Increíble experiencia gastronómica y de atención al cliente. La amabilidad de sus trabajadores no te dejará indiferente, sintiéndote cuidado y extremadamente bien asesorado y atendido en todo momento. Teníamos varias restricciones, como por ejemplo el cerdo y los mariscos a la hora de pedir y Vicente (el dueño y un encanto de persona) nos recomendó todos los platos posibles dentro de los requisitos. Pedimos: las berenjenas con salmorejo, que estaban de escándalo absoluto y los huevos rotos con queso y foie de oca, súper original y muy muy rico. Para terminar elegimos el brownie casero, también en su punto perfecto.
Todo casero, cocinado, servido y emplatado con total y absoluto gusto por la cocina, la comida y los paladares exigentes.
Vicente nos recomendó pedir la ración de berenjenas completa y media de los huevos rotos, ya que las cantidades son muy generosas y ante todo, no les gusta tirar comida.
Me quedé con muchísimas gana de probar la ensaladilla especial de pulpo que tenían fuera de carta ese día y los Cachopos, que tenían una pinta de escándalo.
Recomendadísimo si lo que quieres es comer bien, sano, casero, con buena cantidad por un precio más que asequible/justo para la calidad del producto y una atención súper cercana de 20 sobre 10, en la que te sentirás como en casa.
¡Gracias Vicente,...
Read moreWhat a lovely, cosy place — and what lovely people! We were staying at Voco (formerly Holiday Inn) just around the corner, and upon arrival, we needed to grab some food. We walked into this place on a whim and were not disappointed. The wine was great, and the steak was amazing, and a generous portion too! A special thank you to the staff, who were so friendly and welcoming, making us feel right at home. Highly...
Read morePor fuera no parece gran cosa, pero merece la pena entrar y pedirte... ¿qué más da? lo que quieras, está todo muy bueno. Aunque no es estrictamente un asturiano, las raciones recuerdan a cuando viajas por el norte y alucinas con la cantidad de comida rica que te ponen por el mismo precio que en Madrid te llenan un cuarto de plato (pero te decoran los tres cuartos vacíos con churretes de salsa de colorinchis para que quede bonito al menos). Nos pedimos un cachopo con cabrales de esos que no se los salta Javier Sotomayor y, además de lo generoso, estaba bueno de verdad. Como dicen la mayoría de las reseñas de por aquí, la atención es tan rica como la comida. El que parece el dueño, campechano y amable sin ser empalagoso y la camarera un encanto, de esas que te dicen que te pidas solo media ración si no quieres morir en el intento. Con las bebidas y demás, nos salió por poco más de 30€ y nos invitaban a café... me parece bien teniendo en cuenta que en realidad, con lo que nos pusieron hubiesen comido cuatro jugadores de rugby y no les habría cabido el postre. Muy recomendable y...
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