Arroceria Formentera — Restaurant in Madrid

Hemos ido mi chico y yo a comer hoy y a pesar de haber recibido un trato excelente por parte de los camareros no puedo opinar lo mismo del sabor de sus arroces. Soy valenciana y conozco perfectamente si el caldo de una paella es casero o no (algo fundamental en la técnica de base a la hora de hacer una buena paella) y de lejos el que usan en este local lo es. Pedimos la paella ibérica y el sabor salado invadía la boca dejando un regusto intenso de Avecrem. Le expusimos el caso al camarero Anthony y después de disculparse nos trajo otra de diferente sabor (la de pato con alcachofas) y realmente el problema de base era el mismo que con la anterior. Paella hecha con un caldo prefabricado a base de Avecrem y de nuevo con un fuerte sabor salado.

Por el contrario sí tengo que decir que el arroz estaba suelto y bien separado.

La paella la terminamos porque eran las 16.30 y teníamos hambre pero una hora más tarde nos tuvimos que beber un litro de agua cada uno porque el regusto fuerte y salado seguía en la boca.

Un buen caldo casero (como valenciana el mejor es el que se crea con un buen sofrito con ingredientes de primera añadiendo después agua del grifo) es el secreto principal de una paella exquisita donde además del auténtico sabor que le da a la paella no le dejará la boca salada a los comensales durante todo el día. Además de lo poco saludable que son los caldos preparados industriales llenos de potenciador de sabor como el glutamato entre otros. ————————————————————————- Respuesta a vuestro comentario:

Tenía clara la respuesta que recibiría por vuestra parte y así ha sido. Negar una evidencia clara y rotunda que yo misma pude comprobar insitu. Sé perfectamente de lo que hablo y no me haréis cambiar de opinión. Diferencio perfectamente los sabores y ese caldo que usáis es puro Avecrem. Hay varias calidades de caldos industriales pero siempre su base principal...

Fui al restaurante con mi familia, en total 8 personas este domingo 24 de abril 22. Nada más llegar, en el primer turno de las 13:00h, les indicamos que finalmente una pareja no podría asistir porque había tenido un imprevisto de última hora. Cual fue nuestra sorpresa cuando el encargado del local nos indicó que “el telefono existía para algo “ y que ese tipo de cosas tenían que avisarse con tiempo, y que por ese motivo, nos iban a cobrar dos cubiertos más. Todo esto en la misma puerta del restaurante, sin habernos siquiera sentado. Claramente no dábamos crédito de sus palabras y el modo de hablarnos, con una bronca recién llegados, y por un imprevisto que como la palabra indica, no pudimos predecir ni preavisar. El encargado con unos modos muy maleducados, me siguió hasta la mesa contestándome y recriminándome mi actitud de enfado y sorpresa alegando que esa práctica se iba a imponer en todos los restaurantes, e incluso insinuó si mi enfado era provocado por mi estado de embarazo, de verdad, que no podía creer lo que estaba oyendo. Para remate de la comida, trajeron una croqueta a mi hijo de dos años con un pelo incrustado en todo el rebozado (hecho por el cual no invitaron ni a las croquetas ni vino el encargado a disculparse siquiera). Lo peor de todo fue que el turno de la 13:00 estaba vacío, todas las mesas de alrededor estaban vacías, de modo que el trato recibido no tenía ni justificación por ocupación del local. Lamentablemente, con personas tan poco profesionales y tan desagradables no volveremos al local, y mucho menos lo recomendaremos a nuestros amigos...

Celebración familiar el día de la Inmaculada Concepción. Reservamos para el segundo turno de comidas a las 15.15 para un grupo de 8 pax. El local se encuentra en la parte final de Montecarmelo, casi pegando a la M40, en los bajos de uno de los últimos edificios residenciales que hay en la calle antes de llegar a la rotonda que pasa por debajo de la M40 dirección al Pardo. Enfrente hay una zona verde donde se encuentra el Mirador de Montecarmelo. En el interior decoración ambientada de estilo mallorquín, marinero, buena iluminación y muchas ventanas que de día dejan pasar mucha luz natural. Ambiente en barra ruidoso, pero lo normal. El servicio está compuesto por gente joven ágil y atenta, no se vio sobrepasada en ningún momento aún estando lleno el local. La comanda vino rápida. Pedimos de entrantes una ensalada Trifásico de tomate con ventresca de Bonito (16,90€), Zamburiñas a la plancha con ajo-perejil (21,90€), que vinieron 8 unidades y estaban bien en su punto cocinadas y muy ricas de sabor, Puntillitas de Cádiz (15,90€) y Pulpo a la gallega con cachelos (21,90€), que llegó a la mesa frío, aunque bien de textura y sabor. De segundo pedimos un Arroz Meloso de pulpo con langostinos para 6 pax. (21,90€ x persona), sabroso y con cantidad suficiente para los 6 comensales (buenos platos de cantidad y de pulpo y langostinos por persona). En resumen, aunque esté un poco lejos merece la pena si buscas buenos arroces. En total, con una botella de Albariño pero sin postres, salimos a 28€/pax, que a mi juicio es un buen precio dada la calidad...