Venta La Giralda — Restaurant in Dénia

Comedor amplio y acristalado, muy luminoso, con vistas a la arboleda y mesas bien separadas. Ambiente tranquilo para comer sin prisas.

Lo que pedimos y cómo estaba: • Gambones a la plancha (6 ud.): tamaño generoso y buen marcado a la plancha. Cabeza jugosa y punto de sal correcto; sabor intenso a mar. Buen entrante para compartir y abrir el apetito. (En carta figura como “gambas rayadas salteadas”, pero lo servido fueron gambones.) • Sepia con salsa de la casa: la sorpresa del día. Sepia tierna, limpia y bien cortada, napada con una salsa verde propia del restaurante muy sabrosa (recuerda a un pesto con hierbas y frutos secos). Plato sencillo en concepto pero muy bien resuelto. • Arroz negro (para 2): buenísimo de sabor. Tinta bien integrada, fondo sabroso y el grano en su punto, suelto y con el toque clásico de limón al lado. Ración adecuada para dos, sin resultar pesada. Si te gusta con más socarrat, conviene pedirlo al tomar la comanda. • Postres: tarta de calabaza (suave y jugosa, poco empalagosa) y tiramisú (crema bien montada y cacao equilibrado). Dos opciones caseras que rematan bien la comida. • Bebidas: caña y “tanque” bien fríos; cafés correctos.

Servicio: correcto y con buen ritmo entre platos. Algo más de explicación y cercanía elevaría la experiencia a 5★.

Precio (2 personas): 83,60 € Detalle del ticket: gambones 18 €, sepia 14 €, arroz negro (2 raciones) 28 €, tarta calabaza 6 €, tiramisú 6 €, cervezas y cafés 11,60 € aprox. Relación calidad-precio muy buena para la zona.

En resumen: cocina mediterránea con buen producto y puntos de cocción cuidados. Imprescindibles la sepia con su salsa de la casa y el arroz negro. Un lugar recomendable para comer tranquilo fuera del bullicio del centro de...

Comimos ayer. Nuestra experiencia no fue buena. El local desprendía, al entrar, el típico olor de los locales de cine antiguo. La mesa limpia, sin ambiciones. Recibimiento correcto y amable. A la reserva nos insistieron en que encargáramos el arroz. Encargamos paella de arroz con raya y cangrejos. Pedimos de entrantes mullaoret y patatas bravas. El mullaoret correcto. Puede ser un plato a probar. Las patatas, comibles pero digamos que no pueden denominarse bravas. Después vino la paella de arroz y realmente nuestro chasco fue mayúsculo. El arroz estaba quemado, no socarrat, sino quemado. Le faltaba sabor, no tenía suficiente fume y la raya dejaba mucho que desear. Despedía un olor a amoniaco importante. Los cangrejos eran minúsculos y vacíos totalmente. Los ingredientes no aportaban ningún sabor al guiso El trato de la señorita que nos atendió fue exquisito, muy profesional, de diez. Estuvo pendiente en todo momento y nos ofreció otro arroz, pero es difícil que cuando en un restaurante te sirven algo malo, otra cosa te apetezca. No tomamos postre. Creo que el dueño se acercó a retirar el servicio, pero de su boca no salió ni una palabra. Realmente, en cuanto a atención, salvó sobradamente la situación la señorita que nos atendió No tomamos postre. Pedimos la cuenta y vimos que no nos cobraron el arroz. Un gran detalle por parte del restaurante que demuestra que le preocupan los clientes. Lamento tener que contaros esta experiencia, pero si lo hago es porque bastantes amigos que conozco de la zona y que comemos mucho fuera, me han hablado de maravilla de La Giralda. Volveré otra vez por La Giralda y me gustaría poder escribir todo lo contrario en mi...

Inicio mi reseña haciendo puntualizacion de la falta de profesionalidad del gerente del local. Hemos comido 5 personas hoy(por llámarlo de alguna manera) y ha sido una de las experiencias menos satisfactorias de toda mi vida. Reservamos mesa a las 3 y dejamos constanci de nuestro deseo de comer paella de carne y verduras. Nos sacan la primera paella después de más de 40 minutos de espera, y para nuestra sorpresa el arroz estaba crudo. Avísame a la camarera y nos dice que ella ya se había dado cuenta y que avisa a cocina. A todo esto mi hijo de 3 años sin comer. No me dan ni siquiera alternativa de algo rápido para el niño y se lavan las manos diciendo que nos hacen otra. Tras más de 50 minutos de espera y la segunda paella no sale,Mi hijo se queda dormido y por lo tanto sin comer. Nos la sacan y para nuestra desesperación, esta sale quemada! Una cosa es socarrat que nos gusta y otra carbonizado.

Avisamos a la camarera y nos dice que es muy raro pero que nos entiende perfectamente. Se lleva la paella casi entera y pedimos los café. Pedimos la cuenta y este pájaro, porque es lo que nos ha demostrado ser, nos cobra la paella quemada como si habría estado en condiciones. Sin duda no repetiremos y mucho menos recomendaremos este sitio a nadie.

Olor a humedad y falta de ventilación, cristales empañados por la comida, a parte de aseos inundados por heces y falta de higiene. Salimos de allí con hambre con 80€ menos y con olor a...