Restaurant La Masia d'Esplugues | Cuina catalana i brasa | Sales per a grups — Restaurant in Esplugues de Llobregat

Solemos ir con la familia dos o tres veces al año, especialmente en época de calcotada. Nunca reseño a no ser que este muy bien o por el contrario que este muy mal, en esta ocasión muy mal. Comento: Lo peor de todo es que, los camareros, a pesar de ser buenos tienen un sistema de funcionamiento o logística que DA PENA, solo vienen a la mesa en tres o cuatro veces, comanda, traer primeros con carrito, segundos con carritos y postres, por tanto, como te falte un cubierto, una cerveza adicional, pasar un poco la carne, una servilleta, etc., vas “de cráneo” no solo para que te atiendan, sino para que te hagan caso dignándose a girar la cabeza a tus por favor esto o por favor aquello. Por tanto, cuando estas pagando 18€ por una teja con 10 calcots recalentados y un romesco liquido con trazas de ceniza de calcot ya sucado, 52€ por un supuesto chuleton de 1 Kg que no llegaba a 700 gramos (fue ridículo), 20€ de pan de coca frio y gomoso sin tomate y aceite que encima tenlo tienes que hacer tu, y encima las carnes vinieron sin guarnición ni patatas (las tuvimos que pedir a parte despues de un buen rato,- no las cobraron, que menos, esperas un servicio servicial (que no servilista o que te haga la pelota). 15 minutos para que un camarero viniera. Comprendo el problema de la falta de personal y personal de calidad en hosteleria, pero eso no justifica que des reserva a todo el que llama mientras haya mesas libres ya que después con dos camareros por sala, que van desbordados no das el servicio que debes. Finalmente añadir que una comida en familia que debia ser pasar un rato agradable, charlando y disfrutando de la comida y bien servidos, se tranformó en un mal rato, en un salon llenísimo con mucho ruido, pendientes de los camareros, con la sensación de que en las comandas falta cantidad e incluso calidad y que a pesar de todo lo anterior y despues de phar la cuenta con una propina ya que ellos no tienen culpa de la mala gestión de personal, no obtuvimos por parte de camarero de barba ni un gracias, ni un buenas tardes, ni un disculpen que hoy ha venido mas gente de lo esperado, mas bien un márchense ya que tenemos...

Vivimos al lado y pensé que era obligado conocer este sitio. Nada más llegar, la metre (Montse) nos recriminó (con una sonrisa, pero ya lo dejo caer…) por no avisar que íbamos con carrito de bebé y nos cambió de mesa a una más apartada como si nos hiciera un favor. Después, nos dijo que claro, que espabiláramos comiendo porque tenía más mesas después… que habíamos reservado a y cuarto y habíamos llegado tarde… (tenía razón, llegamos a las 13:33…y la reserva era a las 13:15…). Cuando nos fuimos, todavía quedaban mesas sin ocupar... creo que el trato para un sitio con buen ambiente como este ha de ser más elegante. Yo he trabajado mucho de cara al público y creo que lanzar reprimendas a los comensales no es la mejor forma de crear una clientela fiel a un sitio. Además, respetando por supuesto que se hable el catalán en el establecimiento (faltaría más), creo que lo correcto cuando hay comensales que no lo hablan es que el servicio lo tenga en cuenta y se dirijan a la mesa en particular en castellano, sería un buen detalle… La comida correcta, buen sabor y cantidades justas. Nada que te haga pensar que estás en un restaurante por encima de lo básico.

Edito reseña porque hemos vuelto al restaurante (porque unos amigos reservaron y nos daba apuro decir que no… ) y he de decir que sin Montse, la experiencia ha cambiado, y mucho. Pensábamos que habían prescindido de la metre, pero resulta que únicamente esta entre semana, por lo que si volvemos, que seguramente si, intentaremos que únicamente sea en fin de semana, porque el metre que está los fines de semana (un chico joven muy educado y amable) y el servicio, no han tenido nada que ver. Sigo pensando que las cantidades son justas, pero las dos experiencias adicionales que hemos tenido en fin de semana, al menos, nos dejan con...

Ante todo decir que el restaurante está bien, es bonito y amplio. Es la segunda vez que hemos ido. Hoy fuimos a celebrar el cumpleaños de mi hija, 7 personas en una mesa redonda, hasta ahí todo bien. Nos vino la persona que que parecia la responsable de sala, y al decirle los platos ya empezó a poner caras raras, insistiendo mucho en si lo que pedíamos era solo el primer plato. Después de algún comentario bastante cortante, ha dicho "Bueno, no hacemos reservas de 7 personas donde solo se pidan un plato, pero vaya". Es cierto que 6 de los 7 pedimos plato único porque era lo que realmente nos apetecía, y otro plato en medio para picar. Pero... ¿desde cuando en un restaurante te obligan a comer más de lo que uno quiere? Cuando encima esta "política" no está indicada en ningún sitio (ni la carta, ni la web, ni en el restaurante), Además, diciendo que "ni siquiera habéis pedido un chuletón". Creemos que sus comentarios han estado completamente fuera de lugar, siendo esta persona muy poco profesional. Aún así, con postres incluidos y cava, nos ha costado 196,70 euros (28,10 euros por persona, lo que creemos que es un gasto máz que correcto). Aprovecho para añadir que creemos que deberían de cuidar un poco más el servicio, ya que ambas veces que hemos ido, han tardado bastante en atendernos y traer los platos, además de que si pretendes comunicarte en catalán con algunos de los camareros, les vas a tener que traducir todo al castellano, ya que no entienden nada de catalán (estando la carta en catalán,...