Cafetería La Llama — Restaurant in Madrid

Fatal el trato del camarero de la terraza. Pedí mesa para dos , sin tener reserva. Me dijo que me esperase un momento que pronto me conseguía una mesa. Me preguntó por la otra persona y le dije que mi amiga no tardaría en llegar. Me fui pidiendo bebida. Cada vez que pasaba cerca de mi mesa me preguntaba por la otra persona , diciéndome que “yo le había dicho que mi amiga vendría pronto” , metiéndome prisa , me lo repitió en numerosas ocasiones y tan solo habían pasado 10 minutos desde que me había sentado en la mesa. Le pedí la carta para ir adelantando y dejara de presionarme. Me di cuenta que llegó gente que tenía reserva de mesa y tuvieron que esperar porque ellos no habían gestionado bien sus mesas y comenzó a haber revuelo y a quejarse por eso hizo todo lo posible para que me fuera de la mesa. No me traía la carta y continuó haciéndome el mismo comentario cada vez que pasaba por mi lado “me dijiste que tu amiga venía ya”. Al final consiguió echarme, le dije que si tanto le molestaba mi presencia que me cobrara mi bebida y me iba (tampoco me trajo la cuenta) , tuve que pasar dentro del bar a pagarla , me sentí muy acosada y me parece un trato nefasto al cliente. Nunca suelo poner ninguna queja y suelo tener bastante tolerancia con todo pero creo que este camarero no sabe trabajar de...

Bienvenidos a La Llama, ese bar castizo de los de toda la vida donde las raciones económicas son las reinas del lugar. Prepárate para saborear platos clásicos que te transportarán a la época de tus abuelos.

Nuestra visita comenzó con una ensaladilla rusa que, aunque tenía potencial, le faltaba sal y tenía un toque avinagrado que no terminaba de convencer. Sin embargo, la sepia a la plancha y las gambas al ajillo fueron un auténtico acierto, dejándonos con ganas de más. También pedimos la oreja a la plancha y los calamares, aunque si bien no estaban mal, podrían mejorar. La oreja estaba pasada en algunas partes, restándole un poco de encanto.

Y sí, somos tan clásicos que tenemos máquinas tragaperras. Algunas raciones podrían mejorar, pero considerando el precio que pagamos, tampoco estuvo tan mal.

Definitivamente, repetiría si algún día estoy cerca y no me apetece gastar mucho. La Llama, donde el sabor tradicional se combina con un toque de nostalgia.

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La comida es buena y barata, pero el servicio de los camareros es pésimo, de ahí que ponga un uno. Es el típico sitio que tienen lleno siempre y se piensan que por ello pueden tratar de una forma distinta al cliente. No son amables, a veces te contestan mal y desde luego sin ninguna educación. La última experiencia que tengo con ellos fue cuando quería celebrar mi cumpleaños allí, porque sé que para grupos tienen buenas ofertas. Llamé por la mañana y la cocinera, la única amable, me dijo que llamara a partir de las 12. Hice lo que me indicó y cuando me atendió al camarero y le expliqué lo que quería me dijo que por qué le llamaba a esa hora, que estaba con la hora de las comidas y que no tenía tiempo, y que le llamara más tarde. Un tono descalificante, poco comercial y desde luego nada educado. Además, con cero coordinación con su personal, ya que hice lo que me indicaron. Espero que cambien los modales de los que trabajen allí y que sean educados, de lo contrario, cada vez irán perdiendo más...