Gran Café de la Parroquia 500 — Restaurant in Veracruz

El Gran Café de la Parroquia: Tradición y Servicio en el Corazón de Veracruz

Ubicado frente al mar, El Gran Café de la Parroquia es un ícono de la gastronomía veracruzana, famoso por su historia y por la emblemática manera de llenar la taza con el chorro de leche pero que decepcionantemenre nos toco en un vaso. Su mayor atractivo es, sin duda, la ubicación privilegiada que ofrece una vista inmejorable del puerto, permitiendo a los comensales disfrutar del ambiente cálido y vibrante de la ciudad mientras degustan sus alimentos.

En cuanto al café, si bien es bueno y cumple con las expectativas básicas, puede dejar un ligero sabor a decepción en quienes llegan con la idea de probar el mejor café del mundo. Su sabor es agradable, pero sin destacar de manera excepcional frente a otras opciones disponibles en la región.

La oferta gastronómica es variada, con platillos que reflejan la esencia de la cocina veracruzana. Las porciones, aunque no abundantes, son adecuadas y mantienen un buen nivel de calidad. Los antojitos y especialidades locales son una buena opción para quienes buscan probar un poco de la tradición culinaria del puerto.

Uno de los aspectos más sobresalientes del lugar es el servicio. A pesar del alto flujo de clientes, los meseros trabajan con rapidez y eficiencia, siempre con una actitud cordial y atenta, lo que permite que la experiencia sea fluida y agradable.

En conclusión, visitar El Gran Café de la Parroquia es una experiencia que vale la pena, especialmente para quienes desean conocer un lugar emblemático de Veracruz. Aunque su café no es el mejor del mundo, su ambiente, historia y servicio lo convierten en una parada obligada...

Especificaciones generales;

En la entrada, cuenta con una silla eléctrica para personas con capacidades diferentes, que los ayuda a subir las escaleras sentados. 10/10. No vi su funcionamiento pero, es una gran idea para las personas que están en sillas de ruedas En la puerta hay una estampa verde que dice que todo está sanitizado, pero lo dudo mucho porque, es tan constante la entrada de gente a ese lugar, que solo les alcanza el tiempo para limpiar por encima y no efectivamente. 7/10 La atención fue inmediata, pero parecía que no tenían ganas de atenderte. 4/10 (Ni un buenos días del parte del mesero.) El chico que nos sirvió el café, fue el que se portó amable. A él 10/10. Los baños estaban limpios con papel y agua, aprecio eso. 9/10

Opinión: En general, la comida muy bien, en esta ocasión solo pedimos un café descafeinado con auténtica leche de vaca, les recomiendo acompañarla con una concha con nata, les encantará la combinación. Estuvimos un rato ahí y la vista al mar fue impresionante. Lo que también llamó mi atención, fue que al fondo del restaurant, había una máquina dónde muelen el café desde cero, desconozco si esa era su función, pero se veía muy interesante la manera en que la chica le movía a la máquina de molienda. Adjunto foto del MENÚ: para que se anticipen a escoger algo de su agrado y lleguen a pedir, todo esto para que no esperen mucho tiempo y degusten sus platillos en cuanto antes. Puntuación en general de la experiencia. 8/10.

Los saluda, NadTravel, ahora...

Es triste que un lugar con tanta tradición haya decaído tanto, es comprensible que por la temporada haya que esperar para pasar, en mi caso esperamos por más de 20 minutos formados, durante unos 5 minutos hubo una mesa limpia desocupada y no nos daban el acceso por que el personal no se daba a basto (no hay personal suficiente para una buena atención), mi esposo se acercó a un mesero y el nos autorizo ocupar la mesa por que nunca se apareció el capitán de meseros, la comida tenia buen sabor y nos la entregaron rápido, pero el café esta desabrido y la leche tibia, a la hora de pagar nos salieron con que no había terminal, pedimos que se acercara el capitán de meseros quien con una actitud poco resolutiva y descortés nos dijo que nos arreglaremos con el mesero y que le hiciéramos la transferencia a él y que sería problema de él sino le llegaba la transferencia que el restaurante no perdía, lo que nos parecio una respuesta además de grosera, una burla, ya que sabemos que los meseros ganan poco como para que todavía le deje la responsabilidad de cobrar por sus propios medios, mi esposo pidió hablar con el gerente que nunca llegó a la mesa, así que fue a buscarlo y el le hizo el cobro con tarjeta diciéndole que si cobraban con tarjeta pero que luego tardaba el sistema y como había mucha gente preferían decir que no servía la terminal. Fue una mala experiencia y tiene mucho que ver con el poco personal...