Bar Sala Quince — Restaurant in Burgos

Llegamos al restaurante le aviso a una camarera rubia que somos 5 y nos dice que nos prepara una mesa en la parte de abajo, a continuación va a una mesa de 12 a tomarles nota, seguidamente les pone los platos y mientras nos tiene esperando, viendo que no aparece decidimos sentarnos en la terraza, nos sentamos, pero hace algo de frío y entramos dentro, la camarera sigue sin aparecer, nos sentamos en el salón, nadie nos atiende llegando a un total de 20 min, de repente aparece de nuevo la camarera y nos dice que ya tiene la mesa preparada.

Bajamos y nuestra mesa esta al lado del montacargas. Nos sentamos en la mesa, seguimos esperando que nos atiendan, ya van 27 minutos. Nos toma nota de la comanda, viene a ponernos los cubiertos y más bien los arroja sobre la mesa. Aparece su compañero, este mucho más educado y agradable.

El tiempo de espera de la comida la verdad que bastante rápido, las hamburguesas correctas la camarera no preguntó punto de la carne y quizás un poco crudas, pero aceptables, el sándwich de pastrami debería de llevar más pastrami y menos quedo brie, el sabor es demasiado intenso.

Llega el turno de los postres y cafés. La misma camarera nos sugiere cambiar uno de los postres por las milhojas, pero no porque este buena sino porque sencillamente esta hecha del día de hoy. Pedimos cafés, cortados y un chai late “eso que es?” Nos dice, el café esta en la carta, se lo explicamos nos dice que lo tenemos que preparar nosotros, que si que sabe lo que es que lo piden mucho, algo que dudamos. Nos sugiere la bola de ferrero, bueno pues si quieres conservar los dientes, mejor no la pidáis, esta claro que querían quitárselo de en medio, la tarta de queso probablemente la peor que he probado.

En fin, estamos en burgos de paso y el restaurante lo escogí yo pero pido perdón a mis amigos porque no volvería ni lo...

Nunca he escrito una reseña, pero el camarero ha sido TAN maleducado y nos ha tratado de una forma tan poco profesional que veo necesario hacerlo sobre este bar.

El local es bonito y da ganas de tomar algo, pero esas ganas se te quitan rápido cuando los camareros te atienden.

Íbamos con intención de cenar algo para picar y desde el principio el trato del camarero ha sido pésimo. Nos ha gritado que nos apartáramos nada más hemos entrado porque no le estábamos dejando pasar (obviamente no nos habíamos dado cuenta de q estábamos en medio y nada más que hemos sido conscientes, nos hemos apartado y pedido perdón), él como digo, se ha puesto a gritar altísimo que nos quitáramos. Creo que se puede pedir q nos apartemos de otras maneras.

Y ya lo q nos ha echo irnos de allí, ha sido su contestación a la pregunta que le hemos hecho educadamente sobre si había alguna mesa libre en la parte de abajo, a lo que nos ha respondido que cómo iba a haber sitio, que estaba todo reservado. Como cliente que acaba de llegar a ese bar y que no tiene por qué saber si tiene todas las mesas reservadas o no, creo q no se puede responder con tanta soberbia y mala educación, como si esa pregunta fuera la mas estúpida que ha oído en su vida.

Este comentario nos ha dejado una sensación malísima en el cuerpo. En todo momento hemos sido amables y respetuosos, ya que entendemos que tienen mucho trabajo, pero sinceramente ese trato no debería dárselo a ningún cliente que como nosotros, pregunta y se comporta con educación.

Lo dicho, muy malas las formas y muy decepcionada con el trato en el local. No volveré a ese...

Probablemente uno de los sitios más amistosos y profesionales de la ciudad de Burgos. Os lo recomiendo. Camarer@s, gerencia, cocina (Álvar el cocinero y su equipo de cocina son absolutamente geniales) son lo mejor. Camarer@s: Miriam, Alex, Anas, Carla, Olga y, uno de los mejores profesionales de hostelería de Burgos, Pedro. Los dueños son una pareja encantadora con mucha trayectoria en hostelería. De confianza. Grupos, solos o acompañados. Ambiente inmejorable. No está en el centro centro, pero en Burgos no hay distancias y siempre está la cocina abierta. Mis mejores deseos para todos. Probably one of the friendliest and most professional places in Burgos. I highly recommend it. The waiters, management, and kitchen staff (Álvar the chef and his team are absolutely brilliant) are the best. Waiters and waitresses: Miriam, Tamara, Alex, Anas, Carla, Olga, and my friend Pedro. The owners are a lovely couple with extensive experience in the hospitality industry. Trustworthy. Groups, solo, or with others. An unbeatable atmosphere. It's not in the city center, but in Burgos, distance is not a factor, and the kitchen is always open. My best wishes...