Restaurante La Ponderosa — Restaurant in el Campello

29 de septiembre era mi cumpleaños,hace unos pocos dias que estoy viviendo en Playa San Juan,mi hijo hizo un viaje muy largo para estar conmigo,estaba muy cansado y encima luego de comer volvia a irse a Madrid.

Llamo por telefono a la Ponderosa, pregunto si era posible una mesa en la terraza frente al mar,le dijeron que si,nos costo estacionar,le rayaron la camioneta Volvo que habia alquilado en Madrid ,cuando llegamos a la Ponderosa,tratando de dejar atras el mal trago, nos atiende una camarera muy maleducada y de muy mal humor,diciendo que no habia lugar en la terraza ( de hecho si habia una mesa de dos sin ocupar ) y nos dejo esperando parados diez minutos,vino otra camarera,despues el sr Vicente siempre fue atento ,finalmente nos dijeron de sentarnos pero dentro, en una mesa muy pegada al apoyo del servicio y la camarera de mal humor me rozaba la silla cada vez que pasaba ,no nos tomaban el pedido,nos cambiamos a otra mesa,luego vino otra camarera,Patricia,muy agradable y atenta.

Era nuestra 1era vez alli,ya se me habia ido el hambre con la falta de respeto recibida y el poco tiempo que nos quedaba ,mi hijo tenia que devolver la camioneta en Madrid antes de las 23 hs.

En el menu decia Gambas rojas 19,50 €, pedi eso ,en realidad queria langostinos a la plancha,pero no tenian,mi hijo pidio una lubina a la plancha 19 € ,despues le dijeron si la queria a la sal,les dijo que bueno,y yo pedi unos papines hervidos o al horno.

Las gambas rojas,no me gustaron nada,tenian un gusto muy fuerte,aparte les faltaba coccion,los papines muy ricos,la lubina a la sal rica y super fresca,pero le faltaba un pelin de coccion,acertado el acompañamiento de verduras,malo el pan,bueno el tiramisu pero infima la porcion ,el vino muy normalito.

Las gambas rojas eran pequeñas trajeron 6 ( nos las cobraron " 39,50 € " olvide sacar foto,la lubina a la sal nos dijeron pesaba de 500 grs " 30 € " y encima la emplato la camarera malhumorada ,un agua mineral, dos copas para mi de blanco Albariño, un Tiramisu ( enana la porcion ) el acompañamiento de nata era mas grande que el postre,apenas alcanzo para dos bocados c/u ,vino con una velita con el nro 1 ( blanca borde colorado,parecia para festejo de furbol),bastante feucha y muy poco femenina . No tomamos ni entrada,ni cafe.

Seria mas agradable que tanto los manteles como las servilletas,fueran de algodon,y no de poliester ,sobre todo si venden calidad.

Total 95 € !!! Aparte la propina . No sabiamos que " todo era al peso" .

Nos invitaron dos copas de cava, mi hijo apenas dio un sorbo para brindar porque luego tenia que conducir a Madrid.y yo tambien solo un sorbo.

Pago,no me dejaba ver la cuenta,casi se la saco de la mano,porque no podia creer que fueran casi 100 € ,por ese mismo importe hemos comido varias veces en El Lobito de Mar de Dani Garcia ( entrada compartida,segundo plato con un pulpo exquisito,pure rustico,vino,postre,cafe y propina incluida ) ,yo vivia en la milla de oro en Marbella a una calle de distancia,por eso iba con frecuencia , de hecho mi ultimo cumpleaños lo pasamos ahi y fue una " gran diferencia " , empezando por el personal que siempre es " fenomenal " . K.L Imagen Comunicacion...

