Pizzeria Restaurante La Fontana — Restaurant in Cartagena

El servicio por parte de una camarera y de otro camarero mal, pésimo. La cena tardó en llegar más de media hora, y no había aún casi gente en la terraza; sin embargo, la camarera se excusó diciendo que había mucha gente. Mentirosa. Llegó otra mesa después de nosotros, pero ella fue a saludarlos y les llegó las comandas antes que a nosotros. Su actitud no fue la más adecuada, pues se puso de morros, le dijo a mi tío «hijo de p...» a flojico mientras se daba la vuelta y se iba, lo que pasa es que yo estaba al lado suya y la oí. Se fue y pasó de nosotros y de la bebida que estábamos pidiéndole que nos faltaba. Nos dejó con la palabra en la boca. Pedí una pizza y vino sin cortar, le dije al camarero que no se la llevara a cocina, que ya la cortaba yo, y no tuvo otra cosa que hacer que cogérmela para llevarla a cocina por sus narices. Le dije que si es que tenía que decir que no más de una vez, ¿qué parte del no no entendía? Luego, para terminar, voy a ir a echarme agua en el vaso y... ¡Sorpresa! Se habían llevado el vaso. Maravilloso...

La pizza está buena. Los canelones estaban buenos pero nada jugosos, sin gracia. De postre pedí la tarta de la abuela y es un chocolate de poca consistencia y galleta mala. Muy decepcionante.

El ambiente en la terraza está bien, pero tuvimos la mala suerte de estar de espaldas a la calle y la gente que pasaba nos molestaba de una forma u otra... ¿Tuvimos mala suerte esa noche? Hasta un niño se apoyó sobre mi brazo, sacando la lengua. En fin.

Muy desagradables, no vuelvo. Solo se salva una camarera rubilla con un moño mal hecho; la alta y joven, no la del moño más bajita (que es la del «hijo de p...»). Muy agradable y atenta.

Para terminar, comentar que se le pidió a la camarera «simpática» la cuenta tres veces, y vimos cómo pasaba de nuestra cara. Al final se la pedimos a otro camarero diferente, ¡y menos mal que era agradable!...

Ha sido sin duda el peor servicio que he recibido nunca. Podría hable del pelo que encontramos en una de la pizzas, las prisas que contagiaba el camarero (José creo que se llamaba). Pero prefiero hablar de las formas y del servicio en sí. Nos querían quitar de en medio porque éramos un grupo grande y llevábamos niños. Empieza avisándonos de que si pagábamos por separado solo podía ser de la manera que él quisiera, que era partirlo en partes iguales. Continuó lanzando los hielos al aire para encestarlos en el vaso (no acertó ni uno, volvía a coger los hielos de la mesa y los metía en el vaso). El camarero llama “chulo” a una persona que fumaba en la terraza cuando él mismo era el que fumaba anteriormente en mitad de su trabajo. Fue todo muy rápido ya que éramos los únicos en el restaurante y claramente querían que nos fuésemos antes de que llegasen el resto de mesas. Pero esta rapidez está muy bien hasta que traspasa algunos límites como, por ejemplo, que nos pidan coger el último trozo de Kin pizza para llevarse los platos. Trajeron la cuenta sin que se la pidamos cuando todavía quedamos algunos por comer. Incluso le tuve que decir que por favor no trajese la cuenta hasta que no terminásemos. Me dijo que por supuesto, pero hizo caso omiso. Al minuto estaba con el datáfono y la cuenta encima sin dejarnos ni repasarla. Mientras nos cobraba, hablo con un compañero para invitarle (la conversación duró 30 segundos) pero este tal Jose no tuvo paciencia y se fue resoplando y lanzando el boli y apartándose a comandar otra mesa. Una experiencia que, sin duda no...

Voy a hacer una reseña espero constructiva. La comida no está mal, hemos venido muchas veces y siempre bien, pero este año la atención dejó muchísimo que desear. Para comenzar el chico de la puerta estuvo colando gente (al menos 7 grupos)por delante de nosotros y una familia, 60 minutos estuvimos esperando, 10 de ellos con mesas vacías, hasta que fui insistente en que nos sentaran, diré que desde que llegamos solo veía cachondeo, nada de profesionalidad, una de las camareras se sentó en la mesa de unas clientes (al parecer amigas) teniendo la terraza prácticamente llena y una cola importante, les digo que me han metido un grupo de 5 chicas y un chico por delante mía que acababan de llegar ( y se de sobra que no se toman reservas y se deben añadir a una lista la cual al parecer ni respetan)y me responde que habían ido al baño, como si yo fuese tonta y no las viese ahí sentadas, vacilando Enfin … pone un cartel prohibido fumar pero otra mesa al parecer también amigos fumando y no pasa nada, sin embargo mi pareja se fue a enchufar un cigarro y no tardó en decirnos que no se fumaba a lo que mi pareja dijo y esos de ahí? Qué pasa que son amigos? Y le dijo que eso no le importaba a él. El trato por parte de estos dos individuos fatal, se nota que no son ellos la cara de esta empresa, sinceramente era uno de los restaurantes a los que voy todos los años pero se acabó por mi parte. Espero que se tomen medidas si quieren seguir cada año abriendo. Mi crítica totalmente...