Pizzeria Giuseppe — Restaurant in Calafell

Nunca escribo reseñas pero esto se lo merece, soy de Calafell de toda la vida y no recomiendo este local en absoluto, el dueño o jefe ha tenido un comportamiento desagradable, podría contarlo pero prefiero informaros de otras cosas, no es la primera vez que esta persona tiene comportamientos desagradables como el de hoy, y hoy ya llegue al límite. Esta persona ofrece comida según el echa en su restaurante y es traída de otro lugar, la compra por mucho menos de lo que cobra ofreciéndola como calidad cuando es producto embasado de otro supermercado que no voy a nombrar pero tengo pruebas, como los pollos las ensaladas etc.. ya está bien de que nos estén tomando el pelo en todas partes y encima de tomarnos el pelo faltarnos el respeto o despreciando a las personas. Que incluso los dos minutos que he durado en la mesa ha salido otra familia y quejándose por prácticamente lo mismo, los clientes que tiene sentados en la mesa son gente que viene de vacaciones, ahora entiendo porque en invierno está completamente vacío excepto el resto de terrazas que tiene los locales de al lado, hace unos años este restaurante lo recomendaba a todo el mundo pero ahora? Des de luego que el responsable de este lugar ha perdido educación y calidad en todos los sentidos, de verdad.. no os sentéis, no merece la pena este sitio, tenéis muchas terracitas al rededor que valen mucho la pena, si tienen mucha cola esperar porque os iréis más contentos, por algo las otras terrazas tienen cola y está no! Un saludo y espero que de verdad os sirva mi reseña! Y al responsable que me ha atendido hoy decirte que en esta vida todo se paga, y a la vista está de donde estabas a donde estás, sonríe un poco y se más amable que no cuesta nada y para eso ha decidido trabajar...

Mis amigos y yo hemos querido reservar varias veces y a menudo ponen problemas de disponibilidad. Ya lo último es que he intentado reservar para un cumpleaños este lunes, de cara al sábado y me han dicho que no tenía disponibilidad para 20 personas (estamos hablando de 6 días de antelación fuera de temporada alta). Me cuesta creer que no puedan hacer el esfuerzo de acomodarnos, máxime cuando una persona que viene es clienta habitual del lugar. En respuesta a la "respuesta" del propietario: a mi grupo de amigos y a mí ya nos ha pasado varias veces (ésta no es la primera) que a principios de semana estaba casualmente todo "lleno". No es una sola vez, son varias y reiteradas ocasiones. Ustedes dan su versión, lo que me parece respetable; y aunque es cierto que tienen una eleva afluencia, no es menos cierto que gozan de bastante espacio en el local y que" con voluntad todo se consigue" (hay otros restaurantes en Calafell con afluencias elevadas similares a la suya que SÍ han logrado encontrarnos sitio); así que sí, cuesta bastante creer que esto sea la tónica general todos los fines de semana y que haciendo un pequeño esfuerzo no puedan adaptarse. En cualquier caso, le agradezco su aclaración y su tiempo. Siendo claros y objetivos, y haciendo honor a la verdad, de cara a los que leen las reseñas no negaré que ofrecen buenos platos y que el trato de los camareros es correcto, pero aún así no merece la pena el esfuerzo de la odisea de conseguir sitio en su local cuando en otros locales son mucho más empáticos y ofrecen más alternativas y mayor adaptabilidad, con precios similares y calidades...

No me gusta poner malas reseñas porque creo en el diálogo pero ese día, no me dieron opción. El restaurante es un local con una terraza muy grande y un personal capacitado para gestionar bastantes mesas a la vez y por eso, como muchos, optamos por escogerlo para mesas de grupo, cumpleaños o cualquier tipo de “celebración”. Algo que, por desgracia, no pudimos hacer el pasado 6 de diciembre. Reservamos para un 50 cumpleaños en el que participaron niños de 4 años, adultos (entre ellos había una persona enferma, no hace falta dar detalles) y personas mayores de 70 años. Bueno, la cuestión es que era un día de los pocos que hace frío en Calafell y había corriente de aire y pedimos amablemente si nos podían encender una estufa, que estaban justo al lado. Mi sorpresa fue cuando al preguntárselo al dueño su respuesta fue negativa y añadió que era un tema de política de empresa. Tuvimos que ir al bar de al lado y amablemente nos dejaron una manta que tienen para sus clientes. La mesa de al lado pidió lo mismo y ahí volví a insistir, pero al comentárselo al dueño hizo un movimiento de hombros como si le diera lo mismo. Cabe decir que los empleados iban con camiseta de manga corta y debajo una térmica de manga larga y las chicas acabaron con la sudadera puesta, es decir que hacía frío. Imagínate si estás sentado sin moverte y con los toldos abiertos con la corriente que había. Total, acabamos sin podernos tomar el café ni el pastel ni cantar feliz cumpleaños en...