Restaurante Eliá — Restaurant in Alcalá del Júcar

En plena naturaleza, junto al Río Júcar, en las afueras de una de las poblaciónes más bonitas de España, Alcalá del Júcar (provincia de Albacete , en Castilla, La Mancha), encontramos este fantástico hotel, moderno y sofisticado de cuatro estrellas. Y en su interior un restaurante, el Elia Bar, que ha sido para mi todo un descubrimiento.

El restaurante, uno de los mejores valorados de la provincia de Albacete, es como el hotel, moderno,elegante y minimalista, que cuenta además con una espléndida terraza. Muy cómodo y con vistas a la montaña y a Alcalá.

Una amplia carta, que combina platos tipicos de Alcalá del Júcar y Castilla la mancha , junto a tapas muy elaboradas, que llegan a sorprender, tanto por su presentación, como por la calidad del producto, fresco y de temporada.

Pero la sorpresa no solo es en unos platos con una perfecta elaboración, te sorprende también los precios súper contenidos, una de las mejores relaciones calidad/precio que he visto.

1- Espectacular lomo de bacalao al horno con tomate con una perfecta cocción por 9,5€. 2-Unas almejas al vino por 8,5€, y unos fantásticos mejillones al vapor por 10,50, estos han sido brutales, totalmente diferentes a todos los que he probado. 3- Tentáculos de calamar (14€), ligeramente en tempura y con una salsa de hummus de ajo blanco que era una delicia. 4- Una presa ibérica (11€) y una pluma ibérica (14€), que era pura mantequilla en boca, con un un sabor ahumado por la brasa, espectacular. 5- Cocochas de bacalao (14€), perfectas las cocochas, al pil pil le faltaba un poco emulsionar. 6- Huevos fritos con patatas, boletus y trufa (10,5€), bestial, la patata se deshacía. 7- Torrija Brioche (4,5€)buenísima, macerada con leche de naranja.

Restaurante totalmente recomendable para los que visitéis Alcalá del jugar , con una excelente atención por parte del personal de sala, y con una fantástica carta a unos precios...

Sonrisas y lágrimas en este sitio.

La verdad que una pena porque el servicio era magnifico, muy agradables y la verdad que un gusto.

Pero la comida dejó un poco que desear, y eso que empezamos bien.

Pedimos:

Tartar de atún Gambas rojas a la plancha Solomillo a la brasa

Como decía, el tartar de atún nos gusto mucho y hacía que la cena fuese prometedora.

El vino que nos recomendaron de la zona también estaba bien, eso si la carta de vinos era muy escasa.

A partir de aquí, ya se torció la cosa porque las gambas rojas a pesar de no tener mal sabor se notaba que estaban demasiado congeladas y pagando 28€ el plato pues hombre no es que esperáramos las mejores y bien frescas, pero algo mejor si.

Pero bueno, dijimos venga no pasa nada vamos a por el solomillo y en esta ocasión fue mala ejecución por parte de la cocina. El solomillo estaba bien de sabor pero estaba frío por dentro y eso pasa cuando no atemperas antes la carne y la sacas demasiado fría y la pones a la brasa…Una pena sinceramente porque era buen producto.

En resumen, me da pena no darles más nota porque el servicio era muy bueno y estuvimos muy agusto en el hotel, hemos pasado un gran finde allí pero la cena nos falló un poco.

Pero bueno igual fallamos con lo que pedimos por eso no quiero...

Bonito hotel dentro del maravillosos pueblo albaceteño de Alcalá del Júcar, estuvimos comiendo en su restaurante Bar Eliá, éramos tres amigas y un niño pequeño. El servicio y atención desde el minuto uno fue estupendo. Nos atendió Lucía, que amablemente se presentó al pequeño comensal y le hizo participe de la elección de su menú, un precioso gesto que hizo que el pequeño se sintiese como en casa. Nos recomendó siempre que le pedíamos alguna sugerencia y todo ello con una sonrisa en la cara. Los platos que nos sirvieron estaban muy ricos con contrastes que los hacían únicos y especiales. Probamos el ceviche calado de corvina, tartar de atún rojo con quenelle de wasabi y huevos rotos (muy recomendable cualquiera de los dos entrantes, aunque yo me quedo con el tartar de atún), gazpachos manchegos con caza (para mi gusto demasiado especiados y los trozos de torta muy grandes, pero eso va en gustos, la verdad que estaban muy ricos), lascas de pluma ibérica a la brasa con padrón (riquísimo y en su punto) y de postres, tarta de queso artesana, sopa de chocolate blanco y muerte por chocolate (espectacular). Seguro...