Restaurant Frutos Ramírez — Restaurant in Castellar del Vallès

Conocí este restaurante por mediación de unos amigos, los cuales sabían que me encantaba el conejo al ajillo ya que me recordaba a mi abuelo que lo hacia increíble, ellos afirmaron que era famoso por ello pero no lo habían probado, leí las reseñas y me anime a ir. Pedimos una ensalada de primero, un conejo entero para compartir, y uno de los comensales se pidió unas judías blancas con una butifarra, pues bien mi impresión es: Comida normalita de bar de carretera a precio de restaurante bueno. La ensalada, mediocre con presentación pobre, el conejo muy grasiento y de ajillo más bien flojo, el plato de judías con butifarra, pues no sé, no lo probé pero la presentación, subo fotos, habla por si misma.

Sinceramente, ni lo voy a recomendar ni voy a volver, no puedo decir que haya tirado el dinero porque no estaba malo, pero desde luego no para la fama que tiene ni el precio que cobran, tendré que seguir buscando un buen...

Fuimos a comer un grupo de personas y la verdad sea dicha la comida está buena y el servicio muy atento, pero una vez realizado el pago nos pareció caro comparando con los precios de carta. Resulta que los precios de carta están sin el IVA incluido, cosa que es obligatorio por ley incluirlos en el precio final (te lo mencionan en letra pequeña al final de la carta que no está incluido) Tampoco aparece en la carta los precios del pan ni del alioli.

En resumen que nos salía una diferencia de cerca de 60€ de mas a los precios de carta y al reclamar nos dicen que era por el IVA y por el pan y el alioli.

Por cierto, el conejo mas caro que el de la LOLES (19,5€ por cabeza, cosa que tampoco está definido en la carta donde solo se indica que es para 2 personas, pero no que el precio es por persona). Deberían realizar una inversión y actualizar la carta a las nuevas leyes ya que podrían tener problemas.

Ya sabemos...

Frutos no defrauda. El conejo muy tierno, con el punto justo de picante entre ajo y pimienta. Se ha echado en falta algo que mantuviera caliente la fuente mientras iba comiendo; aunque ha caído en tres tandas, la última empezaba a estar más fría de lo deseado. La esqueixada, etimológicamente, tenía poco que ver. Unos trozos de bacalao grandes como una cucharilla de postre (que no es ni mucho menos un defecto), con "bocao"; con aceite intenso y un regusto dulzón que no he acabado de reconocer. La ensalada es.una debilidad mía, con un buen chorreón de aceite y unas gotas de vinagre de Módena. Lo dicho, no defrauda. No concibo venir a Frutos y no comer conejo, sin desmerecer ningún otro plato de la carta,...