Selvático Sushi & Grill — Restaurant in Las Palmas de Gran Canaria

We arrived to the restaurant and arrived with a greeting of the waitress and bar employee that told us that “they will make us special cocktails and give them to us at the table“ the employees was acting really nice and welcoming. The food was ok, but we got dobbel charged for the cooked shrimps. After we were finished with the food they came with the bill and the charge of 82.50€ for 5 “special cocktails” - the cocktails we never ordered or got the price for. We told the employees that because we never actually ordered nor got the obligated information about the prizes or which kind of cocktails these were we are not obligated to pay. They argued for almost 30 minutes and told us that the problem was on our part and that we had to ask for the prices of the cocktails. First of all they told us that we should have looked at the cocktails to REALIZE that they were expensive…. They threatened to call the police and then we called our lawyer to have it clear that they didn’t have jurisdiction to make us pay. After all that they agreed to make us pay half the price of the cocktails which was 20€ per cocktail. And at the top we never got the actual alcohol meny to see the prices as it was removed from our table the first second...

Hoy hemos comido en el restaurante Selvático en la Minilla malo no... lo siguiente! hemos llegado a la una, obviamente éramos los únicos clientes, nos han traído la comida a las 14,10, rapiditos ellos, a mi la comida japonesa no me entusiasma o sea que he pedido solomillo, no tenían y tampoco punta, he pedido el secreto, una de mis amigas ha pedido papas fritas para acompañar la carne (secreto también) y... no tenían, había fallado el proveedor, teniendo en cuenta que hay un Mercadona a 100 m se les podría ocurrir acercarse ahí y comprarlas, a lo mejor es mucho pedir eso, mi otra amiga quería una berenjenas a la no sé que y no sé como, pero no podían poner la salsa aparte porque ya estaba preparado (por eso solo tardan una hora en traerlo) les ha comentado que es diabética por lo que no puede tomar la salsa, (vamos que no era un capricho) ha pedido salmón a la no sé cuantos y su marido ha pedido un ceviche, aún está rebuscando entre cubitos de hielo a ver si encuentra el puñetero ceviche, porque cubitos le han traído medio kg por lo menos, y no, no exagero, eso sí... el pescado ha comido exactamente un bocadito, no un bocado no, que no había tanto, un bocadito, lo demás eran unas torres altas de piel de pescado frito estilo tempura que se ha comido porque algo tenía que llevarse a la boca el pobre y un par de hojas de lechuga creo, o a lo mejor eran algas que por las torres de piel de pescado no podía verlo bien, el plato era vistoso eso no se puede negar. Mi amiga diabética ha tomado un bocado , ella si un bocado, de salmón y algo verde, lechuga? algas? ni idea , que según ella sabía a papel; nosotras dos, las del secreto, a base de masticar hemos perdido papada pues mira que estaba duro el dichoso secreto, eso sí, estaba bueno así como las verduras de guarnición que se pagan aparte, en fin... hemos decidido pedir postre para ver si llenaban el estómago mis amigos, los del ceviche y el salmón, los nuestros con las suelas de zapato se han quedado bien, hemos elegido 3 postres y mira que casualidad no tenían ninguno de los tres elegidos! ahí ya hemos protestado, les hemos dicho que no pensamos volver, que es increíble que la mitad de las cosas no las tengan y que no, que no pensamos volver, la pobre camarera se ha disculpado que ya le hemos dicho que no se preocupe que no es su culpa, la verdad es que era una chica muy amable y servicial, un encanto de persona, al rato ha salido otra a la que le hemos dicho lo mismo, creo que lo lógico es, en un caso así, que viniera el encargado a preguntar o a disculparse y a lo mejor por congraciarse con los clientes muy insatisfechos a lo mejor ofrecerles un café o un chupito, algo, una mínima disculpa, pues no , nada. Tras pagar nos hemos sentado en el bar de al lado a tomar un helado y café. 2 suelas de zapato, 3 aguas, 1 copa de vino dos bowls de hielo con 3 algas 2 pieles de pescado fritas 1 bocadito de cherne y un bocado de salmón = 95,95 euros No solo caro sino lento, éramos los primeros y únicos clientes, la comida ha tardado una hora exactamente en llegar, no quiero pensar como será si...

Experiencia pésima. El restaurante tiene una apariencia de ofrecer una alta calidad y experiencia gastronómica, pero es todo lo contrario. No hay que dejarse llevar solo por una decoración bonita, también es fundamental un buen trato al cliente, calidad en la comida y profesionalismo en la gestión de errores. Fuimos ayer a almorzar un grupo de 9 personas al Selvático del CC La Minilla. El problema está cuando llegan los platos principales. Elegimos arroz negro para 3 y paella de secreto ibérico, setas y trufa para 6.

Después de esperar dos horas desde nuestra llegada (porque no nos quisieron tomar la comanda al llegar junto con las bebidas) nos sirven la paella sin setas ni trufa. Además, tanto el arroz negro como la paella estaban completamente insípidos, algo que no se puede permitir cuando es un plato tan básico como el arroz. Comunicamos el problema al camarero, que fue lo único rescatable del lugar, y nos aseguró que la paella sí llevaba los ingredientes. Insistimos porque el sabor (o la falta del mismo) evidenciaba lo contrario. Al final, nos confirmaron que se les habían acabado las setas, un ingrediente principal, y no lo comunicaron al tomar el pedido. Respecto a la trufa, tampoco la habían puesto, pero pretendían hacernos creer lo contrario, como si no tuviéramos papilas gustativas. Como “solución”, nos trajeron de cortesía un minibol con dos cucharadas de aceite de trufa para una paella de seis personas. Pudimos comernos la mitad de la paella, ya que la ibamos a pagar porque no nos daban una solución, ni arreglar el plato si quiera, gracias a un bote de sal que estaba en la mesa de al lado. Surrealista.

Todo esto se suma a un sofrito mal hecho, sin las especias necesarias para dar sabor al arroz. Su solución fue ofrecernos un 50% de descuento solo en la paella, tras dos horas y media de espera y servirnos un plato claramente incompleto. Hablamos con la chica de la barra, cuya actitud dejó bastante que desear, y nos dijo que “deberíamos haber rechazado la paella” cuando ya lo habíamos hecho. No solo fue una experiencia gastronómica decepcionante y una pérdida de tiempo, sino que también quedó en evidencia la falta de profesionalismo a la hora de resolver problemas. Añado que los precios no están en absoluto acordes al servicio ni a la calidad que ofrecen. No lo recomendaría bajo...