Kraken Bar Restaurante — Restaurant in Castro-Urdiales

Teníamos reserva para el 6 de enero a las 14.30h. Cuando llegamos puntuales, no tenían ni nuestra mesa preparada, porque todas estaban ocupadas con gente tomando aún el aperitivo. Tuvimos que esperar en la barra unos 30 minutos para que prepararan nuestra mesa. Como hay poco sitio, intuyo que quieren aprovechar al máximo el espacio, pero teniendo 1 reserva no puedes tener a 7 personas esperando para sentarse. Después vino lo mejor (ironía)...tardaron más de 1 hora en sacar el único plato que había pedido yo (rodaballo, 60€). Estuve mirando como comían los demás durante más de 1 hora. La comida bueno, no estaba del todo mal. La lubina (60€) que también tardó lo mismo en salir que el rodaballo, estaba bastante cruda por dentro, pero cualquiera les dice que la hagan un poco más, que igual tardaban otra hora. Tarbaban también mucho entre unos platos y otros. Los postres estaban buenos (3 opciones). Único "detalle": 1 chupito, quién lo tomó. Detalle que por cierto lo tienen en miles de sitios, con servicio y comida impecables. El personal correcto. El precio carísimo (315€) para el servicio y comida dados. Somos de dejar siempre buena propina, en este caso creo que nos la tenían que haber pagado ellos a nosotros. Para restaurante (comer o cenar) no lo recomendamos, no creo que estén...

No le doy menos estrellas porque no se puede, lamentable el servicio de terraza, nos sentamos y estuvimos más de 20 minutos esperando a que alguien se dignara a atendernos, debe ser que eramos invisibles, pues la camarera se pasaba cada dos por tres por nuestro lado ignorandonos, y unicamente se dedicaba a limpiar mesas, pensé que igual no tendría servicio de terraza ( pese a que no tenian ningun cartel indicandolo) hasta que vi como se sentaba un señor ( que debía ser habitual) y a él si le atendió nada más sentarse, y le sirvió una cerveza diciéndole además que era cliente VIP, y más tarde se sentaron otras 3 señoras que también las atendió y les sirvio refrescos. Y ello, pese a que la terraza la tenía cuando nos sentamos medio vacía..conclusión que tras preguntarle a la camarera si servía en barra nos dijo que sí que nos esperáramos, y ante la duda de que nos fueran realmente a atender pues parecia que le molestabamos, decidimos al final irnos sin consumir después de 30 minutos esperando. Nos pareció una falta de educación y de profesionalidad tremenda debe ser que no les gusta atender a gente que no sea de allí, en fin si vais de visita a Castro mejor probar...

He comido con mis hijas, que tienen 10 y 16 años.

Una experiencia muy desagradable.

Primero, mi hija pidió amablemente la contraseña de Wi-Fi, y la dueña se la dio sin problema. Pero más tarde, al aclarar que habíamos pedido un vaso o jarra de agua y no una botella, la dueña me reprochó precisamente con lo del Wi-Fi, como si nos hubiera hecho un “favor”.

En España, según la Ley 7/2022, de 8 de abril, de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, es obligatorio que los establecimientos de hostelería ofrezcan agua del grifo no envasada de forma gratuita y complementaria a su oferta

. Esto es un derecho, no una cortesía. Por eso la negativa y la imposición de agua embotellada fue directamente ilegal.

Además, la vajilla estaba sucia. Pedimos que los platos se sirvieran de forma escalonada, pero los trajeron todos a la vez, y la comida se enfrió.

Y lo más impactante: cuando entró mi amiga, clienta habitual que viene casi todos los días para tomar un café, la actitud de la dueña cambió de inmediato y comenzó a justificarse, como si recién entonces se diera cuenta de que no...