Restaurante El Yate — Restaurant in Mérida

Tras pedir unas consumiciones en la terraza, y esperar bastante a que limpiaran solo la mesa, creo que fuimos los únicos clientes que no se nos obsequio con un aperitivo a la espera que pidieramos la comida. Es entendible que al cliente se le muestre  las piezas de carne y elija la que quiere que se le prepare, por razones del covid se le muestre al cliente en la misma terraza si decide comer allí, pero que el camarero se aleje de la zona delimitada como terraza hasta casi un vehículo para hablar con alguien con ese alimento en una bandeja no me parece muy correcto e higiénico, pero es mi opinion. Tampoco soy jefe de sala para decirle algún camarero que lleva el pantalón descosido y un agujero en su zapato derecho, la imagen es primordial cuando se trabaja de cara al publico y la impresión que causa al cliente ese detalle ya es incuestionable, así como la atención recibida no se si por exceso de trabajo o falta de personal. Pero la cosa más importante viene ahora: A la hora de comer unos pescados y después de un rato comiendo vemos que en uno de ellos observamos que existen unos gusanitos cerca de la espina central perfectamente visible la zona ya que vino servido asi (larvas que supuestamente pudieran ser de anisakis), se le dice al camarero y retira el plato. Al rato se presenta ante nosotros creemos que uno de los jefes (Domingo)  y con un plato de pescado fresco, nos lo muestra y nos hace saber que el compra a un proveedor todo el género y que es de primera, negando dicho hecho hasta que le mostramos las fotos realizadas al plato servido y el mismo nos pidió dichas fotos para hablar con su proveedor. Ni una disculpa por lo ocurrido ni mucho menos, recallendo toda la culpa sobre quién les vende el genero. Desde mi opinión, ese producto se observa, se manipula y se prepara en cocina para que al final salga cocinado y servido para que lo deguste el cliente. (parece ser que nadie se ha percatado de esas larvas al elaborarlo). Por lo cual, opino que es el local donde se elabora el último responsable de que esto haya ocurrido no el Proveedor. Pagamos nuestra cuenta integra, no hubo ningún detalle por parte de la casa, de no cobrar ese plato en mal estado o alguna deferencia por lo ocurrido. Lo único bueno el secreto, que estaba...

Todo muy bonito...¡hasta que llega el día!. Antes de contratar con ellos el bautizo de mi hijo me dijeron que seguramente tendríamos castillo hinchable y que CON SEGURIDAD, después de la comida podríamos disfrutar de la música y pedir copas en la barra. A las 10 de la mañana acudo para ver como han colocado el salón y dar mi OK, y nadie me comunica nada de la sorpresa que me esperaba.

A las 14:00 llegamos los 44 comensales para empezar la celebración( (no hay castilo...pero bueno, esto no me lo aseguraron asiesque no digo nada) y me comunican que por problemas con unas "obras" que están realizando nos quedamos sin música y sin fiesta. En ese momento y dejando de lado la comida para asegurarme que mis invitados disfruten de lo que me habían prometido, me busco la vida para traer música y solo les pido que nos pongan una barra para tomar copas después de la comida como habíamos hablado (motivo por el cuál me decanté por ellos y no por la competencia)

Gracias a que supe por mi parte salir del paso, mis invitados consumieron gran cantidad de bebida, mientras bailábamos y mis invitados ajenos al "problema", con sus consiguientes beneficios para El Yate, y a la hora de pagar solo nos dicen que disculpa, pero no pueden ajustarse nada el precio ni tener un detalle con nosotros por habernos fallado, cuando como profesionales, serian los responsables de sus "obras" y de tener un plan "B" para los que confiamos nuestras celebraciones en ellos.

Eso sí, dicen que si hacemos otra celebración con ellos, que seguro que nos compensan de alguna forma...JA!

Mi celebración no tiene que verse afectada por sus obreros ni por nadie, eso no es profesional, y si encima lo solventamos POR NUESTRA CUENTA... que mínimo de haber tenido algún detalle en muestra de profesionalidad con nosotros, lo dicho, muy decepcionado,...

Lugar con enormes salones y terraza. Tienen menú diario y de findes de semana. La carta es variada con platos abundantes y con una cocina muy buena. El personal es amable, servicial y muy atentos. Nos dejamos aconsejar por la persona que nos atendió (creo que era uno de los encargados), puesto que era la primera vez que visitábamos este restaurante y sinceramente nos aconsejó bien, aunque creo que se pasó con las cantidades y esto no nos gustó nada. Personalmente valoro mucho la sinceridad del personal a la hora de aconsejarme en cuanto a las cantidades y en este caso, eso falló. Considero que el encargado de un restaurante debe saber, con creces, calcular la cantidad de comida que aconsejar a los comensales. Fuimos tres personas y de buen comer, y aún así, no pudimos terminarlo todo, teniendo que pedir para llevar, parte de la comida que no pudimos terminarnos. Para comer pedimos una cazuelita de callos (nos pusieron una ración), pulpo a la brasa, dos raciones de chuletillas de cordero y una ración de cochinillo al horno. Todo esto recomendado en cantidad por el camarero según el para tres. En cuanto al pulpo, pensábamos que sería una pata grande y no pulpo entero, como así fue. En cuanto a las costillas, pensábamos que la ración traería una 5 o así cada ración y al ser de lechal serían pequeñas. En definitiva, restaurante recomendable, con un buen servicio y calidad pero tened cuidado con las...