Un restaurante con bastante historia al que regreso después de unos 45 años. Tenía el recuerdo del pasillo largo y el ambiente a la derecha terminando el pasillo que es la parte antigua y que hoy está igual. Ha crecido significativamente también.
Llegamos a eso de la 1:30 el miércoles 29 feriado por San Pedro y San Pablo pensando llegar temprano pero fue toda una sorpresa encontrar gente esperando afuera. Di mi nombre para la lista de espera, se agradece el orden para evitar disgustos.
Entramos. El interior es acogedor, sin bullicio, con música a bajo volúmen, espacioso, nos gustó. La atención es rápida, el mozo se acercó con la carta. Pedimos la chicha de güiñapo, soltero de queso y queso frito que viene con su salsa de ocopa que estuvieron ricos y bien servidos como para compartir entre 2. Al mismo tiempo pedimos el chupe de camarones y lechón al horno. Lo que debo mencionar, reconocer y agradecer es que los platos fuertes los trajeron una vez que terminamos las entradas, eso demuestra que el mozo está atento, así que que los platos llegaron calientes. En algunos restaurantes traen todo de golpe y así tampoco es la cosa. Todo en su momento para el mejor disfrute.
El chupe de camarones bien servido pero lo que me llamó la atención fue la falta del olor característico, la sopa aguadona sin mucha consistencia, al probarlo el sabor soso así como el sabor de los camarones y del coral. Lo digo porque lo he preparado en casa y tengo una referencia de cómo debiera ser. También lo he comido en otros lugares. ¿Será que los camarones ya no son como los de antes ?
El lechón al horno que lo probamos por primera vez no nos dejó satisfechos, será porque no estamos acostumbrados a esa preparación y sobretodo al sabor. Eso sí, está bien servido.
Para el final un queso helado con bastante canela que lo compartimos entre los 2, estuvo verdaderamente rico, lo disfrutamos mucho y no hay como algo dulce para terminar con una sonrisa.
Lo mejor de todo: la atención del mozo, lo oportuno al traer los platos, la tranquilidad sin bullicio, la chicha y el queso helado. Algo más atrás el soltero de queso y el queso frito.
Terminamos contentos porque la experiencia en general estuvo buena. Regresar yo después de tanto tiempo, los recuerdos, el almorzar al lado de mi esposa hizo del almuerzo una alegría para ambos.
¿Regresaremos? Por supuesto que sí !! Hay platos que tenemos que probar de todos modos.
Al salir seguía habiendo gente esperando en la calle y eso que ya era cerca de las 4 pm. Ya buscaremos ir en día de semana y no feriado ni...
Read moreThis place consistently impresses me. A friend from Arequipa swears by it for authentic Arequipan cuisine in Lima. The Rocoto Relleno is a must-try, and El Queso Frito makes for a great app as well. Don't forget to ask for the Salsa Ocopa – a peanut / huacatay-based sauce that adds a delicious touch. While the Malaya and Costillar are good, the standout is the Cuy for me, the skin is soooo good, distinct from the chactado versions in Cusco. The chupe is decent, though I've had better. For drinks, try the Papaya Arequipeña, and the picarones make for a delicious dessert. Cost is very reasonable for the portions...
Read moreExtremely disappointing, we went there to have cuy (guinea pig) and it was delivered raw to the table. We send it back and it returned still with some parts raw. Inedible. We are Peruvians so this is a dish familiar to us but somehow this restaurant managed to screw it up completely.
When we brought this up to the waiter he said he had never seen a cuy sent to the table like that, however they still charge us!
Horrible experience, they should get their act together, not...
Read more