Restaurant L'Hostal — Restaurant in Cadaqués

Man at the door was very accommodating, however it is a different story when you get inside and speak to the waitstaff. Mistakes in the English translation of the set menu which meant I would have ordered something different if I had known. Staff are hovering right next to our table and laughing loudly amongst themselves which is very distracting. They seem to not have anything to do. Not allowed to choose a different starter from the set menu, despite it costing less than the chosen set menu starters. Knives and forkes are not taken away between courses. Some of our party served a long time before others. Not enough variety...

So we were looking for a place to have lunch at 5pm and we found this place that had service. Is good to know that in Cadaques not all restaurants have service around 3:30 to 7pm. We had the lunch menu and started with a fish soup. It was ok, a hot broth with tomato, shrimp and some mussels. It was really big. Then we had the baked lubina that was delicious and the bacalao con pisto that was really great too. The fish was fresh and had great flavor. Desserts were good too. The coffee flan is really great and the yogurt with honey had a great size and was honestly delicious. I would come back to have the fish again. The...

Qué decir de L'Hostal… Si alguna vez os habéis preguntado cómo se sentiría cenar en un lugar donde la ilusión se sirve como entrante y la decepción como plato principal, este es vuestro sitio.

Éramos tres personas, con ganas de disfrutar de un menú del día (sí, del día, aunque fuera de noche), y preguntamos expresamente si lo servían por la noche. Un hombre vestido de blanco nos aseguró con una sonrisa y un “solo para vosotras, guapas” que sí, que haría una excepción. Vaya honor, pensamos. Qué privilegio. Spoiler: no éramos especiales. Ni únicas. Ni nada.

Nos prometieron mesa en la terraza. Nos metieron dentro. Nos prometieron un trato “exclusivo”. Resultó que el menú lo ofrecían a cualquiera que lo pidiera.

De primero, una carbonara que… bueno. Llamarla carbonara es una falta de respeto al plato y a toda Italia. Era un cúmulo de pasta blanda bañada en nata de supermercado, con un bacon de tercera y coronada con queso rallado para pizza. Casi podías oír al parmesano llorar desde la distancia.

Los segundos platos tampoco levantaron cabeza: dos filetes sin pena ni gloria y un pescado con tomate que traía recuerdos de comedor escolar, pero no en plan entrañable, sino en plan trauma infantil.

Y los postres… una macedonia tristísima, claramente salida de una lata, y un flan de café con la textura del cemento armado. Si alguien quería hacerse un empaste natural, era el momento.

Todo esto, por 19 euros por persona. Una ganga, si lo que buscas es una experiencia gastronómica basada en la desilusión.

Lo único salvable: un camarero amable que, al menos, nos trató con respeto y empatía. Tú sí mereces cinco estrellas (y un aumento).

En resumen: si buscáis comer mal, sentiros engañados y pagar por ello, Lustal es vuestro lugar. Si no… mejor seguid caminando por las encantadoras calles de Cadaqués. Hay sitios infinitamente mejores....