He visitado durante más de 10 años el restaurante Sa Llagosta en privado y con clientes. También he recomendado éste restaurante en repetidas ocasiones a amistades, familiares y armadores ( soy capitán de oficio ).
Pero será la última vez.
No sirve de nada que la comida sea excelente y el restaurante aparentemente lo fuera en el pasado, si el trato al cliente y el ambiente no está a la altura de la oferta gastronómica.
No recomiendo éste restaurante, por los siguientes motivos:
Camareros sin la más mínima experiencia y educación. Es como poner a un paleto a conducir un ROLLS ROYCE. No sólo los camareros/as no tienen la más mínima experiencia y mínimo nivel ( es un fenómeno que triste y lamentablemente últimamente observamos más a menudo incluso en restaurantes de nivel o aparente nivel ), si no que además ni siquiera se disculpó el camarero cuando nos tiró caldereta por encima del mantel y de mi mujer. Toda la mesa quedó salpicada. Nos quedamos mirándonos con cara de póquer. Mi mujer se fue al aseo para limpiarse las manchas de caldereta mientras yo le pedía toallitas al camarero para limpiar yo mismo la mesa. Inaceptable situación, salvo para el camarero y por supuesto la dirección del restaurante. Inexistente y brillando por su ausencia... En un restaurante bien llevado y con camareros al nivel de una factura de casi 300.-€ para dos personas, se habría personado el propietario/a o encargado/a para disculparse en persona y habrían montado inmediatamente de nuevo la mesa con un mantel nuevo. 2 minutos. Máximo ! No en Sa Llagosta. Ahí te apañas con tu porquería en la mesa y sin disculpas. Hay otras prioridades...
El siguiente motivo por el que no volveremos y no recomendaremos éste restaurante, es porque te sientas y casi te das de codazos con el de al lado. Mesas pegadas las unas a las otras. El máximo de mesas en el menor espacio posible. Un claro indicio de codicia y prioridad de hacer caja. No es cómodo. No apetece sentarse en un espacio tan reducido de inexistencia mínima intimidad. Podíamos oír perfectamente las conversaciones de las mesas de al lado. Hay más intimidad en un local de comida rápida. Claro indicio de prioridad de facturar a costa del bienestar y comfort del cliente.
La iluminación ! Por la noche no apetece sentarse bajo unos focos blancos de máxima intensidad de luz. No sólo es muy molesto, si no que además es totalmente innecesario. El restaurante y su ubicación, invita a una luz suave, una luz tenue, una iluminación incluso romántica. Les recomiendo una luz cálida y más acogedora en beneficio de un ambiente más calido y acorde al ambiente. Una pequeña lamparita sobre cada mesita para convertir un espacio ultra-iluminado, en un espacio acogedor y agradable. No a la sensación de estar en un bar cutre mal iluminado con unos focos como si estuvieras en un estadio de fútbol o un quirófano.
Hemos probado en la última semana diversos restaurantes de primera y segunda línea en Fornells. En todos magníficas experiencias gastronómicas y atención impecable. Dejamos Sa Llagosta para el el final como algo especial, como un "Highlight" y lamentablemente tengo que observar que fue una mala decisión y el peor restaurante de todos, así como la peor experiencia.
Ya no es lo que era y no está a la altura de la oferta gastronómica de Fornells y la calidad & atención profesional de los demás restaurantes.
Y menos en relación precio/atención/calidad.
Si la dirección del restaurante mejora y modifica las anteriormente mencionadas posiciones notablemente, volveríamos a ser sus clientes. Valdría la pena, dado que el interior del restaurante es muy bonito y tiene...
Read moreStunning setting, warm hospitality, delicious food! If you don't like any seafood, this might not be the place for you, but I am allergic to crustaceans and still loved it. Some favorites included an anchovy dish with kimchi (sauce, not actual cabbage), tomato carpaccio, tempura octopus, and squid served in a sauce of its own ink-- all fantastic! Diners with me loved selecting their lobster/ langostine and enjoying it with the mayonnaise/ roe sauce served in a mortar and pestle. The desserts were great, too! (We had local friends who helped us try a table full of great food.) The restaurant is right on the water on a stretch that was pedestrian-only, so we had to find parking a little hike away; it was very charming to walk through the town, but a consideration for those with mobility issues to plan for a drop-off...
Read moreLa joya de la corona.
Si buscas un sitio con buena mano, donde los platos te sorprendan, donde no salir indiferente, este es el sitio.
El local está ubicado en Fornells, frente al puerto. La vista desde la terraza es muy agradable y la sala (nosotros estuvimos arriba) es acogedora, como muy típica casa con motivos marineros. Si te pones quisquilloso, el local podría decir algo más por dentro pero tenía muy claro que íbamos a un sitio de “producto”.
Al lío, que hemos venido a hablar de la comida:
El tartar de tomate es algo fuera de este mundo. Puedes llegar a pensar en algún momento en boca que se trata de carne.
Las alcachofas con cuixot y huevo no pueden estar más buenas. En su punto de calor, melosas y ese sabor del Cuixot (embutido menorquín hecho con vísceras del cerdo). Ummm, para no parar.
Los boquerones no pueden ser más frescos. Como si los cogieras en el mar y te los prepararan en un minuto frente a ti.
Tartar de atún exquisito. Servido con tostadas y algas. Poco que decir, cuando un tartar tiene una buena materia prima, habla por sí solo.
Carta de vinos con precios muy decentes y variedad. Algo que en la isla cada vez frecuenta menos.
Y llegó el momento del postres. “Oh, mami” Ante mi pregunta a la chica que nos atendió (muy simpática y profesional):
[- ¿Si tuvieras que enamorarme con un postre?. ]. Y no tardó ni un segundo en decirnos: “MENORCA”.
Y que postre… acaba de colocarse en mi top 5 de postres de todos los restaurantes que he recorrido en mi vida. Por textura, por sabor, por ese punto lácteo que me transportó al cielo, el toque del albaricoque, lo fina que estaba la crema y como ligaba con el requesón. No puedo dejar de pensar en el postre.
Nunca dejéis de darle tanto amor a la cocina. Pronto volveremos a probar la langosta pues no quisimos pasarnos de noche, pero se queda como tarea pendiente, y espero que pronto.
Gracias y otra vez gracias por las cosas bien hechas. Da gusto...
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