La Olla, cómo describir al que se convirtió en mi sitio favorito de todo Puerto Varas.

Es un restaurante grande, amplio, luminoso, que desde que ingresas te invita a quedarte ya sea por la decoración, el ambiente o la amabilidad de todos quienes trabajan ahí.

Entramos, nos entregaron la carta física. Sí, física, ¡Al fin!, nos tomaron el pedido y raudamente nos pusieron pancito caliente, mantequilla y una salsa de ají maravillosa.

El perdido tardó un poco, considerando que eran las 22 horas y que no estaba tan lleno, nos molestó algo. Toda esa molestia se fue al llegar nuestros platos, grandes, contundentes, calentitos y con un sabor que no te lo puedo explicar.

Quedamos con el ombligo afuera, toda la espera valió la pena. Pedimos la cuenta, y ¡sorpresa! para todo lo que comimos, considero que fue barato-promedio, no fue un asalto a mi billetera y eso se agradece. Aunque seamos honestos, uno va predispuesto a gastar mucho cuando ingresa a restaurantes como la Olla, quizás por prejuicio, al ver la buena atención, las buenas instalaciones o el sabor astronómicamente delicioso, pero no.

Precio/Calidad: 10/10.

Volvimos durante 2 noches más. la misma historia. Calidad garantizada por mi.

En resumen, La Olla pareciera ser esos restaurantes para personas +40, familias o algo más tradicional, pero al entrar te das cuenta que esos prejuicios son totalmente tuyos y en tu cabeza. El sabor, el tamaño, atención, dedicación de todos quienes trabajan ahí, hacen de éste lugar, el mejor de Puerto Varas.

Al final de cuentas, lo que dice la boleta del lugar es totalmente cierto. El que no vino a La Olla, no vino a Puerto Varas.

¡Hágase un favor y entre, por favor! Espero volver cuando visite nuevamente Puerto Varas, amigos de la Olla, los tkm <3