In one word Awesome! We heard about this place from a local. Its off the tourist tail for now. We were told the location was a dry cleaners for years, then their son spent 10 years abroad studying cooking and came back and they turned the location into a traditional japanese restaurant. Its small, an L shaped counter encloses the open kitchen on 2 sides, seating maybe at a push 13 total. They have 2 sittings 8 and 10:15 pm. The place is beautifully decorated, the light fittings are an homage to the locations former purpose as they are made out of old hangars, there are other hangers above your heads and the desk by the door is an old trouser press.
We don't speak much spanish, the chef speaks some English and was so helpful and accommodating. He helped us pick our dishes, and stopped us from ordering too much.
We had the starter of octopus, squid and cuttlefish it was great, perfectly cooked and tasty. Next we had the tempura, the prawns were so fresh, salmon so delicate and tender and the vegetables were great. We then finished with the cod with miso paste, rice and cabbage - amazing!
As well as being great food and excellent warm service its very reasonably priced.
If I was living here I would be a regular...
Read moreMe quedo corta con las palabras. Excelente, emocionante, impecable, único. Conseguimos turno después de año y medio en lista de espera. La experiencia es única, omakase, el sushiman prepara los platos, sirve y explica los ingredientes o la intención de las combinaciones de sabores. Una ensalada de entrada, variedades de niguiris y sashimis con lisa, calamar, truchas salmonada y seguro me olvido un par. Roll de tempura de langostinos. Una sopa con los cortes de pescado que iban sobrando. Los cortes de pescado son grandes. En el único lugar que comí de tamaño similar (que no sea feta de fiambre de tan finito) fue en Hirose.
El "principal" porque fue el más "abundante " o de mayor tamaño, era una porción de sardina asada a las brasas con ensalada de Repollo. Una delicia. Cremosa estaba la carne del pescado.
Casi al final un rol de tartar de truchas salmonada con alga ahumada sobre las brasas. Una delicia... lo prepara y te lo entrega en la mano justo en el momento para que lo muerdas y sientas la crocancia del alga... El segundo bocado ya es distinto porque el alga se humedeció con el arroz y el tartar. Roza el arte.
Antes del último paso, el sushiman anuncia que ya está por terminar la comida (pasaron unos 13 pasos y 1 y media hora de comida) y podemos repetir el plato que más no haya gustado. Creo que si le pedís repetir 2 platos, te los prepara. Repetí la sardina asada sólo por glotonería porque los platos son muy abundantes y estaba satisfecha.
Todo muy fresco, muy buen sabor. Podes pedir genjibre y wasabi cuanto quieras, y no escatiman con las cantidades. Además, el wasabi es de excelente calidad.
Para beber, están las opciones tradicionales de bebidas sin alcohol y cerveza que hay en todos lados. Podes llevar tu vino y te lo sirven (descorche $1.800). O bien, te ofrecen té verde caliente libre (tomamos unas 4 o 5 teteras). Estaba delicioso.
La atención impecable. Son todos amorosos y se preocupan constantemente de que estés pasando un buen momento y que todo esté a gusto. Otro comensal quería más wasabi y directamente le cambiaron el plato y lo rehizo en el momento.
Más que una cena es una experiencia.
El precio $30.000 por persona, a mi criterio, es normal a bajo, en relación con la agradable experiencia, con la calidad de la comida, y con la abundancia. Podes calcular un equivalente entre 35 a 40 piezas de sushi (pero con la mitad de arroz que usan en otros lados).
Lo recomiendo... si tienen la oportunidad de conseguir turno 😆 Y no veo la...
Read moreTuvimos deliciosas experiencias en este pequeño y más que recomendado restaurante japonés. Supo ser una tintorería muy reconocida en la colectividad por la limpieza y teñido de gamuzas y, años más tarde, es valorada por su gastronomía. La ambientación evoca su pasado tintorero con fotos, la famosa plancha y perchas que cuelgan del techo y forman lámparas.
Enero de 2023: Fuimos a almorzar. El menú del mediodía se cambia dos veces por semana y hoy nos tocó una ensaladita fresca de entrada, de principal un plato de pescados variados empanizados en panko y fritos, con bowl de arroz y toque de vegetales para acompañar y de postre, cheesecake a la japonesa con confitura de ciruelas y crema. Un manjar todo. Reverencias para la chef.
Mayo de 2023: Fuimos a cenar (previa reserva, con 3 meses de anticipación. Dato: a la fecha se toman reservas con 10 meses de anticipación. La demanda es creciente). La cena es por pasos y con menú fijo y los platos que se sirven son a criterio del chef, Fabián Yafuso, que elabora cada bocado a la vista, con una agilidad y precisión asombrosas. Yafuso presenta y explica cada plato que sirve a sus comensales muy dedicadamente. La delicadeza de sabores y texturas es notable: nigiris de pescados varios seleccionados según la oferta del día en el mercado (corvina, lisa, calamar, congrio), caldo con tempura y vegetales, roll de langostinos y anchoa a la brasa, todo preparado en el momento, fresquito fresquito. No tienen carta de vinos, pero permiten llevar el propio (el precio del descorche es casi simbólico). Al final de la velada, como buen anfitrión, el chef habilita a repetir uno de los platos que más haya gustado. Un placer inolvidable.
A tener en cuenta: Se come en la barra que rodea a la cocina, hay sólo 10 lugares en la barra y se llena. Al mediodia abren a las 12 y es conveniente llegar a esa hora para no tener espera. Si la intención es ir de noche, la cosa se pone más seria: conseguir una reserva (aun con varios meses de anticipación) puede ser tedioso, pero con insistencia y un poco de suerte se logra.
Por qué ir: Porque se come divino y abundante, el ambiente es relajado, la atención es amable, todo es delicado y sabe glorioso. Y si eso no basta, por la calidad superlativa de los productos que ofrecen, el precio es excelente. Para...
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