Restaurante El Tanque — Restaurant in Madrid

2a visita: Los camareros siguen sin enterarse de nada, mi mujer llego 15 min antes que yo y pidió una cocacola, cuando yo llegue no se la habían puesto. Pedimos una cerveza para mí y les recordamos que mi mujer había pedido una cocacola. Pues me trajeron la cerveza y no traen la Coca-Cola. Nos trajeron la cuenta sin ni siquiera haber terminado. Les dijimos que no habíamos pedido la cuenta y se pensaban que si. Falta gente profesional. Y las bravas se notaba que no estaban hechas al momento. Hemos pasado a conoceros y el lugar en general nos ha gustado solo hay varios puntos que creo que hay que mejorar bajo mi punto de vista: Patatas bravas o mixtas: cantidad insuficiente para lo que estoy acostumbrado en bares donde se sirven raciones. Otro punto a destacar es que las patatas eran inmensas con lo cual por dentro estaban un poco duras. Deberían hacerlas con un tamaño algo más reducido. Personal: Muy amables pero el chico que nos ha atendido se nota que está verde, le hemos pedido un águila sin filtrar en botellín y nos ha traído una cerveza de grifo. Luego hemos pedido oreja plancha muy hecha y cuando nos la ha traído estaba bastante poco hecha y sin sal, se la ha tenido que llevar de nuevo para que la pasarán aún más. Hemos pedido sepia plancha y nos ha dicho que se le había acabado pero en la cuenta nos la estában cobrando que con mucho gusto nos la han quitado. Pan: En una buena cervecería y bar de raciones es indispensable tener un buen pan candeal como en las cervecerías de toda la vida, ideal para mojar. Y no pijadas de pan con pipas de girasol que cuesta morderlo y mojar que es lo que mola!!!

En general se ve que el bar tiene futuro. Esta recién abierto y hay cosas que pulir. Punto a favor es la gran variedad que tiene la carta respecto a bares de la zona a unos precios normales. Ni baratos, ni caros. Volveremos para ver si han ido mejorando.

3a visita: la sepia muy pequeña. Mucho tiempo entre plato y plato. Seguimos sin Mahou. las patatas bravas enormes, pero no la ración, si no el tamaño de la patata. Tendrían que ser algo más pequeñas. Ha mejorado algo pero siguen teniendo...

Hemos ido dos veces desde que abrieron, la primera vez pedimos varias cosas para comer y una de ellas la trajeron errónea, para disculparse nos regalaron una bebida cosa que agradecimos y frente a su trato amable quisimos darle otra oportunidad ya que lo que pedimos estaba bueno, esta última vez con amigos que vinieron a vernos, eran las 21:00 y el sitio estaba lleno, y estábamos esperando a que nos dieran mesa, tenía delante una persona, les sentaron y fenomenal, cuando nos tocó, 21:20, nos querían sentar a 6 personas en una mesa pequeña de la terraza que es para 4 habiéndose quedado libres dos mesas dobles y separando la mesa para disponer de más pero como ya dije sentándonos a 6 adultos en una mesa de 4. A las personas que venían detrás, cuatro adultos y dos niños les preparan una mesa doble y yo enfadada cogí la mesa que había separado el camarero de la nuestra y la junté. 20 minutos después me levanté a llevar a la ventanita los utensilios y restos que habían dejado los comensales anteriores puesto que no nos habían limpiado la mesa. A las 22:15h nos tomaron nota. A las 22:30 aprox llegó la bebida, a las 23:00 dos de las cinco raciones que habíamos pedido. Las tres siguientes aterrizaron en nuestra mesa a las 23:50, el camarero, Daniel, fue lo más amable que pudo con nosotros, pero el desastre de organización que lleva el sitio es de pena. No nos fuimos porque el camarero era amable y continuamente insistía a cocina, pero la experiencia fue lamentable. Los calamares que sacaron eran peores que los de bolsa y las croquetas estaban aceitosas y poco comibles. La verdad es que es un sitio muy bonito pero si no se gestiona bien la gente del barrio va a huir, porque no éramos la única mesa en esa situación. Terminamos de mal cenar a las 00:30 de la noche con muy mal sabor de boca. No sé si repetiremos porque la experiencia fue muy mala. En definitiva, quien mucho abarca poco aprieta. Mas vale tener 10 mesas bien atendidas que 20 mal. Espero que se den cuenta y pongan solución a esto para que los vecinos vayan y pasen un...

Ni buen ambiente ni buena comida, nada recomendable. En la terraza no había sitio y entramos dentro, que tiene tan mala acústica que todo reverbera, sólo se escucha un jaleo impresionante y no puedes mantener ni una mínima conversación. Pedimos una ración de pulpo, pero que si me lo compro en el super de los ya cocidos y envasado está mejor, y un tartar de atún y aguacate que, además de tardar en salir una hora, estaba para vomitar. El atún todavía estoy dudando que lo fuera... y totalmente avinagrado, ácido, era incomible. Nos quejamos y nos negamos a pagarlo. Los camareros dan demasiados paseos con poca efectividad, lo que hace que los tiempos de esperan sean largos (vimos unas 3 meses irse porque no salía la comida). Quisieron ser simpáticos, pero no había por dónde cogerlo... La cocinera saliendo corriendo para ir al baño, el mismo que utilizamos los clientes.... Ya habíamos ido alguna vez antes y tampoco nos gustó. Quisimos darles una oportunidad, pero sólo se reiteró nuestra idea de no volver.... Creo que se valen de que en el barrio sigue habiendo pocos sitios para todos los que somos, y no mejoran porque siempre va a haber clientela. Sin embargo, si os desplazáis cerca del metro La Gavia, está El Rincón y es una maravilla....