A ver por dónde empiezo, y es que ha sido una velada muy mala. No me gusta poner malas reseñas, siento tener que ponerla, pero esto no hay por donde cogerlo. Y se nota el trabajo que hay detrás de todo, pero debo contar mi experiencia. Acabar comiendo pan para no quedarse con hambre y reír cuando el camarero nos dice que los postres son escuetos...si es que todo ha sido escueto!!! Hasta él se ha reído!!!
Empecemos por el principio: reserva a las 20:30. Llegamos puntuales. Recibimiento gélido. Y no solo por el ambiente, la temperatura era fría. Y solo tras 10 min de estar sentados sin poder quitarnos la chaqueta, entonces si, encienden la calefacción.
En la carta todo tiene muy buena pinta. En la realidad si, pero con unas cantidades tan ínfimas que ya os digo, al pedir el postre nos hemos acabado riendo, y es que a veces es mejor tomarse estas cosas a guasa.
Ensaladilla de gamba blanca: pequeña. Una cucharada sopera de ensaladilla muy bien presentada, pero atiborrada de mayonesa. Buen sabor, aunque muy plano y sin gracia, lo mata tanta salsa y una cantidad muy escasa. Siempre suelo pedir ensaladilla, y en el ensaladillometro le daría un 3 de 10.
Campo de setas: delicioso. Una pasada de sabor, el helado exquisito... pero otra vez...super escaso. Le falta como un 30% para quedar bien en el plato.
Croquetas de berenjena: bien, falta sabor. Originales porque son cuadradas pero las he probado mucho mejores. En el croquetometro les daría un 4 sobre 10. No merecen.
Huevo a baja temperatura: mal. Muy mal. Huevo crudo. Poco sentido, poca cantidad. Poco sabor. Muy mal plato.
Ravioli de calabacín: bien sin más. Queso envuelto en calabacín. Poca gracia. Nada especial. Sabe a eso. A poco. Precio excesivo.
Taco presa ibérico: aunque tarda unos 20 min en salir, la foto lo dice todo. 25 euros por 4 pedazos que son 2 bocados. El puré de los lados muy rico, pero no lleva nada más. Ni una triste guarnición. No compensa el alto precio y la excesiva poca cantidad.
Al final los postres, que nos avisan son escuetos, resultan lo mejor. Manzana no prohibida y soufle Lotus bien. Cantidad bien. Presentación bien. Sabor genial. Bastante bien. De 7.
Eso sí, puntos positivos: Cambian el plato 3 veces en el servicio. Ponen 2 aperitivos y un postre a cuenta de la casa. Los chips deliciosos. Los taquitos blancos congelados e insípidos. Postre de wasabi y crocante de chocolate muy ricos.
Detalle del servicio: un camarero muy bien. Otro serio y con mal semblante. Nos cobra directamente de la tarjeta sin pedir permiso para hacerlo. Situación cómica y tétrica a la que no sabemos ni cómo reaccionar. Te deben enseñar la cantidad y tú entonces pasar tu método de pago.
No me ha gustado nada. No repetiré ni recomendaré para nada. Solo espero que esta crítica os sirva para mejorar y pulir estos fallos.
Servicio: 4. Comida: 5. Local: 3. Precio: 0. Casi 32 euros por comensal. Hacía tiempo que no pagaba algo que me ha parecido tan desproporcionado a...
Read moreMi acompañante y yo tuvimos la fortuna de descubrir el Travieso Restaurante Dani Muñoz el pasado sábado, un hallazgo culinario que desencadenó una ola de emociones palatables desde el momento que cruzamos su umbral. Nuestra aventura comenzó con una llamada matutina para reservar, solo para encontrar que ya estaba todo reservado. Sin embargo, el destino nos tenía una grata sorpresa. Justo cuando estábamos a punto de acudir a otro lugar, recibimos una llamada del restaurante informándonos sobre una cancelación. Sin dudarlo, cambiamos de rumbo hacia lo que resultaría ser una experiencia gastronómica inolvidable.
El ambiente íntimo del lugar, con sus 7-8 mesas bien dispuestas, evocaba una sensación acogedora que se acentuaba con la tranquila localización lejos del bullicio del centro, facilitando además el aparcamiento. Nos recibió calurosamente la misma persona que nos había llamado, su sincera disculpa y la promesa de una gratificante comida nos hizo sentir especiales.
Al explorar la carta, nos entusiasmó la variedad y la innovación en los platos ofrecidos. Comenzamos con un revuelto de setas, un plato modesto en tamaño pero gigante en sabor. Continuamos con raviolis de calabacín, una delicadeza sutil que quizá pedía un toque más de condimentación. Sin embargo, el pulpo seco que siguió fue una revelación, cada bocado era una sinfonía de sabores marinos bien orquestados. La estrella del día fue, sin duda, la costilla de cerdo, tan tierna que cedía ante la cuchara con una gracilidad que solo puede ser descrita como poesía carnal.
Entre los platos, fuimos deleitados con aperitivos creativos como chips de boniato, chupachups de caramelo con queso y un crujiente de chocolate con esferificación de wasabi, detalles que hicieron la espera entre platos una experiencia en sí misma.
Finalmente, la recomendación del camarero nos llevó a probar la "Manzana No Prohibida", un postre que fue un deleite tanto visual como gustativo. La esfera de chocolate blanco ocultando helado en su núcleo, reposando sobre una cama de chocolate y trozos de manzana, fue el broche de oro para una comida excepcional.
El restaurante no solo cumplió, sino que superó nuestras expectativas, brindándonos una experiencia culinaria que nos dejó ansiosos por regresar. Este restaurante demostró ser una joya escondida, un espacio donde la pasión por la gastronomía se sirve en cada plato, haciendo honor a la reputación culinaria que precede...
Read moreFuimos a cenar porque vimos las reseñas en google y nos llamó la atención la puntuación. Sin embargo, nuestra sensación allí fue bastante agridulce. Llamamos para reservar para las 20:30 y hacía bastante frío, el local no estaba climatizado aún; tardaron unos 15 minutos en encender la calefacción. La carta tiene muy buena pinta pero los platos, aunque se nota que tienen una gran elaboración, para mi gusto les falta cantidad. Platos MUY MUY escuetos. Pusieron un entrante congelado que quizás hubiera estado rico en su punto pero congelado estaba malísimo. La ensaladilla tenía un exceso importante de salsa. El huevo a baja temperatura estaba totalmente crudo para mi gusto, muy insípido. La presa (que es un plato principal) viene con un puré de castañas muy bien presentados y el sabor es muy bueno pero la cantidad, una vez más, irrisoria. El pan… éramos 4 personas y no había ni un trocito para cada uno. Menos mal que fuimos cordiales y pedimos pan dos veces porque si no, nos peleamos!! por 3 trozos de pan (de calidad media-baja), 3,50€. Los postres estaban muy buenos. Tomamos manzana no prohibida y tarta lotus. La tarta viene en una tacita y en las fotos, una vez más, se puede observar el tamaño. Es un postre y puedo entenderlo, para que no empache. Pero es que todos los platos eran así!!! Eso es tamaño postre-no entrante!!! Lo que más me llamó la atención fue la forma de cobrar la cuenta… me quedé sin palabras cuando tenía la tarjeta en la mesa y de repente escuché un pitido. Era el datáfono que el mismo camarero había acercado a mi tarjeta sin que yo lo viese para cobrarse. Me pareció una broma de muy mal gusto porque ni siquiera había visto el importe que había marcado. Espero que sea una crítica constructiva para el restaurante. Creo que la idea es muy buena pero tienen muchos...
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