Spiga Bar & Restaurant — Restaurant in Autonomous City of Buenos Aires

Nos sentamos en las mesas que están afuera y como estaban cortos de staff, conseguir que el mozo viniera era siempre una proeza. Nos pedimos el "High Tea", un menú para compartir que viene con una selección de platos para merendar. El mozo estaba tan desbordado que nos advirtió que estaba con demoras y ni nos preguntó que infusión queríamos ni nos dejó elegir la torta. De pedo nos trajo los café con leche que hubiéramos elegido, pero estaban los dos muy aguados y los tomamos de mala gana. Los tostados, la mitad estaban fríos y la otra mitad ni siquiera fueron tostados. Tampoco nos trajeron las tostadas que venían incluidas. Tuvimos que reclamar lo que faltaba y pedir que nos calienten lo que estaba frío. Pero ya para ese momento hace una hora que esperábamos y solo nos queríamos ir. Una falta de respeto que te sirvan todo así nomás solo porque tienen poco staff. Si hay que tardar más tiempo es completamente entendible pero no bajar la calidad de la comida para sacarte al cliente de encima. No...

Mediodía en el día de la madre. Si bien he concurrido en otras oportunidades y no ha sido asi, el día de la madre fue un verdadero caos. La comida a destiempo Tanto para la espera como para la falta de coordinación para que los platos, en una mesa de cuatro, llegarán medianamente al mismo tiempo. La cómida era rica pero tal detalle ensombrecio el almuerzo. También otros comensales se quejaban de la falta de organización. El detalle de los platos en la carta en cuanto a los ingredientes es malo, por ejemplo una lasagna que tenia carne no lo enunciababa de modo que un vegetariana si la elegía se encontraba con una sorpresa. O se detallan todos los componentes o ninguno. La atención del mozo era buena y el ambiente tambien pero estaban...

Fui fanática del lugar hasta hoy. Siempre que se desbordan paga la gente que decidió confiar en ellos un momento agradable con precios que estan bastante arriba. Una merluza grillé sin sabor, purés y papas al natural frías y totalmente insulsas, un medallón de lomo de $ 30.000 convertido en un trozo de carbón seco y duro. Se esmeraron en arruinar mi plato y el de mis acompañantes. Para terminar, flanes con crema de sabor “raro”, En mi caso compartí unos panqueques de dulce de leche y una lágrima…no se por qué los trajeron rellenos de la misma crema rara de los flanes, fríos, sin un poquito de dedicación. No vuelvo más. Mi noche terminó descompuesta y con vómitos y luego me enteré que le sucedió algo parecido a otro de los que...