Torito Chévere — Restaurant in León

Si estás en León, España, y buscas una experiencia gastronómica única, Torito Chévere es un lugar que no puedes dejar pasar!!

Este restaurante venezolano fusiona sabores auténticos de Venezuela con toques españoles, logrando una combinación de sabores que te transporta directamente al Caribe en un ambiente cómodo y acogedor.

Uno de los platos que destaca y que sin duda tienes que probar (yo lo amé) son las arepas en presentación de nachos. Estas no son unas arepas comunes: imagina la clásica reina pepiada (una mezcla deliciosa de pollo, aguacate y un toque de mayonesa) servida en forma de nachos. Es una presentación original que transforma un plato tradicional en una experiencia perfecta para compartir con amigos o familiares.

Además de la comida, el servicio en Torito Chévere es sobresaliente. Los mesoneros son increíblemente amables y atentos, siempre con una sonrisa y dispuestos a hacerte sentir como en casa. Desde que entras, te hacen sentir bienvenido y valorado, algo que convierte una simple comida en un momento memorable. El cocinero es un 10/10, se nota en cada plato el cuidado y la pasión que pone en la cocina. Cada detalle está pensado para ofrecer una experiencia completa, desde los ingredientes frescos hasta la creatividad en la presentación.

El ambiente es súperrrrr. Es relajado y tranquilo, es ideal para una salida con amigos o para desconectar después del trabajo. No es el típico lugar bullicioso; aquí podrás disfrutar de una conversación agradable sin preocuparte por el ruido. La decoración sencilla y acogedora complementa a la perfección la atmósfera del lugar, haciendo que cada visita sea cómoda y relajante.

Honestamente, me encantó! Hay muchas opciones de comer y de tomar, y lo mejorrr es que todo...

Un sitio para probar comida de Venezuela, la comida que me esperaba cuando entré es la que recuerdo de allí: colorida, gustosa, exótica y con mucha sazón. Y prácticamente es lo que me he encontrado tanto en mi Patacón de ternera como en la Arepa de pollo que comió mi acompañante.

Por ponerle un pero: he notado que aunque bien cocinadas les faltaban especias, imagino que como toda comida que llega a Europa, se adaptan al gusto mayoritario ( Después de todo se trata de vender). En los dos platos que comimos las patatas pedían una salsa a voces, aún así no estaban nada mal.

Hecho de menos ver postres venezolanos, no es fácil encontrarlos en España, como el quesillo o los golfeados, y en este local tampoco disponen de esos postres (al menos no los vi en su carta), aunque si disponen de "tequechocos", tequeños rellenos de chocolate que aunque no probé estoy seguro de que son un toque dulce sensacional.

En cuanto a los precios, me parecen algo por encima de lo que se suele pagar, pero no es nada desorbitado. Hay que tener en cuenta que son platos que llenan mucho y realmente con poca comida se hace una comida bastante copiosa.

En cuanto al local, pequeño, tranquilo, con una enorme terraza, aparcamiento cercano, con unos camareros muy atentos y simpáticos, un servicio rápido y se observa mucha limpieza.

En definitiva, tanto a mí como a mí acompañante nos ha gustado la experiencia y seguro que repetiremos y aconsejo...

Encontrar aparcamiento cerca de esta hamburguesería puede ser un reto, pero la experiencia culinaria bien vale la pena. Fui a cenar con un amigo que estaba de paso por León y elegimos este sitio de forma completamente aleatoria, resultando ser un acierto rotundo. La hamburguesería, de carácter venezolano, nos sorprendió gratamente desde el principio.

Era lunes, por lo que el lugar no tenía mucho movimiento al inicio. Sin embargo, alrededor de las 21:30 comenzó a llenarse, un detalle que habla muy bien de la popularidad y calidad del sitio. La atención del personal fue excelente: el camarero que nos atendió fue amable y muy atento a cada detalle.

La comida no se quedó atrás. Comenzamos con unos tequeños como entrantes, que estaban en su punto perfecto. De plato principal, pedimos una smash burger con queso valdeón, cuyo sabor fuerte y característico le dio un toque espectacular (13,20 €). Para terminar, nos aventuramos con los tequechocos recién hechos como postre (6 €). Aunque el precio del postre me pareció un poco elevado al venir solo dos unidades, su sabor mereció la pena.

La cuenta total fue de 21 € por persona, incluyendo postre y bebida. Teniendo en cuenta la calidad de la comida y el buen servicio, no lo considero excesivo. El local es amplio y cómodo, con suficiente espacio entre las mesas, lo que permite disfrutar de la cena sin...