We were recommended to come to Villa Sofia for their popular paellas, but honestly, the experience was really disappointing.
First impressions were rough. They are clearly a very busy restaurant, but having customers stand outside in the hot sun for more than 10 minutes felt very unwelcoming. It is not like they did not see us either, one of the male staff actually told us to wait on the side and get out of their way while they dealt with other things.
Once we finally got seated, the fresh appetisers of mixed salads were nice and refreshing, so that was a good start. But the hot food really let us down. The chicken was sad and lacked flavour, and the shrimp paella was so salty it was nearly inedible. Even with us being hungover and craving something savoury, it still managed to be way too salty for us to enjoy.
The air conditioning inside was very weak and a few of us ended up fanning ourselves throughout the meal, which made lunch quite uncomfortable. And with the bill coming to around €30 per person, it really did not feel worth it at all.
Overall, it was a disappointing meal and not one I would go back for, even though it came highly...
Read moreWe had a long travel day and asked the waiter when we could order some food. They told us at 8 pm we would be able to order. We talked to our very tiered 5 year old and she agreed that we should stay and eat there. 8Pm came and we were told we could order at 8:30pm. this has nothing to do with famaly friendly. We waitetd 1 hour so we could eat there, our daughter was very hungry when we had to find another option after waiting for it.
As a family it was terrible for us. this was our first day of holiday and it made it a stressfull dinner.
When people ask a questions i would recommend in the futur giving a true answers. And when you have a child with you that is hungry and you get the answer that you can order at 8PM, it would have been great when we could have ordered at 8 PM as you told us 3 times.
We can not tell how the food tasted because we were not able to order anything because if we had waited out child would have...
Read morePulpo que quiso ser calamar. Y baños públicos y gratuitos, que no son públicos ni gratuitos…
Así podría resumir mi experiencia en Villa Sofía. Fui a cenar con mi pareja, sin reserva, y nos atendieron enseguida. Nos dieron mesa en la terraza, lo cual fue un acierto porque el ambiente acompañaba. Empezamos con dos copas de vino y dos entrantes: los chipirones a la plancha, que estaban espectaculares (en mayúsculas), y el famoso “pulpo crujiente”.
Aquí viene el pero. En la carta no ponía nada más que “crujiente”, así que uno espera un pulpo bien trabajado. Lo que nos trajeron fue una pata rebozada como si fueran calamares a la andaluza. Y lo siento, pero si uno pide pulpo, quiere comer pulpo. Más aún, a 25 € el plato. Me pareció estropear un producto que no necesita disfraces, porque su mayor valor es precisamente su sabor, o así opino yo. Aquello sabía más a aceite y pan rallado que a pulpo. Y mira que me gusta que la cocina apueste por la creatividad, pero a veces menos es más… Malo no estaba, pero lo dicho, no sabía a pulpo.
Después, los principales nos reconciliaron un poco con esa cocina creativa: el steak tartar “Solete”, con una presentación impecable (y original) y sabor muy bueno, y la berenjena a la llama con burrata y anchoas, que estaba también muy rica. El final fue lo mejor: una torrija con helado de leche merengada y cacahuete garrapiñado. Postre de 10, sin discusión. Dulce, sencillo y muy rico. Fue genial.
El servicio fue muy atento y amable, nada que reprochar. Ahora bien, no puedo dejar pasar un detalle que me dejó mal sabor de boca al día siguiente. Durante la cena, como los baños interiores estaban fuera de servicio, nos indicaron que usáramos los exteriores. Limpios, cuidados y con un cartel bien claro en la puerta: “público y gratuito”. Me pareció un gesto loable, hasta que al día siguiente pasé por el local y me dijeron que esos baños eran solo para clientes, que los públicos eran los policlean del paseo. Señalé el cartel, y aún así insistieron. Y lo siento, pero eso es un reclamo engañoso. Si algo se anuncia como “público y gratuito”, debe serlo. De lo contrario, más que buena imagen parece publicidad falsa. Y aquí es donde ojalá el local responda para que todas y todos entendamos muy bien a qué se debe este engaño. Porque yo lo considero un engaño: anuncian algo que luego no es verdad.
En resumen: comida notable (con un suspenso claro al pulpo pero que también va según gustos, entiendo), servicio de 9, postre de diez. Pero ese detalle de los baños, tan absurdo como revelador, empañó un poco la experiencia y me hizo dudar de volver. Pero por sentirme engañado, ni más ni menos. Una lástima, porque con más honestidad y cuidado podrían estar en la liga de los mejores sitios para disfrutar en Benicassim. Y la comida muy rica, al Cesar lo que es del Cesar. Adjunto...
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