El Almacén Gandia — Restaurant in Gandia

2nd day that we have eaten here!! We live part time in Gandia and always looking for new menu del dia and El Almacén didn't disappoint!! Wow!!

Really lovely environment in plaza major! Lovely little sun trap too!!

Back to the food!! My soup was soo good and flavoursome, my husband had the salad and the dressing was fantastic!! We shared the steak and lamb!! Really good flavours then add desert, coffee, wine, chupito into it.... can't rave enough how lovely it was and our total bill was around €50!!!

We will be back soon!! Thank you, ...

Reservamos porque, a priori, se trata de un sitio con "carne de calidad", así que íbamos en busca de un buen trozo de carne. Pero, para empezar, los entrantes dejaban mucho que desear. Pero bueno, confiábamos en que el chuletón (que costó, ni más ni menos que 52 euros) estuviera mejor. Pero, para nuestra sorpresa (o no, teniendo en cuenta que ya los entrantes eran regulares y si el río suena agua lleva), el chuletón era de goma. Nosotros pedimos un chuletón de carne, y nos sirvieron un chuletón de goma, que se resistía hasta al tenedor. Se lo comentamos al camarero, y asombrado, preguntó si nos saca otro. Lo único que le dijimos fue que sus cocineros probaran esa carne que supuestamente estaba tan buena, que no queríamos otro, pero que realmente no estaba buena. El camarero, acto seguido, nos ignoró. Volvió a los 10 minutos preguntando si se llevaba el plato con la carne (de la que quedaba más de la mitad). Dijimos que sí, pensando que eso era parte de su respuesta a nuestra reclamación. Pero, todavía más sorprendidos nos quedamos cuando el camarero ya no nos volvió a decir nada, nos sacó la cuenta, y de cobrar los 52 euros por lo que ellos llaman carne, no se olvidó. Insisto, no es que no quisiéramos pagarla, es que cuando un chuletón te cuesta 52 euros esperas, como mínimo, que sea comestible. Y, por supuesto, que al menos el servicio esté a la altura de los precios. Conclusión: que quiten el letrero de degustación, pero pueden dejar el de charcutería, para servir un plato de chorizo. De la carne buena que se olviden. Y si la que sirven no está buena, al menos que acoplen el precio...

Este restaurante es de esos sitios que descubres una vez y ya sabes que vas a volver. Los dueños te reciben como si fueras de la casa. El trato es tan cercano y agradable que da gusto sentarse a la mesa. De verdad, se nota que hacen todo con cariño.

La carne a la brasa es una auténtica maravilla. Tierna, sabrosa, con ese toque a brasa que tanto cuesta encontrar bien hecho… Es imposible no disfrutarla.

Entre semana tienen un menú que está súper bien: variado, bien de precio, y lo más importante, buenísimo. No es el típico menú de salir del paso. Aquí se nota que cada plato lo hacen con ganas.

Y ojo con esto: las empanadas argentinas caseras. Increíbles. En serio, no he probado nada mejor. Su masa y el relleno sabrosísimo. Hace que ese sabor sea auténtico y te hace cerrar los ojos y decir “wow”. Solo por eso ya merece la visita.

Si un día pillas que tienen garbanzos con ternera, no lo dudes. Pídelos. Son espectaculares, de esos platos de cuchara que reconfortan y te dejan feliz.

Y el postre… ay, el postre. Pídete el flan de queso y que le pongan su secreto (un poquito de dulce de leche) es puro vicio. Cremoso y dulce en su punto. Siempre reservo sitio para él, ¡no falla!

En resumen: comida estupenda!,de verdad!, trato excelente, y un ambiente que te hace sentir cómodo desde el minuto uno. Ya sea para comer o para cenar, es un sitio al que siempre...