Los Infernales — Restaurant in Municipio de Córdoba

Los Infernales siempre fue una fija: buena comida, precios accesibles, ambiente cálido y tradicional. Por eso lo recomendé para llevar a los tíos favoritos de mi novia cuando vinieron a conocer Córdoba, pero la experiencia resultó agridulce (me refiero a medio mala, no rica como una empanada dulce).

La moza estaba sobrepasada. Tenía que atender un sector que tal vez le quedaba grande. Se la notaba de a ratos algo ofuscada, comprensiblemente aturdida, y no ayudaba que teníamos que literalmente gritarle para que NO nos escuchara por culpa del volumen de la música en vivo (estaba linda, solo demasiado alta); (la música). Cuando por fin logramos ordenar, varios platos no estaban disponibles. Eso deberían avisarlo antes.

—Bueno, está la birra, brindamos? No, falta el vino y la gaseosa. Hm. Creo que se olvido. Esperamos que aparezca. Avisamos. Ok. A esperar que traiga. Ok. Cosas que pasan. Salud—

Mientras tanto, intentábamos charlar sin éxito. Estábamos en la última mesa del pasillo y aun así el volumen era tan alto que era casi imposible hablar. A todo esto, a cada rato venía gente a sentarse a la mesa de al lado (reservada), y se repetía la misma rutina: —Chicos, esa mesa está ocupada. —¿Qué? —Que está reservada. —¿Qué? —Que está reservada! —¡Ah, perdón! —No, todo bien. Un cartel de “Reservado” evitaría eso. Fácil. Como también avisar qué platos no hay, o poner una cinta, puerta o cartel que diga “No pasar”:

El tío de mi esposa, cansado de esperar a que asome la moza, fue a buscar otra cerveza y casi entra a la barra de personal, por la puerta que da al patio. Le dijeron "no podes pasar acá, hermano, andá por allá" de muy mala manera. El tío, calentón, respondió también de mala manera. Yo no apruebo, no justifico, pero entiendo. Y me acordé que una vez me pasó lo mismo. ¿Tan difícil es poner un claro cartel, valla, o cerrar la puerta para evitar esos malos momentos? Porque entiendo que deben estar podridos de que suceda y por eso saltan así :/

Cuando finalmente llegó la comida, la trajeron unos jovencitos que dejaron las vasijas hirviendo sobre unas pizzeras plásticas, sin ningún plan sobre como desplazarlos frente a cada comensal. ¡Y ahí quedaron! Al intentar pasarle el locro a mi novia, que encima estaba sacando una foto, me cague quemando.

Pedimos un poquito más de pan? Dale. Nunca llegó :(

Pedí un cenicero. Me dieron un cuadradito de plástico con agua. “Rústico”, dijeron. Me causó gracia, pero suma al panorama: la moza poniendo la cara mientras los dueños, tal vez, están en un yacuzzi de adobe escuchando a Silvio, mientras el personal precarizado vuela de un lado a otro. ¿Tan caros están los ceniceros chee? ¿O el plan inicial era que tiren al piso total después barren?

El locro estuvo EXCELENTE como siempre. De los ravioles una chica que vino con nosotros se quejo pero tengo mis razones secretas para dudar de su veredicto.

El patio, medio venido abajo. Nos tocó la mesa más al fondo. La ventana a la cocina pide un cariño. Las puertas de los baños no cierran. Podrían poner unas luces, plantas, pareció que hubieran podado y sacado luces calidas... siempre fue lindo ese patio. ¿Cambió la administración?

Conclusión: Lo de siempre: empleados felices (aka bien pagos y no desbordados por hacerlos trabajar por encima de la capacidad humana), mantenimiento básico, carteles simples, volumen razonable, suficiente personal. Con eso ya está. El lugar es hermoso y clasico, la energía es buena y la comida también, solo fue una mala noche y tal vez les sirva para ajustar alguna que otra...

Unfortunately meat was uneven cooked, despite I ordered medium almost half of the meat was not coocked and edible at all, then empanadas was not to Argentinian standard at all, Wine was good enough tho, and atmosphere in Friday evening was So So noisy and busy hardly we could hear each other and after a heavy rain the restaurant was full of water and dripping rain from the roof so owner better to take care of the food atmosphere also the building if they want to get...

PRIMERA EXPERIENCIA HORRIBLE! Cuando llegamos con mi pareja nos sentamos en una mesa a lo que una moza con actitud prepotente y sin decirnos buenas noches nos dice que esa mesa estaba reservada, que al fondo habían más mesas.. así que nos sentamos en el patio, esperamos 20 min para que nos tomen el pedido y la verdad no había mucha gente.. la moza que nos atendió fue la misma que de el tema de las mesas… su actitud era muy mala y soberbia… luego de un rato nos trajo la coca que habíamos pedido así que nos pusimos a tomar y nos dimos cuenta de que no tenía gas así que le pedimos a la moza que nos cambie la gaseosa y se la llevo y luego volvió con la misma diciendo que su jefa le dijo que estaba bien, sólo que estaba caliente así que la dejo devuelta en la mesa y nosotros no estábamos locos.. literalmente estaba fea ya que no tenía gas, luego mi pareja fue a hablar con la encargada y le dijeron que su jefa ya la había visto y literalmente le dijo que no le interesaba así que ya enojados nos fuimos… y solamente le pagamos la mitad de esa coca cuando no teníamos que pagar nada y pedirnos disculpas… la cajera era una rubia de ojos claros que era muy desagradable su forma de tratar al igual que la moza que era una petiza de pelo largo… la verdad nos quedamos con ganas de probar la comida pero por su pésimo trato nos tuvimos que ir…. Hay buenos lugares para comer así que no vallan...