de chocolate. Una especie de volcán fusionado con un muffin sobre una tableta de helado bañada en chocolate. Estaba rica. Se come muy bien, la atención es buena, el espacio es alto y quizás eso lo haga un tanto ruidoso, pero es muy cómodo. 🤑 El valor de todo lo mencionado con dos vermut y un agua 1300 + propina.
Dato: Dardo Ascurra fue la última esperanza que hubo en su familia para darle continuidad a su apellido. Pero no pudo cumplir con las expectativas. Tuvo 4 hijas mujeres. Entonces, uno de sus nietos decidió darle vida en un bar que sea la última esperanza de traspasar las generaciones con su...
Read moreFuimos ayer, éramos 5. Pedimos croquetas de jamón, provoleta, papas bravas, rabas, buñuelos de acelga y una tortilla. Cuando vino la provoleta pareció un chiste, el queso no se encontraba entre la cebolla y el morrón. No era ni para una persona, la provoleta mas diminuta que vimos y ni siquiera parecía queso de provoleta, sino un queso común corriente. Las croquetas de jamón vinieron congeladas adentro. Encima que las tenían congeladas, ni se tomaron el trabajo de descongelarlas. Vinieron freídas por fuera y el centro totalmente helado. No se como no les da vergüenza servir algo así. La tortilla siendo un lugar estilo español debería como mínimo venir con chorizo colorado, pero no. Y aparte de ser una tortilla común y corriente... también vino fría. Las papas bravas normales, al igual que los buñuelos. Lo único dentro de todo bueno fueron las rabas. En cuanto a las bebidas no tenían variedad, ni coca light, ni sprite, ni nada. Solo coca común, por lo que no nos quedo otra que tomar agua y la única cerveza que tenían en stock en ese momento. La atención normal, la chica muy amable pero se notaba que estaba a las corridas. El lugar estilo bodegón antiguo pero medio descuidado. No volvería jamás y tampoco lo recomiendo. Una...
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