Restaurante Filandón — Restaurant in Madrid

Filandón, located on the outskirts of Madrid, is definitely one of my top favorite restaurants in the city. Part of the esteemed Pescaderías Coruñesas group, which includes El Pescador, Desde 1911, O Pazo, and Lhardy, Filandón is synonymous with the finest products.

Situated in the beautiful Monte de El Pardo, Filandón offers a very pleasant natural setting. The restaurant has many areas, with my favorite being the beautiful main terrace under the shadow of the trees, making it the perfect spot for a long Saturday or Sunday lunch. While the indoor dining area is also very nice, the outdoor seating stands out for me. The ambiance is relaxed yet elegant, allowing you to savor your meal in a lovely setting.

The grill is the heart of the restaurant, perfectly preserving the flavors and qualities of the ingredients. Both seafood and meat dishes here are exceptional. Every dish is prepared with care, showcasing the freshness and quality of the ingredients. The wine selection is excellent, complementing the menu perfectly.

Service at Filandón is impeccable. The staff are attentive, friendly, and professional, ensuring that every aspect of your meal is perfect.

Getting a table at Filandón can be challenging, but it’s worth the effort. The combination of excellent food, beautiful surroundings, and top-notch service makes it a standout dining...

We live nearby and the restaurant Filandón was recommended by our landlord. We made a dinner reservation for two. Once we arrived and walked from the parking lot to the restaurant, we were struck by the beautiful place. We were both in awe of the atmosphere. Once inside the restaurant, we were greeted and ushered to our table. Everything was spotless, neat and had a pleasant ambiance.

We followed some of the suggestions here and ordered the croquetas and tuna tartare accompanied with a local beer and tinto de verano. It was delicious, especially the tuna tartare. My wife then had the Pixin fish and I ordered the solomillo. I have to admit I was a bit disappointed with my order, it wasn't bad but something was missing. The fish however, was absolutely fantastic! Dinner was concluded with a really tasty cheesecake and a cafe solo.

A review wouldn't be complete without a mention of the staff. My wife and I agree that the waiters were professional and efficient, but could be a tad more friendlier. I think that would just bring the experience to a higher level. I need to however also mention the fantastic Filipino parking attendants, they made the place shine!

Overall, a beautiful place and a wonderful dinner experience, which for the price could be better but good...

Tras más de dos horas de espera, literalmente, nos fuimos sin cenar. Y no porque quisiéramos irnos, sino porque nos dijeron que se habían olvidado de nosotros. Tal cual. Lo más sorprendente es que, a pesar de esto, nos cobraron: -Los tacos de atún (el único plato que llegó a la mesa), -Una botella de agua que supuestamente acompañaría una cena que nunca existió, -Una cerveza y una Coca-Cola que tomamos mientras esperábamos -E incluso intentaron cobrar el pan, algo que ya roza el absurdo. Inaceptable cualquier cobro en estas circunstancias, pero el pan? Dos horas perdidas esperando una experiencia, similar a la vivida en otros restaurantes del grupo, que nunca llegó. La única respuesta fue una disculpa genérica y el cobro completo en tarjeta que, siendo una cantidad irrisoria, es bastante descortés.

Sobre el espacio: El entorno es precioso, sí, pero las mesas en el pasillo de la terraza están de más. Están bajo árboles sin ningún tipo sombrillas ni de protección, y acabamos con hojas, cortezas y suciedad sobre la mesa constantemente sin tampoco nadie que nos ofreciera limpiarla o cambiarnos. Da la sensación de querer exprimir aforo a costa de la calidad. La sala de arriba, que entendemos se usa en invierno, no estaba acondicionada. El tiempo que estuvimos esperando a nuestra inexistente cena pasamos mucho calor. Son detalles pequeños pero muy evidentes, y hablan de falta de cuidado o cariño.

El servicio, lamentablemente, tampoco estuvo a la altura: Nadie ofreció el ropero pese a que llevábamos chaquetas. Solicitamos un cambio de mesa (justificado por las condiciones y, honestamente, se tuvo que ofrecer y no esperar a que se solicitara) y dieron prioridad a otros clientes que no lo habían solicitado. Estuvimos de pie durante 20 minutos en la entrada, con nuestras consumiciones en la mano, ya que nadie nos ofreció un sitio donde esperar, ni se molestaron en llevar las bebidas. (Es muy heavy que ni el camarero se llevara nuestras consumiciones en la bandeja y que nos tuvieran de pie esperando con ellas en la barra donde trabajan sin darnos un lugar adecuado para continuar con la hora que ya llevábamos de espera). Vimos, además, cómo el que parecía el encargado (hombre alto) hablaba de manera no muy amable a una compañera, algo que no solo es inapropiado internamente, sino que afecta al ambiente general.

La comida, poco podemos decir: solo probamos los tacos de atún. A considerar que nuestra opinión no es previa al mal y lento servicio en la mesa pero sí respecto al resto de la experiencia y la considero bastante objetiva. Los tacos de atún fue un plato flojo, sin chispa.

Obviamente no lo recomendamos para nada. Puede haber errores en muchas cosas como falta sombrillas en la terraza, de aclimatación, etc. (que tampoco debería) pero, llegados a este punto, entre el mal servicio, la falta de solucionar nada tras dos horas de paciencia, el sabor del plato que únicamente pudimos probar y la falta de cortesía... no tenemos ninguna...