Un restaurante italiano con una carta sencilla pero justa, donde destaca la calidad de los ingredientes y su correcta combinación, y que nos confirma que los platos siguen las auténticas recetas italianas. Esto tiene un efecto tanto positivo como negativo: por una lado comeremos buena comida italiana, por otro notaremos ingredientes o combinaciones a faltar debido a la costumbre de los restaurantes italianos en "españolizar" sus recetas. Así que para gustos, colores. Entre los entrantes podemos encontrar un buen carpaccio de solomillo de buey del pirineo con parmesano y rúcula, muy bueno, aunque un poco soso para paladares que prefieran combinarlo con ingredientes que potencien sus sabor. Esto es, simplemente carpaccio. Lo más destacado son los Nachos, con buena materia prima (nachos, queso, pimientos...) y hasta frijoles, lo que los convierte en los nachos mexicanos más auténticos del Pirineo. De entre la pasta fresca casera, también se revela la lasaña a la boloñesa, que aunque parezca un plato típico, se elabora con la auténtica receta italiana. En cuanto al plato rey de un italiano (la pizza), la combinación de buenos ingredientes, una masa elaborada con buena harina, con un grosor exacto, un crujiente moderado y el punto correcto de orégano, hace que las pizzas sean muy buenas. Lástima que el horno sea eléctrico, si fuera de leña serían perfectas. La carta de vinos es correcta, aunque para mi gusto poco variada. Se puede preguntar al dueño y que te aconseje cuál es el vino más adecuado para combinarlo con el plato que has escogido. En una gran ciudad el Barocco pasaría como un restaurante italiano más, pero en La Vall, y sobretodo en el BoíTaüll Resort, destaca por la correcta calidad de sus platos, su oferta y su precio....
Read moreTeníamos mesa reservada para 33 personas a las 19.45h con la condición de que a las 21.30h, entraba el segundo turno y deberíamos irnos, a eso se les contesta que ningún problema pues dependía de ellos que así fuera. El año pasado estuvimos en el mismo lugar, las mismas personas cenando, solo que un poco más tarde y todo perfecto. Eran las 21.15h y pizzas por servir, no 2 como se ha leído más abajo, sino 4 pizzas, una botella de vino y postres si no recuerdo mal, eso significa que mientras unos habíamos acabado de cenar y estábamos esperando a que trajeran unos postres con velas (avisado desde el mismo momento en el que se entra al restaurante) algunos ni siquiera habían cenado. Nos echan, SI, nos echan a las 21.40h por mucho que más abajo se lea que no echan a nadie, y más tarde dice que nos invitan a irnos a las 22h., el jefe habla con uno de los camareros y seguidamente nos dicen que nos tenemos que ir ya puesto que los siguientes 35 comensales están esperando. A partir de ahí todo de mal en peor. Cuando se le piden explicaciones al jefe, su respuesta es pésima: "tengo 35 personas esperando" "os hemos dado de cenar a 35" "qué queréis que haga" y se encara con muy mala actitud, una actitud pésima para quién se supone que debe dar la cara ante tal situación. "a dónde quieres llegar con esto" es lo que más repite. Yo soy la persona grosera de la que habla más abajo en una respuesta, que por cierto, con este tipo de respuestas, dudo que cambien las reseñas. Pido disculpas a la gente que estuviera allí presente, y a uno de los camareros que nos atendió, si les molestó "mi grosería" Existen muchas maneras de solucionar problemas, la primera...
Read moreFuimos a cenar con un grupo grande, trajeron la cena a todo el grupo y a nosotros ni siquiera nos habían tomado nota, les pedimos unas cuantas veces si nos podían tomar nota ya que todos estaban cenando menos nosotros y nos decían que desde la cocina no les dejaban porque estaban colapsados. Lo mismo con las bebidas, más de 20 minutos para que nos tomarán nota del vino y otros minutos más para que nos trajeran la botella. Había otro grupo que entró después de nosotros y les tomaron nota y sirvieron antes que a nosotros. Echaron a nuestros amigos del restaurante porque había gente esperando y nuestros 2 hijos de 5 años se quedaron en una mesa esperando a que acabáramos de cenar. El camarero empezó a gritar que dónde estaban los padres de estos niños, que los niños se tenían que ir porque necesitaba la mesa, le contestamos que estábamos cenando todavía porque habían tardado en tomarnos nota y traernos las pizzas, que no nos íbamos a ir hasta que no acabáramos a lo que nos contestó que nosotros no nos teníamos que ir pero los niños si, obviamente le dijimos que los niños no se iban a ir solos y ya nos contestó gritando que si nos pensábamos los dueños de la sala? Se quitó el delantal y se fue gritandonos que nos dieran. Pedimos varias veces que bajara el jefe pero no nos hicieron caso, del mal rato que pasamos no pudimos acabar de cenar. A la hora de pagar se lo explicamos al jefe a los que nos contestó lo siento pero sin darle la mayor importancia. Es lo más surrealista que he vivido en...
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