Estuvimos hace unas semanas. Llegamos con ganas de cuchareo y cachopo y salimos casi rodando del restaurante, que maravilla. Nos sentaron en la mesa de la ventana que para nosotras, que siempre vamos acompañadas de nuestra cámara, es una gozada, ya que la luz, si hace un buen día, es muy agradable tanto si vas a documentar la comida, como si no. La carta es bastante amplia, haciendo un buen recorrido por platos y productos asturianos, aunque también, puedes encontrar alguna que otra sorpresa fusionada con platos de otras regiones. Tiene diferentes espacios: La entrada de carácter más informal con unos barriles a modo de mesas, la barra donde puedes tomarte unos aperitivos o comer y el salón donde nosotros estuvimos. La decoración es bonita y agradable pero sin duda alguna, lo que hizo más agradable la experiencia fue la maravillosa atención del equipo de sala que estuvieron pendiente en todo momento de nosotros sin ser invasivo. Os dejo abajo la descripción de los platos:
1- Huevos rotos con carabineros: para mí, de los platos más impactantes de la carta. Intenso sabor a marisco reinventando un plato tan tradicional como son los huevos rotos. 2- Anchoas 00 sobre pan cristal y crema de aguacate: exquisitas. 3- Navajas a la parrilla: yo soy más de tomarlas al vapor y con mucho limón (maneras del sur 🤣) pero estas estaban muy a tener en cuenta. 4- Zamburiñas con sofrito de ajo y perejil: o volandeiras para los que nos gusta ser más concretos, en cualquier caso deliciosas, las pediría una y otra vez. 5- Fabada Asturiana: ¿cómo no íbamos a probarla? Tremendo este cuchareo 6- CACHOPO: en mayúsculas porque se lo merece, una pasada , en especial el rebozado que nos encantó. 7- Botellita de sidra: importante, hay que alegrar la mesa. 8- Tarta de 3 quesos asturianos con helado de chocolate: posiblemente de las mejores que he comido, recomendadísima. 9- Torrija de Brioche caramelizada con chocolate caliente y helado de dulce de leche: el punto final con...
Read moreHoy hemos venido a comer aquí, antigua “Alpujarra”, un restaurante de toda la vida. La primera impresión con dos camareros no ha sido todo lo buena que cabría espera, pero luego ha mejorado porque han estado atentos, ha servido rápido, se daban cuenta de que se nos acababa las bebidas y han preguntado si queríamos más. Así que por parte de los camareros, al final muy bien. La decoración es muy bonita y acogedora, nos hemos sentido como en casa. Nos hemos puesto en las mesas altas, bastante cómodas y lo único que hemos echado de menos y bastante, ha sido unas perchas para poder colocar los bolsos y abrigos. En cuanto a la comida, nos ha gustado mucho. Una presentación fantástica, platos abundantes y muy bien en general. Hemos pedido tartar de atún rojo, excelente, albóndigas de secreto ibérico al jerez, que me han encantado con una salsa buenísima, chipirones a la parrilla con encebollado a la sidra, que estando buenos, les faltaba un poco más de parrilla, porque no estaban hechos del todo y el cachopo, también excelente, con productos de calidad. Las patatas que acompañaban a algunos de estos platos, no eran su fuerte. De postre hemos pedido una torrija y estaba buenísima y muy bien presentada. Se ha acercado Fernando, no sabemos si el dueño, y nos ha preguntado por cómo estaba todo, muy amable de su parte y nos ha invitado a otro postre, creo que era bizcocho de chocolate, estupendo también y a los cafés, detalle que nos ha conquistado. El precio de todo sería como unos 95€ y siendo 5 y habiendo comido estupendamente con bebidas incluidas, nos ha parecido muy bien de precio. Competencia buena para el PaiPai, restaurante que está justo al lado y que también me gusta mucho.
Febrero 2023: Edito para decir que sigue gustándome mucho este restaurante y que la comida estaba muy buena. Esta vez nos hemos quedado maravillados con el mil hojas de foie y manzana que estaba espectacular y la alcachofa rellena de rabo de toro....
Read moreHabía oído hablar tanto de él que quizá la visita tenía demasiadas expectativas, y casi fue una decepción (no todo).
El local estaba lleno tanto en la sala como la terraza, de hecho no pudimos reservar ahí, lo que en parte es muy buena señal.
Éramos 5 y comimos cuatro entrantes para compartir más cinco platos principales y tres postres, es decir, probamos bastante carta.
Me centro en las sorpresas para mal. El servicio fue lento, la amabilidad de los camareros estaba “escondida”, notamos falta de empatía teniendo en cuenta la espera sin que nadie de la mesa hiciera alguna advertencia seria. Sólo muy al final vimos a la camarera encargada de nuestra mesa relajada, por decirlo de alguna manera. Entiendo que hubiera estrés, poco personal para tantas mesas que atender, pero no es culpa del cliente y estábamos siendo una mesa “olvidada”.
Las Sardinas Ahumadas de entrante tenían un buen tamaño pero no son recomendables para quien tenga poco gusto por lo crudo, el ahumado se quedó en el nombre del plato. La Fabada Asturiana de plato principal estaba “al dente”, esa mala (en mi opinión) moda de dejar un poco vivo en este caso la legumbre… o que por el volumen de trabajo no se dejó 2 minutos más. Los Chipirones Encebollados sólo se deben comer en San Sebastián, mi recomendación y aprendizaje para la siguiente.
Otro comensal tampoco habló bien de su plato pero no recuerdo cuál. La tarta de queso muy buena, los postres muy bien.
Quizá es que elegimos un día que salió medio rana, pero salimos de allí pensando que ya lo conocimos y ya está. No creo que lo tengamos en cuenta como opción...
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