Bar Eduardo — Restaurant in Chipiona

Os prometo que la peor experiencia que he tenido nunca y espero que no se excusen con el típico “es de los primeros días y estamos desbordados” porque que el servicio vaya mal y sea pésimo es culpa de la encargada rubia que tenían que no se sabe ni los números de las mesas y ni cómo dirigirlo pero que la comida sea de mala calidad, con poca cantidad y cara es culpa del dueño, tristemente han desaparecido muchos bares con la crisis del Covid, este podría haber desparecido también. Un salpicón de marisco 6,5€ la media ración porque no tienen tapas y eso era un platito servido con muy pocas ganas y que para colmo han tardado 27 minutos en traerlo a lo que le sumamos las constantes quejas de la camarera rubia que era la que comandaba que decía que sus compañeros no se enteraban de nada cuando da la sensación que la que no se entera de nada es ella, además de la poca cantidad... la calidad.... madre mía mira que es difícil hacer mal un salpicón de marisco.... pues vaya esté como estaba de malísimo. Unas coquinas.... unas coquinas que eran 14€ la ración, de nuevo servida con poquísimas ganas y muy poca cantidad que además no estaban ni limpias.... menos mal que al menos la caña de cerveza(1,75€!!!!????) era cruzcampo y estaba fría. Yo gestiono la calidad de varias cadenas de restaurantes en sevilla y madrid y no hay por donde coger este local... deberían de primero largar a la rubia que tienen comandando y Segundo o bajar los precios o subir la calidad del producto y lo que seguro empezar a despachar más cantidad en los platos porque es una AUTÉNTICA ESTAFA A todo esto y más malos detalles que han tenido con nosotros, súmale la media hora que hemos estado esperando para que trajesen el TPV para poder pagarles esta desastrosa, infernal y Malísima experiencia “gastronómica “ si es que se le puede llamar de...

El trato de los camareros es pesimo, no, lo siguiente. Pedimos una paella para 6, por vía telefónica, y mixta, nos atendió por teléfono el jefe, según los camareros, el dueño. La pedimos mixta, cuando llegamos y la pedimos para que nos la sirvieran, era de marisco y nos dijo que la mixta no la hacían, el nos dijo que si había por teléfono. Para pedir las bebidas, esperamos un monton, pedimos sardinas, que estaban bien, ninguna queja, pedimos para que nos pongan la paella, en cuanto llega eso no era una paella para 6, era para 4 y de marisco, ahí fue la discusión que tuvimos con el dueño, la paella era para 4, en un caso extremo, 5 y tampoco, nos servimos lo que viene siendo una tapa de paella, no un plato de paella, el dueño siguió con el rintintín, diciendo que si eso no era para 6 platos buenos, no lo pagábamos, lo vio y dijo es un buen plato, no era un plato era una tapa, la paella sobre 10, le doy un 4. Pedimos coquinas, normal, pero pedimos dos platos, nos trajo uno y se les olvido otro, lo trajeron tras comernos la paella y la habiamos pedido con las sardinas de primero, un plato variado, igual, normal, tampoco es un plato elaborado y es un plato clásico. La crítica, bar con muy bonitas vistas, muy aprovechable, pero desperdiciado por un dueño mediocre, un personal que tienen caras de sieso y contestan mal, hay una excepción en sus camareros, un hombre que es mucho mas atento y alegre, y la comida, para no volver. NO...

Llegué almorzar muy bien sin espera el camerero por llamarlo de alguna manera, no tenía vergüenza le pedimos las bebidas y sardinas para ir comiendo nos trajeron las sardinas y encima que se lo digo al muchacho me dice que no es problema suyo que es de barra, y él ni siquiera nos puso los cubiertos quejándose y contestación mía le dije sobre todo con respecto que no me iba a comer las sardinas sin la bebida y sin los cubiertos y sin pan le dije de guasa que a ver si me iba ahogar, contestación del camerero de nombre David, hombre si no te ahoga en la playa no te vas ahogar aquí. En fin eso fue el principio y no quiero contar todo lo vino después, solamente agradecer a la camarera rubia que nos trajo la cuenta porque el camerero por llamarlo asin le dijo que mi marido la había pedido y lo que hizo fue llamarlo para seguir pidiendo, y la muchacha fue la que encargó junto a mi marido de que termináramos almorzando en condiciones por supuesto el nunca dio más la cara. Tome nota señor propietario que camareros hay muchísimos y con ganas de trabajar y lo repito gracias a la camarera rubia y por supuesto seguiré hiendo...