Sayu Sayulita — Restaurant in Nuevo León

⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ Sayu Universidad

Paso seguido por esta sucursal, pero esta vez venía acompañado de dos personas que, si se armaban los golpes, mínimo me sacaban cargando estilo guardaespaldas presidencial. Así que me sentí listo para lo que fuera.

Desde que llegué, el chavo de los coches fue súper amable (Me ayudó). El mesero también, muy atento. Eso sí, algo que ya debería venir tatuado en el menú es: “Zayu Slow Food – aquí todo llega con calma, buena vibra… y cuando el universo lo permita.” Este lugar es para venir con paciencia, echar plática y olvidarte del reloj. Si traes prisa, mejor pásale de largo.

Pido mi comida y el mesero me toma la orden sin anotar nada. Yo, que ya soy veterano en estas batallas, lo anoté por si las dudas. No vaya a ser que me llegue un ceviche de unicornio. Pero para mi sorpresa, casi todo llegó bien (solo un taquito de más, que no se juzga… se agradece). Las cheves, como siempre, frías.

Luego llega la cuenta y… ¡eran casi 100 pesos MENOS! Ahí recordé el viejo proverbio: “El Sayu da… y el Sayu quita.” Esta vez me tocó el lado amable del destino. Llamé al gerente y le expliqué, porque así como uno se prende cuando te clavan una propina del 30% sin preguntar, también hay que avisar cuando te cobran de menos.

Le dije que ojalá haya sido un error humano y no una estrategia creativa tipo: “Cobramos menos, el cliente se emociona… y le pedimos más propina.” (y pierde la casa)

Otro momento clásico: pido la cuenta y desde lejos el mesero me enseña la terminal como si fuera una señal divina. Y yo, rápido: —“¡No, no, no!”

Tip #834 del Sayu: No entregues la tarjeta. Una vez que la tienen en mano, pueden cobrar lo que les dicte el corazón… o la renta. Por eso yo ya vengo armado con billetes de todos los colores, olores y denominaciones. Uno aprende.

El ambiente, como siempre, muy a gusto. La comida, barata pero sabrosa. Las cheves, frías como el corazón de tu ex. Y la música, a buen volumen. Se nota que el gerente sabe lo que hace. Me contaron que ya había estado antes, se fue, y el dueño le pidió volver. Y sí, se nota que tiene todo bajo control.

Buena experiencia en esta sucursal de Sayu que, con todo y sus momentos místicos, me dejó con ganas de volver… con tiempo, paciencia, y cambio exacto, por...

Me pareció una experiencia demasiado desagradable, el lugar tiene un espacio destinado a fumadores, una parte es terraza y otra es cerca del bar y los baños, y otro con aire acondicionado, el área de fumar, en verdad parecía un sauna, ya que a pesar de que contaban con 3 abanicos ninguno de ellos estaba encendido, lo que hizo que la estancia ahí se tornará demasiado desagradable, carecen de limpieza en el lugar, ya que al traer la cubeta con cervezas notamos que había restos de servilletas sucias, así como fichas y demás basura dentro de ella, supongo que reciclan el hielo que usan y eso causa una insertidumbre, ya que no sé qué clase de hielo le pondrán a mi bebida, los platos que utilizan para servir los alimentos son lo peor que he visto en un cualquier lugar donde me he parado, además que cuando te traen el plato para compartir no te facilitan platos extras para servirte individualmente, y de cubiertos ni hablamos, nunca ví alguna mesa con cubiertos, la comida deja mucho que desear, ya que pedimos unas alitas, y había restos de papas francesas ahí, no me explico por qué, tal vez también reutilizen las alitas, ya que algunas estaban frías y otras pocas si se sentían calientes, sinceramente la comida es demasiado económica, pero no por eso espero comida de dudosa procedencia y realmente me quedo con la percepción de que su elaboración no es del todo limpia, el servicio aunque no estuvo mal, ya que el personal es amable, siento que al tener tanta gente no se dan a basto, y eso hace que se paren en tu mesa dos veces como máximo, y después tienes que estarlos buscando para pedir algo más. La experiencia es desagradable en toda la extensión de la palabra, espero que mejoren su calidad y se preocupen por la comodidad de...

Barato, barato, barato, muy barato, no hay lugar más económico para comer y tomar unas cervezas que éste. Terminas pagando cuentas de cien pesos por persona, habiendo probado 3 o 4 cosas diferentes y una cheve. Y si quieres tomas mucha cerveza... están a quince pesos! Hasta dan ganas de quedarte toda la tarde. La decoración está súper Hipster, aunque raya en lo descuidado, podrían mejorar mucho el orden y la limpieza. La comida bastante aceptable, tienen un concepto en que cualquier cosa que pidas es tamaño sampler y cuesta una cantidad idéntica, así que no importa si son tacos, mini-hamburguesas, alitas, todo cuesta igual. El concepto está muy bien. En contra: está sucio: no hay un programa adecuado de limpieza; se nota en las ventanas, los pisos, las mesas, los baños dan vergüenza, no quieres ni acercarte. No quiero imaginarme cómo estará la cocina. Como los empleados son estudiantes que hacen de mesero o hostess en sus ratos libres, no hay nadie que tenga claro el concepto de limpieza y falta supervisión. Les urge alguien que sepa el concepto correcto de restaurant. En resúmen: no te lo pierdas, vas a comer y beber por poco dinero; pero si eres quisquilloso con el orden y la limpieza, no...