Hoy visitamos La Maison con mi papá y hermano. Ya habíamos ido antes y volvimos porque nos gustaba un montón.

Pedimos 3 tragos de autor que estaban muy ricos, sin embargo; al cocktail Melvin Sour no se le sentía el melón y pedimos que le agregaran más. Solucionado.

Pedimos los platos y llegaron a los 50 minutos después.

Le comentamos al garzón que estábamos a punto de pedir la cuenta por el tiempo de espera… ya que no sabíamos en qué estaban nuestros platos.

Y nos dijo que teníamos que mirar a nuestro alrededor y PRESUMIR (nosotros) que la demora iba a ser de casi una hora. Que era OBVIO que iba a demorar.

“Es cosa de mirar alrededor para saber qué hay demora!!!” nos dijo de una forma burlesca, que cuando nos llegaron los platos comimos incomodísimos, con la guata apretada del mal rato y poco tino del garzón.

Señor, es SU DEBER avisar que la demora va a ser más de la habitual. No tengo porque adivinar que hay demora en cocina… si nadie me avisa, se presume que la espera es la típica, de 20-25 minutos.

Que con gusto, hubiéramos esperado… pero NO puede pretender que el cliente prediga el tiempo de espera.

Luego de eso, no fue capaz de acercarse a la mesa para consultar si queríamos pedir algo más… ni agua, ni bebidas, ni postre… NADA.

Tuve que pararme a pedir la cuenta al administrador que muy amablemente nos la llevó. Ya que, la persona que nos atendía no miró más a nuestra mesa y no pude pedírsela a el mismo.

El administrador nos ofreció sus disculpas por el mal rato pero, lamentablemente no dejamos la propina, ya que consideramos que la atención entregada no lo valía.

Amigos; sus buenos tragos y comida se ven empañados por la mala atención de un garzón y me parece paupérrimo.

Aún así, felicitar al local por su buena cocina, cocktails, baños muy limpios, local acogedor, asimismo al administrador por su amabilidad.