La comida es buena tiene buen sabor, pedimos de entrada un chicharrón de Rib Eye con Arrachera DELICIOSO, después un rib eye con camarones que estaba un poco frío desde que llegó… la plancha sobre la que lo sirven iba al tiempo, se enfrió muy rápido. Y una pasta con pechuga de pollo muy rica. De postre creme brûlée delicioso con un capucchino (8/10). Los precios son algo elevados en ciertos platillos para la calidad que ofrecen, pero me imagino que deben pagar buena renta por el lugar, así que esto se entiende y esta bien (9/10). Ahora puntos negativos, las mesas son de plástico… para un lugar en tan bonita ubicación y con esos precios si deberían invertirle al mobiliario (5/10). La atención de los meseros, que aclaró que en ningún momento fueron groseros o déspotas como son en otros lugares de Monterrey, (hay que decir la verdad, la cultura del servicio amable y cordial de meseros y personas en general que brindan servicios está MUY poco desarrollada en Monterrey) también tardan en acercarse a ofrecerte bebidas, cuando te llevan el plato fuerte quedas un poco abandonado, nadie te pregunta si quieres otra bebida, otro alimento o postre aunque ya hayas terminado, tienes que andarlos cazando (6/10). Lamentablemente me perdí la vista del cerro de la silla por que visité el lugar a las 7pm y ese día estaba algo nublado, pero seguramente se ve increíble en un día despejado. Ojalá tomen en cuenta el comentario y mejoren, por que cuando ande por ahí de nuevo lo volveré a visitar.