Cemitas la Estrella — Restaurant in Mexico City

Lamentablemente, mi visita a este restaurante fue una experiencia que prefiero no repetir. Aunque el sabor de la comida es bueno, todo lo demás dejó muchísimo que desear, empezando por el servicio, que fue pésimo.

El lugar estaba lleno, lo cual entiendo puede ser un reto para atender adecuadamente, pero solo había dos meseras trabajando, y parecía que ni siquiera intentaban organizarse. Nos ignoraron en varias ocasiones, y cada pedido que hacíamos parecía ser más una molestia para ellas que parte de su trabajo.

El momento más desagradable llegó cuando encontramos una cucaracha en las papas a la francesa que venían en el combo de cemita y agua del día. Le avisamos de inmediato a la dueña, quien se acercó a la mesa, pero su reacción fue decepcionante. Simplemente retiró el plato sin ofrecer una disculpa, una explicación o alguna solución. Como si eso no fuera suficiente, al final de la cuenta nos querían cobrar las papas, a pesar de que claramente no las tocamos después del incidente.

El sabor de las cemitas es bueno, eso no lo puedo negar, pero todo el mal sabor de boca que dejó el servicio, la falta de higiene y la indiferencia del personal opacaron por completo la calidad de la comida. Además, los precios son bastante altos considerando la pésima experiencia en general.

No recomiendo este lugar y definitivamente no volveré. Si buscan disfrutar una buena cemita, mejor busquen otro restaurante que cuide tanto su servicio...

¿Quieren una opinión real y honesta? Aquí la van a tener: el lugar es pésimo.

Ese día fui con tres amigos después de visitar el Jardín Masayoshi. Al llegar, tomamos asiento, pero nadie nos atendía. Una empleada pasaba constantemente junto a nosotros y simplemente nos ignoraba. Después de esperar cerca de 20 minutos, por fin nos tomaron la orden: pedimos dos cemitas, una torta y tres aguas de mango.

El servicio fue lento y, además, se equivocaron con uno de los pedidos. Trajeron una cemita de milanesa de puerco en lugar de cochinita pibil. Al reclamar, nos respondieron de forma prepotente que ya no les quedaba cochinita, y que no podían cambiarla porque “ya la habían preparado”.

La comida dejó mucho que desear: el pan estaba duro, seco y se desmoronaba con facilidad. El queso, frío y tan duro que era casi imposible morderlo. Nada tenía buen sabor.

Al final, la cuenta fue de 780 pesos. Exageradamente caro para la mala experiencia que tuvimos.

Tuve además un problema al pagar, ya que mi tarjeta usa PIN dinámico y estaba generándolo desde el celular. La señorita que nos cobró se molestó porque su terminal excedió el tiempo y tuvo que reiniciarla. Cuando por fin se completó el pago en el segundo intento, me arrojó la tarjeta de manera grosera.

En resumen: mal servicio, mala comida y precios ridículos. No pienso volver y no...

La primera vez que intenté ir, al llegar al lugar me dijeron que ya no tenían cemitas, con esta cara 😒 aunque faltaba más de una hora para que cerraran, decidí retirarme y pensar en regresar, pues me las habían recomendado, sin importar la forma tan X de tratarnos.

La segunda vez si tuvimos éxito, el sabor de la camita era bueno, aunque coincido que el pan estaba un poco duro (más de lo normal), la atención un tanto ausente y eso que solo estábamos nosotros, pero lo que sí me molestó bastante es que cuando ordenamos pedimos los alimentos y bebidas, traíamos un recipiente de agua que ya nos habíamos terminado (basura que no tenía dónde tirar), la mesera tomó la orden, se fue y en cuanto regresó nos remarcó que estaba prohibido tomar bebidas que no vendieran en el lugar, entiendo que deseas que la gente consuma tus alimentos y bebidas; pero se me hace ilógico que si ya pedimos las bebidas, tengas la necesidad de ir a prohibirnos el consumo de alimentos y bebidas externas de una forma no tan amigable.

La realidad es que no...