Hemos estado varias veces y genial pero ayer fue la peor experiencia que hemos tenido en un restaurante. Saturado, mal atendido y con una comida de verguenza. A los 10 minutos de estar sentados ni siquiera nos habían preguntado si queríamos algo de beber. Tras varias llamadas a las camareras por fin viene una que a mitad de comanda dice que nos va a atender una compañera. Pedimos 2 cervezas, pan con alioli y tomate, almejas a la Ponderosa y arroz negro. Después de reclamarles varias veces, por fin nos traen las cervezas y una cesta con el el pan, como 20 minutos o más desde que nos sentamos. Como pasaba el tiempo y allí no aparecía comida alguna, al menos el Ali oli y el tomate, volvimos a insistir y nos trajeron el alioli. Para el tomate tuvimos que volver a llamar a las camareras que al parecer les resulta amos invisibles. A todo esto mesas que se habían sentado después sin tener que hacer aspavientos les iban trayendo todo, lentamente pero mucho más rápido que a nosotros que a nosotros. Hasta ese momento todo parecía ser fruto de falta de personal y de que había que armarse de paciencia, pero llegaron las almejas y estaban saladas a rabiar. Decir que nos gustan los callos, las guindillas etc y la comida tirando a sabrosa, pero no como la salmuera. Aún así nos las comimos, debajo de esa salmuera se adivinaba algo de sabor a almejas. Mientras esperábamos al arroz pedimos otras 2 cervezas y tras tener que recordarlo un par de veces , nos traen dos copas con 2 dedos de espuma y otro dedo más hasta el borde de la copa, ni yo que no se tirar cerveza lo hubiera hecho peor. Cuando llegó el arroz la decepción subió varios escalones, llevaba sal como para regalar. Este ya lo devolvimos y de hecho nos arrepentimos de no haber hecho lo mismo con las almejas que nos comimos sin ningún disfrute. Lo cambiamos por una parrillada de marisco y pescado. Dado que las cervezas habían sido de risa y la espera larga, antes de llegar la parrillada pedimos dos copas de vino blanco. Llegó la parrillada pero el vino tuvimos que reclamarlo y nos lo trajeron cuando ya estábamos terminando, dos copas escasas y desiguales la mía con fácil un dedo más de vino, digamos que normalita. Las cigalas de la parrillada y un salmonete también salados, sobre todo las cigalas que en mi vida me las han puesto así. Por supuesto no pedimos postre ni café, lo que queríamos era terminar con esa pesadilla. 78 euros, ni un detalle por todas las perrerías que nos hicieron y por momentos sensación de ya están aquí los tikis mikis que no se pueden comer un arroz sabrosito. No exagero ni un ápice, es, con diferencia, la peor experiencia que he tenido en un restaurante y ya peino canas. No fue que algo saliera mal es que salió mal casi todo. Por lo menos no nos mancharon la ropa ni nos cortamos con un vaso roto ni nos sentimos indispuestos al día siguiente, se ve que estaba todo bastante bien conservado en sal....

Comida familiar el 30/6 para 4 personas en la que pretendíamos enseñar a nuestra invitada un lugar donde comer muy bien en la playa y que resultó un gran desastre desde el principio: vasos sucios que cada vez que los cambiaban venían peor que el anterior para terminar con vasos publicitarios de Coca-Cola, la camarera afirmó que llevaba todo el día cambiando vasos pero en ningún momento pidió vasos limpios. Pedimos ensaladilla rusa (correcta) tomate raf o Muchamiel con ventresca y almejas marinera, el tomate no era de ninguna manera lo indicado en la carta, era tomate de ensalada sin más partido en cuadritos y unas tristes y finitas tiras de ventresca sin ninguna aspiración por lo que lo devolvimos. La camarera nos indicó que el anunciado en carta se había terminado pero se le había olvidado decirlo, las almejas tampoco brillaban por lo justa de la ración y la escasísima salsa que no era posible coger con la concha. De plato principal arroz que siempre ha sido bueniiiiisimo pues .... Duro y como todos los arroces duros insípido, la verdad ya vista la hora y el éxito de la comida pero como teníamos hambre comimos el arroz servido en el plato pero lo que quedaba en la paellera ya nadie lo quería por y costandonos ya que nos parecía que nos habíamos quejado dos veces volvimos a llamar a la responsable para hacerle ver lo pésimo de la comida en general lo que nos espetó directamente que no estaría tan malo ya que nos lo habíamos comido y si no queríamos lo de la paella era porque no teníamos más ganas de comer, que se lo hubiéramos dicho antes, GROSERA Y MAL ENCARADA con nosotros preferimos no discutir con una señora que estaba dispuesta a regañarnos por ser malos clientes. Lo vasos sucios le daban igual, el tomate de ensalada de supermercado y la ventresca desnutrida tampoco le importó, que nos regañara una camarera por dejar un vaso sucio y de Cocacola en el que no pensábamos beber en un restaurante que se valora como de calidad tampoco y que un arroz salga de cocina duro como piedra no es culpa de cocina sino nuestra que no lo devolvemos y saben que, que tienen razon pero que mi valoración es 0 y que nunca más volveremos a comer en un sitio donde tratan tan bien cuando sale bien pero tan rematadamente mal cuando se equivocan y no conocen la humildad, la culpa es...