LA TRAIÑA de Zahora — Restaurant in Barbate

This place is a total gem. Was recommended by a friend and certainly lived up to the expectations and. Some.

From the Welcome at the garden door to the setting and garden ambience this place is truly amazing. Romantic but sophisticated with a truly Spanish style and flair and price. Just €82 for a couple with multitude of food and bottle and 2 glasses of wine. Highly highlybrecommend this place.

The staff are simply awesome. Even with my broken Spanish we still communicated very well.

The food exquisite. We had tapas while sipping some wine and make decision on rest of the menu which both were delicious. Then a salad as a primary followed by iberico segreto and tuna belly both of which were truly delicious. Ending with a glass of wine each espressos and limincellos.

At no point we were rushed despite spending around 2hours. Wish I could go more often to this amazing place.

Well done team and keep up the...

Local super bonito y super agradable. Fuimos a cenar.

Todo lo que comimos rico o muy rico aunque con fallos a mi parecer graves para un sitio de este nivel.

Todo a compartir: Ajo blanco con atún ahumado. Nos encantó. Lo recomiendo. Tosta de borriquete y menbrillo. También nos gustó mucho. Como vino antes de que termináramos el ajo blanco cuando lo comimos estaba templado no se si es la temperatura a la que hay que comerlo. Fritura de corvina. Llegó cuando no habíamos terminado el ajo blanco. Sin sitio en la mesa. Acabamos terminando el ajo blanco con prisas. Un plato enorme que perfectamente se puede servir en la mitad de plato. Cuando lo comimos estaba templado. Tarantelo de atún de almadraba con shitakes. Recomendado por el camarero. Llegó cuando no habiamos empezado con la fritura. Se lo llevaron. Cuando lo trajeron estaba templado y mas ‘cocinado’ por lo que ya había perdido ese punto ‘crudito en el centro’. Podía haber sido un gran plato. Acompañan con un bol con soja y una mayo. A mi parecer ni una cosa ni la otra. A lo mejor una mayo de soja …

El vino: pedimos blanco seco Matalian. Al servirlo y catarlo le dijimos al camarero ‘es el seco?’ a lo que nos contestó ‘sí’. Al leer la etiqueta vemos es el semidulce. Le dejimos y nos ofrecieron cambiarla sin problema por el seco. Decidimos quedárnosla y la disfrutamos. Muy rico. Precios de los vinos correctos no están muy subidos de precio.

Postre: tarta de queso payoyo. Muy muy rico.

76€ la cuenta. En la foto del ticket se ve 79€ pero es que nos cobraban los picos y el pan que no habíamos tocado. Al comentarles enseguida nos dijeron no se cobran si no se comen.

Nos gustó aunque el servicio no estuvo a la altura de lo creo es la Traiña.

**

2a visita a la traiña 10 días después de la 1a visita esta vez de una forma totalmente diferente. Volvíamos de la playa, con la sombrilla, la silla, la neverita, todos los bártulos, en ropa de playa, gorra, gorro … y al pasar por la traiña como era la hora de la cena se nos ocurrió preguntar si tenían una mesita, algo escondida por las pintas que llevábamos ya que allí todo el mundo va muy bien vestido porque el sitio lo merece además queríamos una cena informal y rápida. Pues cual fue nuestra sorpresa que tenían esa mesa perfecta nos avisaron solo teníamos 1 hora ya que la mesa la necesitaba tras ese tiempo para nosotros perfecto.

Teníamos antojo de probar el borriquete tenían algunos sobre el kilo de peso a 45€/kg perfecto!! Antes pedimos una tosta de semimojama riquísima!! Una caña cada uno y cenados de lujo para casa.

Esta cena nos salió por 63€. Encantados. Si volvemos por Zahora sin duda volveremos...

Dantesco episodio de "Pesadilla en la Cocina". Realmente, me cuesta mucho poder contar algo mínimamente bueno de nuestra experiencia la pasada semana. Siendo consciente de la saturación de turistas en el mes de agosto y las dificultades para encontrar personal cualificado y con ganas en el sector hostelero, tanto gerentes, cocineros y camareros, espero que esta reseña sirva para reflexionar a todas las partes, especialmente a los propietarios. Llegando en el turno de las 15:30, sentados en una mesa para 9 en la que 4 estuvimos toda la comida al sol, tras pedir los entrantes y los segundos, acto seguido el camarero nos indica que no queda tartar de atún, ni en tostas ni en plato principal. Siendo este plato su especialidad, no entiendo como se quedan sin él a las 15:30, al comienzo del segundo turno. Teniendo que cambiar prácticamente la mitad de la comanda, esto provoco una cadena de errores; salían primeros y segundos a la vez, primeros tras acabarse comensales sus segundos, teniendo que repetir en multitud de ocasiones las peticiones de bebida, incluso saliendo un segundo plato a la vez que servían los postres y el café. Los camareros nos daban la única explicación que ellos podían dar: "la barra y la cocina está saturada". Pero lo mejor, la aparición del gerente al finalizar la comida y obviamente, cargando contra él todas nuestras quejas, de como se había desarrollado todo, obtuvimos sus siguientes excusas (porque hubo una retahíla enorme de excusas antes de pedir disculpas): -"vosotros habéis tenido alguna vez un restaurante?" -"tenemos diariamente 250 mesas y ni una queja, quieres que te enseñe los registros de Cover Manager?" -"estamos cortos de personal, se me acaba de ir una camarera llorando por un esguince" -"era el primer día del camarero de esta mesa" -"atún hay, el problema es que se está descongelando" -"si hubieran venido bien las bebidas, no os estaríais quejando" La verdad que la actitud del gerente/encargado fue deplorable, cargando primero contra nosotros y después directamente contra sus camareros, incluso uno acabo llorando y varias personas de nuestra mesa salieron a intentar hablar con él. En dicho momento, tuvimos que recordar al gerente que los camareros lo habían hecho lo mejor posible y que no sería justo ninguna mala palabra por su parte. En resumen, creo que los propietarios tienen que reflexionar sobre el número de reservas que pueden atender y las condiciones que ofrecen al personal, porque el lento servicio y saturado de la hostelería de la zona ha sido tónica habitual...