La Casualidad Restaurante — Restaurant in Almeria

La Casualidad Restaurante nos brindó una experiencia culinaria que superó nuestras expectativas desde el primer bocado. Al entrar al establecimiento, nos recibieron con una cálida bienvenida que estableció el tono para una noche inolvidable.

Comenzamos nuestra cena con un entrante que elevó el listón a alturas insospechadas: Crujiente de wantón con atún Balfegó marinado, cebolla encurtida y salsa de lima. Este plato, una verdadera sinfonía de texturas y sabores, nos dejó asombrados. El atún Balfegó, de calidad insuperable, se mezclaba a la perfección con la acidez refrescante de la cebolla encurtida y la explosión cítrica de la salsa de lima. Cada bocado era un deleite para el paladar, creímos imposible de superar y que nos equivocaríamos eligiendo otros platos del menú a lo largo de la noche.

Decididos a explorar más del atún, continuamos con un Tartar de atún Balfegó acompañado de regañá de algas marinas. La frescura del atún y la originalidad de la regañá de algas marinas nos dejaron sorprendidos: "...Parece que la noche promete...". La combinación de ingredientes resaltó la maestría del chef en la selección y preparación de los productos. Cada elemento del plato estaba perfectamente equilibrado, destacando la textura sedosa del atún.

El plato principal, Tataki de atún Balfegó, confirmó la consistencia en la excelencia del restaurante. Perfectamente sellado y con un punto de cocción impecable, el tataki ofrecía una experiencia gustativa que deleitaba con cada bocado. La calidad del atún brillaba en todo su esplendor, y el maridaje con un magnífico Rioja "Finca San Martín" fue la elección perfecta para complementar los sabores del mar.

Para culminar esta magnífica cena, optamos por un postre que no solo satisfizo nuestras expectativas sino que las superó: Lemon pie con Peta Zeta de lima. Este postre, una combinación magistral de sabores ácidos y dulces con un toque de diversión proporcionado por los Peta Zeta, activó nuestras glándulas salivales al máximo, dejando una nota final memorable a la...

Una estrella por el servicio de la camarera y la comodidad de las sillas. El servicio bien con un trato amable y con buena disposición. La comida francamente mala. El ceviche insípido e incomible-sin sabor y gelatinoso.El bacalao servido frio, con una salsa dulzona incompatible. El precio carísmo sobre todo dado que estaba mala la comida. El espacio es acogedor, la decoración aceptable.... pero a lo que se va a un restaurante es a comer bien, y esto no merece la pena ni el precio ni e viaje. La respuesta a mi comentario, por el restaurante, refleja la calidad. Es irrelevante que su nuevo restaurnate no tenga nada que ver con el restaurante anterior: la comida que se sirve en su restaurnate está mala y además es cara- punto. Lo que vió en nuestros comentarios cuando nos preguntó mientras comíamos fue educación, señora. Al preguntarnos si nos había gustado la comida, dijmos educadamente que el ceviche no tenía sabor, que nos habían servido el bacalo frio a lo que nos respondieron: "pues esto nos lo dicen ". Pues no, se trata de que ustedes, que como bien dice estan empezando, lo hagan bien para que vengan clientes a comer en su restaurante. El precio que cobran es absurdo ya que la comida que sirven no tiene calidad para cobrar ese precio. No se indigne por los comentarios y como dice, los comentarios sirven...

Fuimos a este restaurante para celebrar una cosa importante con mi pareja, y decidimos comer en la Casualidad como "capricho" , ya que sabíamos que los precios son medio-elevados. El local está bien decorado. No es muy grande y por lo tanto las mesas estan un poco juntas, por lo que las conversaciones de otros comensales se escuchan lo que se hace algo incómodo mientras comes. Nos sorprendió que tanto para atender como para cocinar son solo 2, por lo que el tiempo de espera es algo alto. De beber nos pedimos un tinto de verano(3.5 eu) y una copa de cerveza Mahou(3.5eu). Nos pusieron por cortesía unas aceitunas y 2 trozos de queso. Para compartir pedimos unas gyozas(13.5eu), que no estaban mal. De principal pedimos presa iberica de bellota(21.5eu), que venia acompañada de 3 patatas y 2 pimientos. No me gustó el sabor, y los trozos eras desiguales. Pedimos pan(1.9eu), el bollito. Carísimo para un pan normalito. Y pedimos otro plato principal, salmon en ajonjoli(21eu), trocitos de salmon son mucho sabor que no valen la pena. Para terminar 2 postres, lemon pie(7eu) y lingote de brownie(6.5eu) que no nos sorprendieron para nada. Esperábamos mucho más por lo que koa costó. 2 platos fallidos y su alto precio hacen que no...