Bar Restaurante El Quinto — Restaurant in Almeria

Dicen que “no hay quinto malo”, pero va a ser esta la excepción que confirma . Comida: Pedimos una fritura variada, bastante escasa de pescado y con patatas fritas, que si las hubiese querido las habría pedido aparte. El pescado frito sin arte y con mucho rebozado para que abulte y tener que poner menos pescado. Pedimos un ajoblanco que no sabia a almendra y tenía un tono ácido que indicaba que llevaba preparado más de 3 o 4 días … Pedimos unas patatas con huevo y gulas, y esas patatas llevaban fritas lo mismo que el ajoblanco de antes. Venían en una sartén que no estaba ni templada porque no se molestaron en calentar siquiera el plato y tiraron encima unos huevos mal fritos y unas gambas y gulas.

En cuanto al Servicio, dejó mucho que desear la atención: una camarera que estaba más preocupada de fumar cigarros con los Clientes a 1 metro del restaurante (de vergüenza y de inspección), la cual tenía una aparente afonía (será de fumar digo yo) que se le pasó de golpe para decirnos con un tono soberbio los 25€/persona que nos costaba la fritura. Otro camarero que no se molesto en ponernos una mesa adicional cuando pedimos ampliar la reserva que teníamos. Nos dijo que no tenia mas mesas, pero detrás del restaurante había un montón de mesas, apiladas y que no se molestaron en usar.

El sitio es un típico kiosco de frituras que con el paso de los años ha cambiado el cucurucho de pescado por unas aspiraciones de querer ser un restaurante, y que las allá de la reforma que hicieron al local (bastante maltrecha por cierto y hasta el propio logo del nombre está roto y le faltan letras) ni por asomo...

El quinto, según me dijeron, antes era un quiosco en una placita...han cambiado totalmente, se han mudado a la vega de aca y la esencia del quiosco ha desaparecido. Ahora es un restaurante nuevo en la zona de la vega. Está cuidadosamente decorado, tiene dos ambientes, uno exterior/terraza y otro interior/comedor. Creo que fuera sirven tapas, nosotros estuvimos dentro y nos pusieron unas aceitunas, de las tapas, si las hay, no puedo opinar. Nosotros habíamos reservado y por ello, no teníamos derecho a tapas. Pedimos fritura de pescado y boquerones, aceptables sin más. Huevos rotos con jamón, también normalitos y tartar de atún que, aunque personalmente fue lo que más me gustó, no me sorprendieron con nada nuevo. El precio es muy elevado, exagerado, diría yo. Pagamos por la cena 40 euros por persona (éramos 4). Tienen buenos vinos, tanto blancos como tintos. En el comedor interior hay muchísimos ruido de bullicio y es difícil conversar, nada agradable, quizás fuera eso no pase, aunque parece que los vecinos no están muy contentos con el nuevo bar... Nosotros fuimos con reserva, el bar es grande y estaba lleno hasta arriba! Incluso había colas para entrar...alucine con esto, no sé si es por la fama anterior o porque no hay muchos bares por esa zona de la vega...yo al menos...no...

Disponen de una amplia carta con tapas de cortesía, pinchos, entrantes y raciones, aunque si reservas no tienes derecho a tapeo. Para empezar nos pedimos tomate con ventresca de atún y pimiento rojo (el tomate era de calidad y combinaba a la perfección con la ventresca y el pimiento. Sí que es cierto que podría venir un poco más para los 16 euros que cuesta el entrante). A continuación nos pedimos atún a la plancha (muy fresco, sabroso y con mucho sabor). Aquí podemos entender más el precio del plato (18 euros), pero no tiene mucho sentido que haya solamente dos euros de diferencia con respecto al entrante de tomate que nos pedimos anteriormente. Para terminar cerramos con un calamar nacional de potera en aceite (muy rico, aunque la ración podría haber sido un poco mas grande teniendo en cuenta los 28 euros que cuesta). En definitiva, es un restaurante muy recomendable para los amantes del pescado fresco y de calidad, pero consideramos que podrían hacer un pequeño reajuste para equilibrar mejor el precio de los entrantes y de...