El pasado 31/10/2024, llame al teléfono del restaurante A fuego Lento, como en otras ocasiones, sin que nadie respondiera ni saliera alocución alguna. La llamada se cortó y al poco recibí un SMS en el que se me daba un enlace para realizar la reserva. Fui cubriendo los datos que se me pedían, a través de cinco cuestionarios, hasta que mese solicitó el número de mi tarjeta de crédito, que introduje. Al poco recibí un mensaje con el texto , “te estamos esperando, con mi nombre, fecha y hora de la reserva, y pidiendo puntualidad en la llegada y un límite máximo de permanencia en la mesa. Hasta ahí, todo bien. El 1/11/2024, a las 13:12 horas, y para cumplir con la puntualidad requerida, nos presentamos en la puerta del restaurante, coincidiendo con la llegada de varios elementos del personal, que no nos permitieron acceder al local porque “tenían que cambiarse…” motivo por el que tuvimos que que permanecer bajo la lluvia, hasta que salió una camarera, 13:25, a preguntar a nombre de quién estaba hecha la reserva, le di mi nombre y volvió a entrar mientras nosotros permanecíamos bajo el aguacero. Pasados unos minutos, se nos mandó entrar, y quien hacía las veces de responsable, un “señor” alto, calvo y vestido de negro, con unos modales impropios de alguien que trabaja de cara al público, nos informa que no teníamos hecha la reserva y que el restaurante estaba completo; a lo cual le mostré en mi móvil la respuesta de la página donde la realicé; él insistió en que no había informado de mi número de tarjeta, cosa que rebatí por no ser cierta, a lo que me respondió que “por lo que me cuesta la página de reservas no puede funcionar mal, porque es la página más cara de las de este tipo. Volví a recalcar que yo había dado mi número de tarjeta, y entonces nos dijo en tono despectivo: “les voy a amañar (sic) una mesa, cosa que hicieron y pudimos sentarnos, siendo los segundos comensales en ocupar una mesa. Para que nos tomaran la comanda tuvimos que esperar a que la hubieran tomado al quinto grupo en acceder al local; hecho que confirma la falta de respeto y organización que veníamos sufriendo y comentando. Coincide que fuimos testigos de otra reorganización en la disposición de las mesas, lo que nos reconfirmó el mal funcionamiento de la página de reservas y/o la mala organización del trabajo. Nos preguntaron por la bebida, la pedimos y tuvimos que reclamarla pasado un tiempo prudencial. Mientras esperaba, tuve que ir al aseo de señoras, donde me sorprendió la que la pulcritud brillaba por su ausencia. Por no haber, ni papel higiénico. Por fin pudimos pedir la comida, teniendo tiempo suficiente en disfrutar de la bebida puesto que el primer plato tardó lo suyo. Los segundos platos eran unas carnes a la brasa que llegaron a la mesa casi frías, por lo que después de comprobar que aquello no era comestible y de informar a la camarera, pedimos la cuenta. Se nos ofreció recalentar nuestros platos, a lo que nos negamos, puesto que si una carne está correctamente preparada, debe llegar a la mesa en su punto justo de temperatura y no es admisible recalentar. Coincide que en la mesa de al lado comentaban que algunos platos llegaron fríos. El resultado de esta desagradable experiencia, he de resaltar, la nula sensibilidad de del personal que deja bajo la lluvia a unos clientes que llegan unos minutos antes de la hora prevista, y los modales displicentes del “señor” que parece ser el responsable de restaurante. Conclusión: Solemos ir con frecuencia a Extremadura desde hace años, y desde que descubrimos el restaurante A Fuego Lento, siempre lo hemos visitado puesto que la comida y el trato del personal, ERAN exquisitos. Es por ello que lo hemos recomendado a amigos y y familiares, pero también informaremos que este restaurante A Fuego Lento, ya NO es ni la sombra...
