Muy bien decorado con varios cuadros colgados y algunas botellas de vino contra la pared. También se puede comprar la pasta ahí mismo para cocinar cada uno en su casa. Ahora bien, nuestra visita. Va a ser una reseña larga, pero creo que vale la pena. Fui dos veces: una en el 2018 y la otra hace muy pocos días. La primera vez, la experiencia fue fabulosa; la segunda, nos llevamos una desilusión. Voy con mi sensación del 2018: fuimos a almorzar un sábado al mediodía. Reservamos una mesa para tres personas. Llegamos y la mesa nos estaba esperando. El menú ya estaba ahí. De inmediato, el mozo nos trajo la panera, con un platito de berenjenas y unos bocaditos rebozados: muy rico! Miramos el menú y elegimos: entrada: burrata con un piso de rúcula. Impedirble, abundante y deliciosa. principales, fueron tres: dos platos de ñoquis (fue un 29) y un risotto "fruti di mare".
Debo decir que la cantidad de cada plato elegido es excelente para comensales de buen comer! Me encantó haber encontrado un lugar así. Un plato de ñoquis fue pedido son salsa mixta y el otro con cuatro quesos -el queso vino gratinado, excelente!-. Por su parte, el risotto se encontraba acompañado con una gran variedad de "fruti di mare": pulpo, calamar, entre otros. Recomiendo enérgicamente esta última opción! En todo salón atendía un solo mozo. Expeditivo, amable y con la distancia justa. No pedimos postre porque la cantidad de comida de los platos principales, quedamos más que satisfechos! Eso si, pedimos dos cortados y una lágrima. Muy buena calidad.
Versión 2019: llegamos de la misma manera que nuestra visita anterior: reservamos -esta vez- una mesa para dos personas un domingo al mediodía. Arribamos a la hora pactada (13.30) y nos ubicaron. Tardaros unos minutos en tomarnos el pedido. Entrada: volvimos a pedir burrata con albaca. Aproximadamente diez minutos después, llegó el plato. La dividimos en dos: mitad para cada uno. Estaba congelada por dentro. Sí, repito: congelada. Se lo hicimos saber al camarero que nos estaba atendiendo, pidió disculpas y nos preguntó si queríamos ordenar alguna otra entrada o esperar los platos principales (risotto de pollo y hongos y pappardelle con salsa arrabbiata).Nos decimos por esta última opción. El humor de ambos cambió pero decidimos darle otra oportunidad con los platos principales. Hubo una remontada con los pappardelle que estuvieron exquisitos, pero no tanto el risotto. Un poco seco e insulso. Sin duda alguna, el risotto con fruti di mare lo supera ampliamente. Estuve en duda al momento valorar nuevamente a este lugar: me decidí por las tres ellas. Ponderé muy positivamente el plato que elegí en esta oportunidad pero creo que una entrada que llegó congelada a la mesa es suficiente para sacarle dos estrellas de cinco. Por supuesto que la burrata no la cobraron en la cuenta final. Para terminar nuestro almuerzo, nos ofrecieron dos medidas de limoncello. Nada más...
Read more50% of the pork was fat and bones! Food – 1 We had the $800 menú ejecutivo – pork and sweet potatoes as a main dish. The beverage included a soft drink or water at no additional charge, wine $50 extra, as well as a coffee. 50% of the pork was fat and bones! The sweet potatoes were scarce. Ambiance – 2 We sat outside. It was noisy from bypassing traffic. Service – 2 The waitress mentioned the options: pork or pasta, and said that both were good. The service was friendly but average. Value – 2...
Read moreEl restaurante tiene buen acceso. Sin embargo, hay cosas que me parece debe mejorar. Primero que todo la atención, el mesonero que nos atendió no sabía diferenciar entre intentar caer bien y faltar al respeto, estuvimos a punto de irnos pero por un tema de tiempo necesitábamos almorzar para poder continuar otros trámites así que decidimos quedarnos y probar el restaurante y la verdad que si por la primera impresión nos dejamos llevar ya no regresamos más nunca al sitio. No hay vocación de servicio, no te orientan en cuanto al menú, la mayoría de los platos están escritos en italiano, algunos tienen algunas indicaciones pero las salsas no mucho, así que se puede escoger siempre y cuando tengas idea de a lo que vas, nada de probar cosas nuevas porque el mesonero (al menos este) no te dará orientación alguna. Pan duro sobre la mesa. Se pidió una Carbonara pero llegó una Alfredo; al menos tenía muy buen sabor. Los precios no me parece que se corresponden con la comida ni la sensación de bienestar al estar en ese restaurante. Por lo que al menos de mi parte, ni lo recomiendo ni lo vuelvo a...
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