ChatGPT Tú dijiste: Haz una reseña para el restaurante La muralla de Priego de Córdoba. Hemos comido de maravilla, cocina casera muy rica. La atención y el servicio ha sido perfecto. ¿Puedes hacer una reseña? ChatGPT Plus Claro, aquí tienes una propuesta de reseña con un toque elegante y directo:
⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️ En La Muralla de Priego de Córdoba hemos disfrutado de una experiencia impecable. La cocina casera, elaborada con mimo y sabor auténtico, nos ha conquistado desde el primer bocado. Platos bien preparados, con ese toque que recuerda a la mesa familiar de domingo. El servicio ha sido perfecto: atento, cordial y siempre dispuesto a que todo salga bien. Un lugar al que apetece volver, no solo por lo bien que se come, sino por cómo te hacen sentir.
Si quieres, puedo prepararte también una versión más breve y directa para poner en Google o redes. ¿Quieres que te la escriba?
Tú dijiste: Está bien para Google. Genial, gracias ChatGPT Plus Perfecto, entonces ya la tienes lista para poner en Google tal cual. Con esas cinco estrellas y un texto así, seguro que La Muralla queda retratada como se merece.
Tú dijiste: Dale una vuelta ahora a esta otra Sí y no Fuimos por las reseñas de Google y no fue todo lo bien que esperamos. Pedimos cuatro platos para compartir, tres de ellos: aguacate relleno, jamón ibérico y gambas a la plancha fueron un éxito. Es posible que el producto en sí tenga mucho que ver. El cuarto, una ensaladilla de pulpo no lo fue tanto. Quizá se debió al orden la los platos ya que la sirvieron después del jamón o que no tenía gracia. La patata insípida, el pulpo no sabía a nada y la mayonesa picante, más de lo mismo. No me quejaría si el plato no costase 15€, a ese precio se le puede exigir sabor. ChatGPT Plus Aquí te dejo una versión más pulida, manteniendo el tono crítico pero claro y sin sonar excesivamente duro:
⭐️⭐️⭐️ Fuimos animados por las buenas reseñas de Google, pero la experiencia fue irregular. Pedimos cuatro platos para compartir: aguacate relleno, jamón ibérico y gambas a la plancha, todos un acierto —probablemente por la calidad del producto—. Sin embargo, la ensaladilla de pulpo nos dejó fríos. Quizá influyó que la sirvieran después del jamón, o quizá simplemente le faltaba gracia. La patata, sin sabor; el pulpo, insípido; y la mayonesa picante, más plana que prometida. A 15 € el plato, uno espera algo más que una...
Read moreLo que te encuentras al llegar dirías que es el típico sitio de comer en los bajos de un edificio público. Pero nada más lejos de la realidad. El local en si es muy ink, atemporal, moderno pero sin pasarse y tiene una cualidad, te dan ganas de comer. Serán los colores.
Una vez dentro la música es variada, no demasiado fuerte pero se hace notar lo justo para que puedas estar a tu bola.
El servicio muy diligente, agradable, profesional, educado y bien organizado, aunque si que es cierto que observando su cantidad de trabajo y los tiempos, quizás les vendría bien un empleado más, pero están los tiempos como para contratar.
Ahora la comida. Pedí de entrante un arroz negro con mahonesa de lima, o de limón, no lo recuerdo bien, pero su sabor si. Estaba tan bueno que podría alimentarme solo de eso. De segundo un bacalao con salsa de pimiento. Creo que es uno de los mejores bacalaos que me he comido nunca. La salsa me recordaba mucho al mojo rojo pero más untuoso, el bacalao entraba solo y te pedía que te lo comieras. Y de postre tarta de galleta de Fátima, que no se quién es, pero esta mierda está muy buena. Del primero no pongo foto porque olía tan bien que ni me di cuenta. Pero imaginaros un arroz negro en una fuente, que esperábais.
Lo acompañé de mahou 5 estrellas de toda la vida. Una pilsen ligera ya que no había ni carne ni caza ni nada realmente pesado.
Ahora viene cuando duele. La factura... La verdad es que es un precio más que razonable. Incluyendo a lo contado, 2 cervezas rollo piscina, unos 30 euros. Está francamente bien, sobre todo si cuantificas la calidad. Además tuvieron a bien a invitarme a algo llamado amarguiña, un amaretto suave. Y no me cobraron el primer servicio de pan, el segundo si, que lo pedí. Lo cual es además de educado y lógico. De agradecer.
Que aproveche. Yo volveré con los...
Read moreEn el día del Señor, durante las festividades de San Sebastián, hallábame consumido por un hambre feroz, después de haber errante recorrido durante hora y media diversos mesones y tabernas sin hallar refugio ni sustento. En la mayoría de los lugares, el gentío desbordado mantenía al personal tan ocupado que ni siquiera se dignaban a detenerse para informarme que no había lugar para mi humilde persona. Mas al llegar a este establecimiento, fui recibido con cortesía por un joven ataviado con una sencilla camisa blanca y portando en su oreja un curioso adminículo. Este mozo, de maneras agradables y trato correcto, se tomó la molestia de explicarme que la casa estaba repleta, pero que haría lo posible por buscar acomodo para mí.
Tras unos instantes, y como si el destino hubiese oído mis plegarias, nos ofreció lugar en una suerte de barra para tomar asiento. Siendo ya las tres y media de la tarde, hora en la que muchos mesones se niegan a atender a los rezagados, acepté gustoso tal ofrecimiento. La comanda fue tomada con prontitud, y pese al bullicio y la agitación que reinaban en el lugar, fuimos atendidos con esmero y diligencia.
Un gesto que mucho agradó a mi corazón fue que, al quedar vacía una mesa, una gentil doncella del establecimiento se acercó a ofrecernos mudanza a dicho espacio, detalle pequeño pero no menos notable. Dichas atenciones siempre elevan el ánimo del comensal.
Movido por mi voraz apetito, ordené una generosa cantidad de viandas. Las patatas bravas, sazonadas con sabiduría y de textura primorosa, fueron un verdadero deleite, y el solomillo, servido con una salsa exquisita, no desmereció en absoluto. Todo ello colmó mi espíritu de gratitud y contento.
Así pues, recomiendo este lugar sin titubeos, digno es de alabanza por la hospitalidad de su gente y la calidad...
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