Read moreMal ambiente por parte del propietario. Estuvimos hace unos días dos adultos y 2 niños. Al ver que eran niños el propietario ya puso mala cara. Al tardar en pedir y no saber que pedir para los niños nos contestó que la carta está en la web y que el no hace menús infantiles ni platos de pasta. Cuando en ningún momento se le preguntó por ello. No nos trajeron el aperitivo cuando en todas las mesas lo llevaban. Lo tuvimos que reclamar. Es muy molesto tener una mesa al lado con 1 chuletón de los que se terminan de hacer en la mesa, ya que todo el humo te queda impregnado en la ropa y el humo te molesta en el cuello. Por último como ya se ha comentado por aquí, el favoritismo a los comensales habituales. Dos aperitivos diferentes, cerezas,... No repetiría, ya que un sitio donde los niños son considerados de 2nda clase no merece la pena. Y tratando así a la gente no creo que consiga nuevos clientes a los que premiar.... Y en cuanto a la comida, normalita y cara. Seguro que hay mejores opciones en Herbas.
Edito respecto a lo q dice el propietario. Se debe de confundir pq nosotros no mostramos ningún tipo de enfado.Yo no puse ni malas cara ni nada, simplemente pregunté si podían comer un entrante como principal ya que no les apetecía carne o pescado. Y se comerían más agusto un principal. Y habíamos visto por web que había platos entrantes que les podía gustar. Pero después en la carta del restaurante pone que no se pueden servir como principal. De ahí nuestra pregunta. Encuentro de muy mal gusto q por esa simple pregunta, se nos tratará de esa manera tan diferente. Y aunque como usted dice la tapita que ponéis es de cortesía es de muy mal gusto que lo pongáis a todas las mesas y a la nuestra no, y que hasta los niños se den cuenta y vean la diferencia entre unos comensales y otros. O a caso nuestro dinero es diferente? Pq que yo sepa pagamos igual que todos. Y no sigo pq creo que ya ha...
Read moreSupongo que por comparación con otros comentarios, debimos elegir mal! Tomamos todo para compartir entre tres. De primero fue un "ceviche/tartar de atún" ...ni ceviche ni tartar, algo ridículo para lo que costaba... Era una base de aguacate (no más de medio) otra capa de cebolla roja muy picadita y unos recortes de lo peor de un atún, marinado todo en soja y con un aliño dulzón sin ninguna gracia y sin ningún toque cítrico. De segundo un pulpo a la brasa, duro y chicloso que iba acompañado de unas patatas que estaban a medio hacer, ¡de los peores pulpos que he comido! Y para terminar una paletilla de cabrito al horno que estaba bien asada y muy jugosa pero desgraciadamente con un horrendo sabor a romero quemado, amargaba una barbaridad. He de decir que nos lo comimos todo porque teníamos hambre y aunque no nos gustó nada, todo era comestible. El trato fue correcto hasta que nos preguntaron qué nos había parecido ...y les contesté con sinceridad mi opinión... A partir de ahí, frío y escueto. También tengo que mencionar que reservamos la mesa el día anterior y que nos hicieron elegir entre dos turnos... Muy mal gestionados porque tuvimos que optar por el de las 15:30 (el anterior nos venía muy justo ya que a las 15:30 teníamos que haber terminado) ... Llegamos a las 14:30 y decidimos acercarnos para ver si por casualidad hubiera un hueco... y cuando llegamos estaba el restaurante prácticamente vacío! En fin para nosotras un auténtico desastre... La cuenta 78€ sin vino ni café ni postres... Nos cobraron pan sin haberlo comido, sin haberlo pedido y sin haber preguntado si lo queríamos.🤦♀️
Tengo que decir que me siguen hablando muy bien de este sitio y que les extraña lo que les cuento... Yo espero que por alguna razón, ese día, hubiera algo excepcional que cambió todo lo que salía de la cocina... No sé si me convencerán para darles otra...
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