Restaurante Chino Felicidad — Restaurant in Elda

Visité el Chino Felicidad en Elda y fue una de las peores experiencias que he tenido en un restaurante.

Nada más entrar, te obligan a sentarte donde ellos quieren, sin preguntarte ni darte opción. El dueño, un hombre chino, delgado y de baja estatura, tiene una actitud completamente maleducada y arrogante, como si estar allí fuera un favor que te está haciendo. No tiene ningún respeto por los clientes.

Las camareras tampoco se quedan atrás. Son colombianas (claramente por el acento) y tienen una actitud bastante desagradable. Especialmente una de ellas, rubia, con coleta, que se pasa el tiempo quejándose en voz alta, con mala cara y malas formas. Además, la vestimenta que llevan no es en absoluto adecuada para trabajar en un restaurante: nada profesional.

El buffet es de calidad muy baja. La comida parece recalentada y sin sabor, nada fresco. Pero lo más preocupante es la falta total de higiene. Una mujer mayor en cocina fue vista recogiendo comida del suelo y luego sirviendo platos con las manos sucias, sin guantes ni lavarse. Una auténtica falta de respeto hacia el cliente y un riesgo sanitario.

Y por si fuera poco, el dueño complica el pago. No permite pagar una parte en efectivo y otra por tarjeta. Si vas a hacer un pago pequeño, se molesta, pone mala cara y dice “no se puede pagar así”. Un comentario totalmente fuera de lugar para un negocio legal. (Claramente le molesta declarar ese tipo de importes).

En resumen: – Trato al cliente: pésimo – Comida: de baja calidad – Higiene: inexistente – Atención: nula – Pago: con problemas y malas caras

No volveré jamás y no se lo recomiendo a nadie. En Elda hay muchos otros sitios donde al menos te respetan como persona y...

Me and my family went for the buffet and we were not at all impressed. Nothing was labeled and no choices for vegetarian even the two kinds of rice had meat in them. The food was bland and the options poor. The deserts had no...

La comida no es que esté muy allá, es un buffet de comida china con pocas opciones, las más tradicionales y ya (arroz tres delicias, fideos, pollo con almendras, ternera con setas y rollitos primavera). La calidad de la comida no es excelente, pero se deja comer, y más por el precio que pagas (9.95€, bebidas aparte). El sitio está decorado como los restaurantes chinos abiertos en los años 90/2000, estilo tradicional. El personal es amable, y aunque llegamos algo tarde, por ser las fiestas de Moros y Cristianos nos dejaron acomodarnos y sin ninguna...