La Pequeña Lulú bistro del mar — Restaurant in Barbate

Una experiencia horrible. Dejar a un cliente sin comer quizá sea de las peores cosas que puede hacer un dueño/a de un restaurante. Éramos dos, una de nosotros no comía carne, la carta no tiene un solo plato sin carne, hasta aquí nada fuera de lo común (aunque ya no tanto). Lo comentamos a la dueña y su respuesta fue “está escrito en la web”, sin darnos otra opción de “hay una tabla de quesos”, nos quedamos sin poder creer que esa fuera su respuesta, volvimos a mirar la carta que además de la carne está llena de verduras de acompañante y se lo volvimos a comentar; si había algo que podía hacer, su respuesta volvió a ser la misma “está puesto en la web”. El problema no es que tenga una carta sin ni un plato sin carne (triste pero yo que sé el mundo), lo violento es que dejar a un comensal sin comer y elegir no dar una solución. Vamos que un poco de papá y coliflor que estaba en la carta nos conformábamos. Una buena cocinera sabe que la experiencia culinaria no es completa si no se puede compartir. En una mesa de su restaurante habían dos personas: una comiendo y la otra mirando. Qué tipo de persona permite eso teniendo una cocina abierta? Fue muy violento y angustioso. Ojalá en el futuro su dueña se plantee abrir su carta, su cocina, su mente a todos los paladares. Los tiempos cambian y quien no, allí se queda. Una pena, el sitio es muy bonito y el camarero y la camarera son un encanto, estamos seguras que cocinarían unos platos sin carne exquisitos…si tan solo su dueña estuviera a la altura de...

Si te gusta la comida japonesa, NO VENGAS a este restaurante.

Empiezo por lo bueno: la lasaña wonton de vaca retinta. Fue lo mejor de la noche. Y hasta aquí lo bueno. Sigamos.

Se supone que es un restaurante de cocina andaluza con un toque de Japón, aunque según su carta sería al revés, pues de 5 páginas, 4 son de “Japoneria”. Y si ofrecen 4 páginas de “japoneria”, no puedo entender que no sepan cocinar el arroz en su punto. Desde luego un arroz así no lo habrán probado en Japón. Pero no hace falta ir tan lejos, en cualquier restaurante japonés normalito lo preparan mejor, y te cobran la mitad, claro. El tema del arroz es habitual, pues pensando que ese día no les quedase bien, me puse a leer opiniones y vi que era un tema recurrente (ya podía haberlas leído antes, fallo mío).

El nigiri de anguila y el hot maki de atún rojo se echan a perder por este motivo. Es una pena, porque el sabor era bueno, pero el punto del arroz hace que no sea agradable comerlo, se hacia bola. El tartar de atún rojo encebollado, además de la cebolla pochadita, lleva también cebolla frita, que es demasiado invasiva, matando totalmente cualquier otro sabor y echando a perder el plato. La croqueta estilo takoyaki estaba durísima y sequísima. Flaco favor le hace tanto a los takoyakis como a las croquetas.

No nos mereció la pena ni el desplazamiento hasta Caños de Meca ni los más de 100€ que pagamos. Es evidente que ni volveremos ni...

Spectacular restaurant fusing Japanese, Peruvian and Andalusian cuisine. The menu is creative and unique without being exuberant. All five dishes that my partner and I shared were fantastic, including dessert. I don't think you can go wrong with anything on the menu. Service is top-notch as well. Casual chic atmosphere; it's not allowed to enter in swim wear. I recommend making a reservation (by phone only), although we were lucky enough to get a table...